Explorando las complejidades del Che Guevara: una charla con Matías Purichelli

Explorando las complejidades del Che Guevara: una charla con Matías Purichelli

En el Cultural San Martín se presenta «Descubriendo al Che», una obra que profundiza en los últimos momentos de la vida de Ernesto «Che» Guevara. El director Matías Purichelli nos cuenta sobre la creación de esta puesta en escena.

En la sala B del Cultural San Martín, aquí en Sarmiento 1551, los sábados a las 21 y los domingos a las 20 y hasta el 18 de junio, sube a escena la obra Descubriendo al Che, hipótesis desordenada sobre quién fue el Che Guevara. Narra la historia, las últimas horas de Ernesto Guevara en la selva boliviana, por supuesto cuando fue ejecutado en 1967, octubre. Pero esa es la situación de partida, ese es el punto de partida para imaginar muchas cosas que le pasaron por la cabeza antes de morir el Che, de ser asesinado.

Y por supuesto ahí se están presentes su hija Leida, Leida su mujer digo, Celia de la Serna su mamá, Fidel Castro por supuesto, Alberto Granado, el gran amigo del Che. Esto es toda una indagación sobre la vida del Che, y el director de la obra se llama Matías Pulicheri, y Matías Pulicheri está en comunicación con nosotros. ¿Cómo estás Matías?, ¿cómo te va?.

Matías: ¿Qué tal?, buenos días.

– ¿Cómo estás?, ¿todo bien?.

Matías: Bien, por suerte.

– Bueno, bueno, es una obra de Miguel Losupone, y estás vos junto a Francisco Ruiz Bartlett, que también se pone en la piel del Che, .

Matías: Exactamente, ese es el equipo inicial.

– Bueno, contame, digo, ¿qué personaje que es el Che invita a esta reflexión sobre qué le habrá pasado por la cabeza, y cuáles serían, fuera de sus intereses mayores, que tenían que ver con la revolución en Cuba, pero ir a hacerla a otros países, pues un ser humano también,

Matías: Totalmente, ese fue como el objetivo inicial, Yo cuando acepté el proyecto no era un gran conocedor del Che, y lo que más me inquietaba era como conocerlo, ¿viste?, es decir, bueno, más allá de esta figura que puedo ver en las remeras, los tatuajes, , quién estaba abajo de ese ícono, con la dificultad que conlleva poder como descubrir realmente quién está abajo de algo tan estatua por momentos,

– Claro, exactamente.

Matías: Y sobre todo para poder hacer ese ejercicio y que pase lo mismo con el público, Como que yo, mi percepción era, a mucha gente le va a pasar lo mismo que a mí. Entonces, cómo hacer para humanizarlo y para ver cuáles sean sus matices, más allá de lo que decías vos, como lo político que es bastante evidente, cómo fue ese camino a esos grandes discursos, más allá del discurso en sí, sino el discurso que llevaba en la sangre, digamos,

– ¿Y cómo era tu Che personal antes de abordar esto? Digo, ¿qué pensabas del Che y qué te interesaba de la figura del Che?

Matías: Mira, a mí me interesaba en principio mi contradicción con respecto a él, Que por un lado hay un montón de cosas en las que yo coincido y de repente me encontraba con que además mataba gente en pos de ese ideal, digamos,

– Sí, sí. Claro, eso sí.

Matías: Y eso, como que al principio, a mí era como una especie de paredón de hormigón, como una sombra, como algo que no le prestaba atención, que me distanciaba y en un momento me animé a aceptarlo, ¿viste? A partir de esa aceptación, lo que más me conmueve de él es algo que es muy de, tal vez como del ámbito artístico también, es la convicción tan grande por lo que él creía y no haber claudicado en nada. Eso mismo, por un lado, me genera la contradicción de que es probable que por eso mismo haya muerto tan joven, Y qué hubiera pasado si él, tal vez en una postura muy fría a la que estoy diciendo, hubiera elegido estar vivo y todo eso no te iba a hora, pero mucho más tiempo y ese mensaje que tal vez políticamente le hubiese servido mucho a América Latina, que más allá de Fidel, siga activo,

– Matías, en la obra hay también una intervención que tiene que ver con el audiovisual, cámaras en vivo, hace algo que estamos viendo últimamente, sobre todo Calleaco, que es quien va al teatro en este programa, que sucede mucho tiempo, obras que se cuentan en dos tiempos, contanos un poquito cómo es eso.

