La Reina del Baile: Una Entrevista con Camila Fabbri sobre su Nueva Novela

La Reina del Baile: Una Entrevista con Camila Fabbri sobre su Nueva Novela

La escritora, guionista, dramaturga y actriz Camila Fabbri nos cuenta desde España sobre su primera novela de ficción pura, su interés en explorar la vida a través de la narración en primera persona y la estructura de su nuevo libro «La Reina del Baile».

– La Reina del Baile, así se dice, es el nuevo libro de Camila Fabbri. Su primera novela de ficción, se podría decir de ficción pura, si se tiene en cuenta que su anterior novela es en realidad algo que tiene que ver con Cromañón y no es una novela de ficción, sino tiene como una especie de autoficción relacionada con algo que pasó en la tragedia de Cromañón, en la vida real. Puesto que están sus obras de teatro, sus libros de cuentos, hasta una película ha hecho Camila, y Camila está en comunicación con nosotros desde España. Camila, ¿cómo estás? Gracias por atendernos, buen día.

– Bien, muy bien, muy bien.

– Bueno, nos llamó la atención esa elección de temas que dan vuelta por el libro, que no son más que tres. Camila, ¿cómo fue que pensaste esta novela?

– Es una novela que cuenta la historia de la protagonista, que es la narradora, está escrita en primera persona, alguien que de entrada sabemos que sufre un accidente, y que después, dentro de ese accidente, la narración va y viene entre el accidente y la vida de ella, y quería preguntarte si habías pensado en eso al principio, en una chica que sufre una cosa tan extrema como un accidente y desde ahí se pone a inspeccionar un poco su vida y a recordar un poco lo que pasó, inmediatamente anterior, no es que se va muy atrás.

– Sí, partí de esa primera imagen disparadora, que es una mujer que abre los ojos y está en un accidente que ella misma ocasionó, muy entre comillas, que ella era la que iba conduciendo, y hay también otras personas en el auto y ella no recuerda quiénes son, va una chica y un perro. Entonces me parecía que a partir de ese hecho que podía ser el crítico, ahí la novela se abre en dos canales, que es por un lado el presente y por el otro el pasado en el que se va reconstruyendo qué le fue pasando a ella para llegar a esa situación.

– ¿Y la habías pensado también así? Una narración en primera persona, una narradora que cuenta todo, que ve todo de una manera muy particular y lo cuenta de una manera muy particular, ¿también era la idea de entrada que fuera una narradora en primera persona?

– Sí, me parecía que era la mejor manera de poder ir a lugares mucho más íntimos del personaje, la primera persona, porque es una especie de soliloquio permanente, es como estar en la cabeza de ella, esa era la mejor forma de describirla, me parecía que era eso.

– En un momento dice, nadie creería que apenas respiro y percibo tanto detalle. Hay algo increíble de la novela que es esta chica Paulina que está en la camilla y registra todo, incluso hasta con humor, una chica que ha sufrido un accidente y no sabemos si está muriendo o no, y percibe a los médicos, los escucha hablar, en un momento se quieren quedar con el perro. Y a la vez te hace pensar que hay una dimensión diferente de lo que pueden ser los narradores, que hasta en esos momentos de que una persona está por morir, igual tiene una especie de diálogo interno y se va preguntando cosas y va haciendo una especie de reconto de lo que fue su vida o de lo que pasó para que llegara hasta ese momento,

– Sí, totalmente. Bueno, desconozco igualmente cómo es en un cuerpo, cómo es en lo real estar moribundo y escuchar o no escuchar. Me parece que igual la novela no trata de retratar eso de una manera real, pero sí hay algo de estar muy presente, aunque uno no… No sé, en algunas ocasiones hay personas que por X motivo no pueden hablar, pero igualmente están registrando todo con lujo de detalles, entonces sí, a veces no son sinónimos, no poder hablar no quiere decir que no estés ahí presenciando todo, quizás más que si estuvieras hablando, no sé, quizás va un poco por ahí.

