En el vasto panorama del rock latinoamericano, Los Violadores se destacan como los pioneros del punk en Argentina e, indudablemente, uno de los primeros en Latinoamérica. Sergio Gramática, baterista y miembro fundador de la banda, ha encapsulado su experiencia en el libro «Lo Hice Porque Me Lo Prometí», una autobiografía tan provocativa y directa como el mismo género que ayudó a introducir. En una reciente entrevista, Gramática ofreció una retrospectiva de su vida, sus inspiraciones y los primeros días de la banda que revolucionó el rock en su país.
Gramática recuerda con nostalgia y admiración los primeros días de Los Violadores, describiendo cómo el grupo fue conformado de manera orgánica, casi como una familia. «Estuca había estado presente en un show de ustedes, lo mismo pasó con Pil,» explica, subrayando el espíritu DIY (hazlo tú mismo) que es característico del punk. «Empezamos, te diría, más abajo que el under, porque no había un circuito de rock y tocábamos donde se podía», afirma Gramática, resaltando la falta de infraestructura para el rock en esa época.
El camino hacia la consolidación de la banda fue, según Gramática, un esfuerzo comunitario, impulsado por la pasión por la música y una filosofía que permitía que admiradores se transformaran en miembros. «Con Harry y Beto, que después pasó a tocaba el bajo, empezamos… tocábamos donde se podía, y hacíamos volantes,» relata sobre los primeras promociones de la banda.
En cuanto a sus influencias iniciales, Gramática recuerda su asombro al escuchar el disco «Live At Leeds» de Los Who, y cómo el enfoque minimalista de bateristas como Ringo Starr y Tommy Ramone terminó modelando su estilo. «A mí me impactaba lo de doble bombo, pero yo mismo, para mí mismo, decía que para mí era imposible tocar eso,» confiesa, admitiendo que el estilo simplificado de punk se alineaba mejor con su visión musical.
El lanzamiento de su fanzine Celina también marca un momento importante en su carrera. «Decidí escribir por mí mismo cosas del punk, y salí a repartir… para leer lo que uno quería leer,» comenta sobre su deseo de compartir información sobre el movimiento punk en un entorno que ofrecía pocas plataformas para ello. Esto, a su vez, inspiró a otros a seguir sus pasos, consolidando su posición no sólo como baterista innovador, sino también como un referente cultural dentro del movimiento.
Con Diego Guedes, presentador y experto en literatura, Gramática también conversó sobre el aviso emblemático que Harry, otro miembro de Los Violadores, publicó en la revista Pelo: “El punk de la Argentina existe porque yo estoy aquí.” Este llamado fue la chispa que encendió la conexión entre Gramática y Harry, quien respondiera mediante cartas en una época donde la inmediatez de la comunicación era limitada. «Fue cosa del destino que se da, fue una conexión espontánea,» rememora Gramática, resaltando el grado de intuición y suerte del encuentro que llevó al surgimiento de la banda.
Gramática también reflexiona sobre el rock actual y sus observaciones sobre las nuevas generaciones. «En la Argentina el rock es muy importante,» dice, indicando que aunque el panorama ha cambiado, la esencia del rock sigue viva en la inspiración que infunde a las nuevas bandas, a pesar del parate actual. «No sé si en España puede ser, pero aquí son muchos años, y es como un folclore muy nuestro,» añade sobre el arraigo cultural del rock en Argentina.
Los primeros shows de Los Violadores trajeron desafíos, especialmente compartiendo escenarios con bandas más consolidadas y de géneros distintos. «Nosotros al estar con otras bandas de ese momento, que hoy son leyendas, eran quizá más pop, más new wave,» dice Gramática, haciendo referencia a compartir el espacio con bandas como Virus, Sumo y Soda Stereo. Sin embargo, recalca que el respeto mutuo predominó entre las bandas de esos tiempos.
Después de años de música, roces y encuentros, Gramática ha optado por centrarse en lo positivo y el legado perdurable de Los Violadores en lugar de en las disputas internas. «No voy a seguir con eso, no voy a hundir más en ese aspecto,» menciona acerca de las peleas mediáticas. Su mensaje es uno de reconciliación y respeto, rescatando la camaradería y el entendimiento que, según él, superan las diferencias.
El recuerdo del concierto de reunión en 2016 en el Luna Park permanece como un emblema de sus logros y una conclusión satisfactoria de una historia compleja y única. «La primera banda punk de la historia, que llegó hasta ese Luna Park,» exclama, subrayando el éxito fenomenal de mantener viva una banda durante muchos años en un género que muchas veces se percibe como efímero.
«Lo Hice Porque Me Lo Prometí» es más que una autobiografía; es un testimonio del compromiso de Gramática con la música y el legado cultural de Los Violadores. En palabras de Gramática, queda claro que la historia y el mensaje del punk siguen tan relevantes hoy como lo fueron en los días turbulentos de su nacimiento. En la cima de su historia personal, Gramática ofrece su libro como un legado para futuras generaciones de músicos rebeldes y soñadores incansables.