Matías: Bueno, esta es la primera vez que yo laburo con tanta tecnología en el escenario, estaba un poco más peleado con esa idea, y acá en principio pasó que Miguel, en el primer texto que él me entrega, tenía la idea de que esas proyecciones, ¿viste? Y para mí el concepto de proyección me quedaba viejo. En un momento descubrí que tal vez el mecanismo que pudiera habilitar la imagen en escena tenía que ver con, como si fuese mi escritorio de Windows, O sea, todo lo que yo estaba encontrando y buscando, que a mí me hipnotizaba y que sentía que a mucha gente que viera la obra también le podía servir. Vio ver al Che vivo, a Granado, a los tipos que lo capturaron. A partir de ese puntapié apareció la otra cosa que a mí me inquieta, que es como ver las fotos y verlas de cerca, el gesto a la madre, la sonrisa, detenerme en los hijos y las hijas del Che. Entonces las cámaras en vivo empezaron a funcionar para, además de tomar material filmico fotográfico y poder mostrarlo de cerca, entonces como de repente hay una cámara que se puede acercar a una foto, también para mostrar la escena de cerca, De repente como hay cosas como muy íntimas de cada escena, de gestos entre el Che y la madre, que de repente una obra que tiene un despliegue se pierde. Entonces acercar eso nos pareció como una buena manera también de humanizar una actuación que estaba pretendiendo también construir un ícono. Entonces ahí se armó un dispositivo entre las pantallas de televisión y los proyectores que le dan dinámica y le dan, a mí puntualmente me parece como un tono también medio, como son todas teles antiguas, como de intimidad pero desafiándolo, De cámaras de seguridad.

– Sí, sí, casi cámaras de seguridad, claro.

Matías: Total.

– Claro. Exactamente. Claro. Estamos charlando con Matías Purichelli, director de Descubriendo al Che, hipótesis desordenada sobre quién fue el Che Guevara, esta obra que puede verse todos los sábados y domingos, en diferentes horas, sábados 21 y domingos las 20, en la Sala B del Cultural San Martín. Matías, ¿qué tal?
– Bueno, el Che Guevara no siempre ha sido llevado al teatro o a la pantalla de la manera que nos gustaría o que hubiera sido interesante, por eso te quería preguntar, ¿cómo fue la búsqueda del actor, no solo para el Che Guevara sino también para Fidel Castro y para el amigo Alberto Granada? ¿Cómo fue esa búsqueda?

Matías: Bien, fue difícil por un lado y por otro lo que más prioricé yo fue como armar un elenco de gente, de intérpretes que estuviesen dispuestos a la investigación, ¿viste?, a la exploración. No estaba buscando armar un estereotipo, no buscar gente parecida. Después con Fran, que es el protagonista del Che, bueno, hicimos como la barba y el pelo del Che. Pero la realidad es que lo que más nos interesaba era poder construir un hecho artístico, , creativo. Entonces busqué actores disponibles, creativos y físicamente, que no fuesen extremadamente distintos, pero que no tuviesen un parecido así como por lo menos a priori, ¿viste? Sobre todo porque no me interesaba que hablen en cubano, no me interesaba que se parezcan demasiado, porque de alguna manera sentía que nos iba a generar la cristalización de esos personajes y eso es una representación. Y lo que yo quería era tratar de acercarnos lo más que pudiéramos, ¿viste?, como de tocarlos de cerca, pero no de querer repetirlos. Entonces busqué un grupo así y la verdad que estoy feliz porque es un elenco increíble.