– Claro, y después los personajes que son pocos, la protagonista y después tres o cuatro personajes más…

– Sí, la amiga, el por ahora ex novio…

– Sí, tienen todos como esta especie de crisis existencial o postmoderna, Los que viven en la ciudad, Paulina y Maite, y también los que viven en esa especie de… En Quequén. Es un pueblo en Quequén, todos tienen como una crisis medio existencial que los hace tomar decisiones y no saber muy bien dónde… Están todos como en la misma, pese a que tienen realidades diferentes.

– Sí, y no sé si… No necesariamente responde, creo yo, a una crisis de la edad porque están todos en momentos distintos de la vida, cada uno con su crisis y con sus contradicciones y, qué sé yo, un poco preguntándose por sus futuros. No sé, mi sensación es que todos vivimos un poco así, no sé si son momentos… No digo que vivimos todos en crisis, pero bueno, siempre hay como…

– Cierta soledad, Muchas preguntas.

– ¿Cómo?

– Cierta soledad también, Cierta como…

– Sí.

– O hablas en un momento, bueno, la narradora, de como siempre todos estamos solos o como con individualidad todo el tiempo.

– Sí, habla de eso también la novela de que es como un estado natural, digamos.

– Camila Maite tiene un vocabulario muy específico, digo, no raro, pero sí usa palabras que… Yo decía con Diego ayer hablábamos un poco de la novela, no diría vintage, pero sí usa palabras que no son usuales ver en la literatura hoy argentina, y es el vocabulario de ella. ¿Cómo trabajaste ese vocabulario? Pero como…

– Es que no sé, es que yo no me doy cuenta de eso, como… Claro, me…

– ¿Te lo dicen? O sea, no sé, quizás.

– Pero, ¿cómo qué tipo de palabras?

– Ah, ahora, porque mirá, leía la crítica a Rodrigo Fresán, que decía que era un libro para subrayar, pero yo lo leí en e-book, ¿te imaginas?

– Claro.

– ¿Te imaginas que quería que me quedaran en la memoria algunas cosas que dice la protagonista? Y ahora, por supuesto que no las tengo en la memoria, pero noté que había una manera de hablar, que no es una manera extraña de hablar, pero sí una manera inusual por ahí en la literatura de hoy argentina, pero no… Me parecía eso nada más, y digo, si tiene que ver con el estado de ánimo del personaje o en el estado de observación en el que está todo el tiempo el personaje. Es un personaje que está todo el tiempo en estado de observación y opinando sobre lo que ve.

– Sí. No, no, o sea, no hubo una decisión de una forma de escribir eso, es muy difícil decidir sobre eso. Yo creo que quizás es mi forma de escribir, un poco que va tomando distintas formas en los distintos libros que fui escribiendo, o quizás es siempre la misma, pero cambia el contexto. Pero sí, quizás hay ciertas elecciones de palabras que hago que no son totalmente premeditadas y que llegan a lugares quizás más atípicos.

– Y la idea de los títulos de los capítulos, ¿tiene que ver con algo? Digamos, los títulos y los no títulos de algunos capítulos, más allá de que tienen que ver con un tiempo, ¿cómo llegaste a esa decisión? ¿Es una especie de juego, está ahí para que el que lo descubra lo descubra y ya? ¿Cómo llegaste ahí?

– No, no, quizás una decisión más estética, de que yo nunca había escrito una novela, es la primera novela que escribo, y tenía ganas de que cada capítulo tuviera como su, no sé, como su nombre. Pero es cierto que los capítulos del presente, que tienen que ver con el accidente y con la llegada de ella al hospital y demás, todo ese presente, esos capítulos no tienen título, van solos. Y eso sí fue una decisión más estructural, el presente sin títulos y el pasado con títulos. Pero sí, quizás fue algo más formal y algo más personal, que es que a mí me gusta ponerles título, pero no más que eso.

