El Eco Parque, anteriormente el emblemático Zoológico de Buenos Aires, se encuentra en un proceso de transformación profunda para adaptarse a las demandas contemporáneas de conservación y educación ambiental. «Es un oasis en el medio de la ciudad», afirmó Ramiro Reino, remarcando la experiencia única que ofrecen las 18 hectáreas del parque en una ubicación privilegiada cerca de Plaza Italia y el Monumento de los Españoles.
Un Espacio de Conservación y Convivencia
El Eco Parque alberga una colección diversa de vida silvestre, que incluye 130 animales exóticos que no pueden ser reubicados debido a su incapacidad para reintegrarse a sus hábitats naturales, explicó Reino. «Lo importante es entender que ahora uno es el invitado», señaló, destacando el enfoque del parque en respetar a los animales, permitiéndoles moverse libremente por los recintos que imitan sus hábitats naturales.
Además de estos exóticos residentes, el Eco Parque cuenta con una población considerable de especies nativas involucradas en programas de conservación. «Por ejemplo, el cóndor andino y el guacamayo», comentó Reino, enfatizando la labor del parque en la crianza y liberación futura de estas especies emblemáticas.
Actividades y Educación para Todos
El Eco Parque no es solo un lugar para observar animales; es un centro activo de educación y experiencia sensorial. Simuladores como el «Vuelo del Cóndor» en 3D, un cine terrestre y un acuario subterráneo llamado Géa Marina, llevan a los visitantes en un viaje visual desde la Península de San Borombón hasta el fin del mundo.
Las actividades del parque están pensadas tanto para niños como para adultos. Reino mencionó las «charlas de aves rapaces, cambio climático y otras relacionadas con bioconservación», diseñadas para inspirar un mayor compromiso con el medio ambiente. De lunes a domingo, de 11 a 18 horas, estos programas se complementan con un cronograma variado para el fin de semana, dado el incremento de visitantes en esos días.
Patrimonio Arquitectónico y Cultural
El Eco Parque conserva su rica historia con 45 edificios patrimoniales que datan de más de 130 años. «Cada edificio tiene una rítmica arquitectónica única», explicó Reino, subrayando la importancia histórica de estas estructuras conservadas «a nuevo». Las visitas guiadas ofrecen a los interesados en la arquitectura una experiencia educativa que se extiende más allá de la biología.
Una de las joyas del parque es su biblioteca centenaria, que también está abierta al público y ofrece una charla guiada que enriquece aún más la visita. El Eco Parque se presenta como un espacio donde la historia y la modernidad se encuentran, uniendo la educación patrimonial con la ambiental.
Una Invitación Abierta y Accesible
Reino expresó satisfacción con la acogida del público subrayando que los cambios han sido bien recibidos, aunque reconoce el desafío de reeducar a una población acostumbrada al zoológico tradicional. Con una entrada libre y gratuita, el Eco Parque democratiza el acceso a la naturaleza y el conocimiento, un esfuerzo que se ve reflejado en las más de 30,000 personas que visitaron el parque en un solo día durante las vacaciones.
«Es un lindo atractivo, un doble atractivo», concluyó Reino, realzando la fusión de la tarea relacionada con el medio ambiente y la preservación de los elementos históricos y animales del antiguo zoológico.
El Eco Parque de Buenos Aires se consolida como un lugar de encuentro entre la naturaleza y la urbanidad, ofreciendo a los ciudadanos y visitantes un espacio único para aprender, disfrutar y proteger el medio ambiente. Con sus puertas abiertas todos los días, su legado histórico y su misión de conservación, el Eco Parque se erige como un pilar esencial para la educación ambiental en la ciudad.