– ¿Y en esa investigación, más allá de trabajar con el libro de Miguel Losupone, fueron a otras fuentes, buscaron diferentes visiones sobre estas figuras como para enriquecer y seguir en esa búsqueda?

Matías: Sí. La verdad es que yo escuché y leí todo lo que pude, Soy muy gemeniano, entonces estoy como con las antenas abiertas todo el tiempo y de hecho tengo amigos así como en las antípodas por completo, que cuando se entraron que estaba haciendo esta obra, me mandaban material, así por lo bajo, como para despistarme.

– Un material que lo criticaba, seguramente.

Matías: Sí, porque además hay de todo, o sea, hay de todo. Y yo le decía, en este caso me sirve y me encanta porque también me parece que lo más importante es que la obra formule una pregunta, porque la aseveración es como… tampoco creo que le sirva a la época, ¿viste? Así como no creo en los liderazgos que no aceptan los errores. Entonces siento como que esa mirada era más rica, aún después diciendo, che, yo sostengo que lo banco, digo, dispongo lo que hay sobre la mesa, lo que a mí me genera contradicción, lo que no, me parece una mirada más humana.

– Y sin revelar demasiado, ¿hay una conclusión final sobre quién fue Guevara en esos momentos finales?

Matías: Esa es una buena pregunta, me la han hecho. Más o menos, no hay una conclusión así como tan determinante, ¿viste? Creo que sí tiene que ver con lo que mencionaba antes de la convicción, O sea, hay algo que sí descubrí que es un tipo que se la bancaba fuerte. Y eso me parece lo que a mí por lo menos más me queda resonando cuando termino la obra. Yo estoy en escena porque soy como el narrador de lo que pasa, ¿viste? A modo de biopic, como Narcos, que tenés en ese caso al agente del FBI que viene contando un poco cómo fue perseguirlo. Pasa lo mismo, y un poco lo que… constantemente lo que yo hago es ir observándolo y la pregunta que se sigue haciendo durante toda la obra es ¿quién era el Che Guevara? Porque es un tipo que además tiene una cantidad de capas, Realmente creo que si sigo investigando me voy a seguir sorprendiendo. Entonces es inabarcable en un punto. Lo que no cambió nunca es la determinación que tuvo desde que encontró cuál era su convicción, su deseo. Y por tanto con eso vienen sus sombras, Como la dificultad que tuvo para acompañar a su familia, la distancia a la que estuvo de su madre por más cartas que le mandó, La mamá se murió, él estaba en África.

– Es un desafío también, porque el Che público es un nombre recio, un nombre de discurso fuerte. Vos hablaste del discurso de la UNO, y el discurso de la UNO es completamente… es muy impactante que el tipo diga, fucilamos, fucilaremos. Entonces, obviamente abordar un Che intimista siempre es un desafío, me parece que es un buen punto de partida.

Matías: Bueno, de hecho, esa frase que vos traes, yo justamente la uso, y lo que menciona en la obra es, cuando escucho esta frase, lo primero que hago es buscar en Google qué significa fucilamiento, porque en otro discurso él dice que no hablaban los asesinatos, que me parece una contradicción muy grande. Bueno, y a partir de eso, explicamos, para los que no saben la diferencia que hay, y hay todo un cuadro en el que mostramos de alguna manera al Che fucilando a alguien, Y ahí lo que yo digo es, no pude, no lo pude asimilar. Y a partir de eso, bueno, no quiero spoilear, pero hay alguna estrategia teatral para salir de ese broche,

– Exactamente, no despoilemos más la obra, invitemos a la gente, porque está hasta el 18 de junio, no quedan tantas funciones, porque son funciones de fin de semana, de sábados a las 21 y domingos a las 20, en la Sala B del Cultural San Martín. Hay que meterse en el Cultural San Martín y se redirecciona directo a comprar las entradas.

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