«Ópera Villera» es un testimonio de la resiliencia y el poder transformador de la música. El documental, situado en los barrios Padre Ricciardelli, Sabaleta y Fátima, sigue a Mailén y su proyecto del Centro Artístico Solidario Argentino, mostrando cómo los jóvenes se aproximan a la ópera, ese género percibido a menudo como exclusivo de las élites culturales. «Nosotros empezamos a preguntarnos qué pasaba con la ópera fuera de los grandes teatros,» comenta Néstor Sánchez Sotelo, quien describe el nacimiento del proyecto en 2017. «Buscamos qué hacía el grupo que maneja la ópera más independiente y nos encontramos con Mailén.»
A lo largo del documental, el espectador es testigo de la relación única entre Mailén y los jóvenes, que ella no solo enseña música, sino a quienes orienta en su día a día. Este acercamiento no paternalista, sino de complicidad y colaboración, es la clave del éxito de su proyecto. «Mailén no es una maestra ciruela; es cómplice,» dice Sánchez Sotelo. «Ella está metida en la vida de los chicos. Les ayuda a abrir puertas.»
Esta película converge hacia un festival espectacular donde los chicos participan en una gala lírica, mezclando sus composiciones con obras clásicas de ópera. Más que un simple evento cultural, esta gala es el objetivo que guía a los chicos, un faro que les infunde propósito y les motiva a enfrentar los retos personales y colectivos. Según Sánchez Sotelo, «en la ópera todo parece ser lo mismo, repetimos música con cientos de años, pero aquí se buscó oxigenarla, componer óperas nuevas. Es algo muy jugado.»
El trabajo de Mailén y su proyecto tiene un alcance impresionante. Actualmente, se estima que alrededor de 500 personas están bajo la influencia directa del Centro Artístico Solidario Argentino, ya sean niños iniciando su travesía musical o jóvenes avanzando en sus estudios universitarios. «Es increíble cómo mantiene viva la pasión de estos chicos,» enfatiza Néstor. “Está abriéndoles puertas que muchos ni imaginaron.”
Un tema recurrente y significativo del documental es el papel fundamental de la música no solo como disciplina artística, sino como una alternativa viable a caminos menos deseables en contextos vulnerables. La música se convierte en «una forma de estar contenido, de no estar en la calle, de no caer en la droga o la delincuencia.»
Aunque el sueño de expansión existe, Mailén enfrenta desafíos logísticos. El Centro aún no cuenta con un espacio propio, y sus actividades se desarrollan en diferentes lugares, como iglesias y centros comunitarios. Sin embargo, el compromiso de Mailén es inquebrantable. «Ellos quieren un lugar, una base, un galpón. Necesitan colaboración,» señala Sánchez Sotelo, destacando el potencial de crecimiento del proyecto.
«Ópera Villera» no solo es un documental sobre música. Es una historia de esperanza, de lucha y de sueños compartidos. Es una invitación a repensar la ópera, a verla no como un género inalcanzable, sino como un puente hacia un futuro más prometedor para cientos de jóvenes argentinos. La película muestra que, con pasión y dedicación, la música puede ser el motor de cambio en lugares donde a menudo la esperanza parece escasa.
Esta obra es una aportación significativa al cine argentino y un testimonio visual del poder transformador de la música en la vida de quienes menos se espera. «Ópera Villera» resuena con la melodía de la superación, componiendo una partitura social en la que cada nota, cada voz, es una promesa de un futuro más inclusivo y brillante.