Julieta Habif, editora y escritora, nos relata cómo surgió la idea de transitar su duelo a través de la escritura después del fallecimiento de su madre en 2019. «Yo me quedé como con el duelo medio trunco, porque cuando murió mi vieja, que estuvo cinco años internada, fue como bastante tortuoso ese tiempo para mí,» comparte Julieta en la entrevista. Justo cuando pensaba que podría retomar su vida con normalidad, llegó la pandemia, interrumpiendo abruptamente su proceso personal de sanación. Esta experiencia la empujó a escribir, a crear, y a encontrar una voz propia en la autoficción.
Uno de los aspectos más cautivadores del libro es cómo Julieta logra retratar a su madre como una figura multifacética y compleja. La autora describe sus esfuerzos por representar a su madre no solo como una persona enferma, sino también como la madre guía y compañera. «Más allá de que siempre va a estar intervenida mi vieja por mi mirada… yo quería tratar de dar como un abanico amplio de lo que era mi mamá,» explica. Este enfoque se traduce en escenas donde la madre se convierte en un personaje vívido, dotado de humanidad, con luces y sombras.
El proceso de edición del libro también fue un viaje revelador para Julieta, quien atestigua sobre las complejidades de convertir una cantidad extensa de escritos personales en una narración coherente. Aunque dice que «no mucho» quedó fuera en el proceso final, algunas escenas fueron eliminadas para evitar redundancias o porque se apartaban de la narrativa principal. «Sentía que era como información, por así decirlo, que se repetía, que no hacía falta,» afirma la autora.
Una crítica recurrente que Julieta ha recibido de los lectores es que su libro parece «romantizar la soledad», una observación que ella acepta con reflexión. Sin embargo, enfatiza que la obra aborda múltiples temas, no solo la soledad, sino también la relación madre-hija y la noción de independencia mutua. «Mucha gente me dijo que romantizo la soledad, cosa que puede ser, la verdad que puede ser,» señala. Este enfoque, según Julieta, se encuentra en un delicado equilibrio sin convertirse en una apología de la soledad o la muerte digna.
Julieta también se muestra consciente de las interpretaciones que podrían surgir a partir de su sinceridad brutal en el libro, describiendo su versión escrita como «más enojada» de lo que está hoy en día. «Me quedó una versión de mí mucho más, podríamos decirlo, despiadada,» admite. Sin embargo, este proceso catártico ha permitido a la autora liberarse de antiguas emociones.
En cuanto a sus futuros proyectos literarios, Julieta confiesa que no hay un próximo libro en el horizonte inmediato. Su enfoque actual está en su trabajo como editora y en la escritura de notas periodísticas. Sin embargo, no descarta la posibilidad de que una nota extensa se convierta eventualmente en un libro.
Con la publicación de «Unidad Mínima de Familia», Julieta Habif ha abierto una ventana a la intimidad de sus experiencias personales, ofreciendo al mismo tiempo un testimonio conmovedor y complejo que incita a la reflexión. Su libro es un recordatorio poderoso del viaje de la vida, el amor y la inevitable transformación que conlleva la pérdida.
«Unidad Mínima de Familia» no es solo un libro sobre el duelo, sino un tratado sobre las complejidades de las relaciones familiares y la inevitable introspección que acompaña a los momentos difíciles. Este libro, «que nos gustó mucho aquí,» como lo afirman los entrevistadores, es una joya literaria que resonará con cualquier lector que haya experimentado la pérdida o buscado respuestas en el camino solitario del autodescubrimiento.