– Camila, la película, la película, ya la pienso como una película ya, hay una cosa muy cinematográfica en tu literatura, sobre todo en los diálogos, para mí, El finalista del premio Herralde de novela, que es un premio muy importante, ¿cuál fue la devolución de los jurados? ¿Te satisfizo? ¿Te gustó lo que dijeron de la novela?

– Sí, bueno, eso habrá sido ya un mes más o menos, que bueno, que fui para Barcelona y fue la situación de prensa del premio y después, como más formal, que nos dieron unas estatuillas. Y bueno, el jurado eran cuatro personas, entre ellos, bueno, escritores y escritoras mexicanos de España y una librera también de España, y fueron, no sé, como comentarios muy elogiosos y yo por ahí, qué sé yo, no estaba habituada a que me leyera alguien de afuera, por ahí con otras, qué sé yo, con otras circunstancias, otras formas de vida y demás, y pudiera como, por ahí, no sé, tener una apreciación sobre lo que yo escribo, que siempre siento que es como muy argentino, y lo es, pero también tiene la posibilidad de, no sé, como de trascender eso o de ser interpretado por gente de otros lugares. Entonces, eso me parece que está súper bueno.

– Hay una, lo hablábamos ayer con Diego, hay una escena muy traumática en la novela, que podía definir la novela completamente o llevarla para otro lado, y sin embargo, la novela sigue fluyendo para donde iba. No quiero yo dar mucho spoiler, pero tiene que ver con algo que es muy traumático para la, o que podría ser muy traumático para la protagonista, y sin embargo, no está fuera de registro en la novela. ¿Has pensado en esa escena? ¿La querías incluir de entrada?

– No, o sea, no tuve decisiones como premeditadas, ya te digo, fue como un poco en el proceso, fui desarrollando la novela, y no, para mí es tal cual decís, como que es un episodio más en la vida de ella, yo no quería que esa escena que hay en la fiesta fuera algo que llevara la bandera de la novela, digamos.

– A mí me llamó la atención eso, Camila.

– Más que eso.

– Claro, porque, sobre todo que es un tema muy de ahora, Entonces, me satisfizo, digo, que no transformara la novela.

– Claro, sí, tal cual. Sí, o sea, yo no quería usar temas de agenda en ese sentido, me parece que es algo que le puede pasar a cualquier mujer en cualquier momento, ahora, antes, después, pero que la búsqueda no tenía que ver con llegar a ese lugar y que la novela llegara a ese lugar.

– Y también…

– No, me parece que es algo más que pasa, entre muchas otras cosas que pasan.

– Es una escena tremenda, y conmovedor también, cómo se resuelve esa escena, esa especie de pacto con la amiga, bueno, esta chica que es su amiga, también es conmovedor esa resolución, La resolución…

– Sí, bueno, como…

– Y hay algo también mucho del mundo femenino ahí, Maite es como su amiga, lo más cercano que tiene a una amiga, pero después la aparición de la cumpleañera, también hay como una solidaridad instantánea, si se quiere, De algún modo.

– Sí, sí, sí, sí, no sé si… Porque, qué sé yo, tampoco es una novela sorora, no sé, digo…

– Sí, sí, no lo es, no lo es.

– Pero sí, me parece que quizás tiene que ver con los encuentros, con gente que está un poco sola y se encuentra. Quizás vamos por ahí.

– Bien, bien.

– Bueno, nos gustó mucho la novela y me parece una justa finalista del premio. ¿Estás en España en este momento viviendo o estás de paso nomás?

– No, no, no, sí, de paso, vine tres meses por una residencia de escritura a Madrid y ya pasado mañana estoy volviendo a Buenos Aires.

– Bueno, te pescamos justo en el final. Era Camila Fabri, escritora, guionista, dramaturga, actriz también, Camila, a propósito de su novela La reina del baile, es muy joven y ya hizo muchas cosas Camila, y es muy talentosa también y la novela nos gustó mucho.

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