Javier Porta Fouz, crítico de cine y periodista, nos lleva detrás de escena del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI), que celebra su 25º edición con una amplia programación y nuevas formas de explorar el cine independiente.
Claro, sí, sí.
¿Y cómo viene?
Arrancó ahora hace un rato y por un lado ves la gente en la fila presencial ahí en el Teatro San Martín y una señora que fue con todo anotado y le dijo a la chica: «Bueno, acá te lo traje día por día para que te sea más fácil», y toda esta especie de dedicación que tiene mucha gente con el festival. Y bueno, después por supuesto estaba viendo en Twitter que siempre colapsa la página en el primer momento cuando todo el mundo entra junto, pero eso se calcula que es inevitable, salvo que sea la NASA, no sé. Ojalá se pudiera solucionar, pero en un rato, igual hay gente que dice «ya tengo la entrada», pero siempre pasa lo mismo incluso con los conciertos que se organizan en River. Lo sé por mi hija mayor que cuando entran todos nadie entra, o sea, es así.
No, y estás virtual en la cola virtual, estás 35 mil.
Claro, sí.
Pero como si ya se agotó en cinco minutos, ¿hay algo que no está funcionando bien?
Claro, sí, sí.
Y es la idea de la multiespacialidad, que no es ningún tipo de espacialidad.
Absolutamente.
Hay algo ahí que es raro.
Absolutamente.
Bueno, y eso que nombras la cola en el BAFICI es algo que nació con el BAFICI, La gente con la grilla buscando, anotando, digo, no conozco otro festival donde haya pasado eso al menos en Buenos Aires. Entre las muchas cosas que inauguró el BAFICI está esa efervescencia,
Sí, y es un festival que nació con eso, como que estaba el público disponible, me parece.
Sí, claro.
Porque no es que tuvo que construir el público. El BAFICI en 1999, que fue la primera edición, nació con público.
Exactamente, sí, sí, sí. Bueno, ¿y cómo viene este año? ¿Cómo ha sido la selección? ¿Fue algo más fácil que otros años? ¿Más difícil? ¿Hubo una coyuntura que complicó de algún modo? ¿O la dinámica de BAFICI ya está tan aceitada que la cosa camina sola?
Y mira, la dinámica, nosotros tenemos una dinámica con el equipo de programación, como esos equipos que se dan el pase y ni se miran. Hay un punto en el que el trabajo, nosotros venimos con prácticamente el mismo equipo de programación con apenas un mínimo cambio desde el fin de 2015. Entonces, creo que era la única manera de hacer este festival en este plazo,
Porque empezamos…
Seguí, por favor.
Sí, sí, no, lo que digo, la convocatoria empezó en enero, que siempre termina en enero. Entonces, imagínate que fue un trabajo muy, muy veloz. A la vez, fue fácil en el siguiente sentido. Por ejemplo, el cine argentino, nos sobraron opciones,
Claro.
Al punto de que privilegiamos las premieres mundiales para todas las secciones competitivas, para la internacional y para la argentina. Todas las películas argentinas son premieres mundiales.
Bueno, como siempre, hay tres competencias y un premio del público y después muchos premios que no son oficiales. ¿Qué nos podés contar como para hacer un?
Siempre se dice lo mismo, aparte, ¿viste? Se dice el soltero empedernido, se dice BAFICI inabarcable. Sí, es abarcable si tenés más tiempo que el que dura el festival. Por lo tanto, sí, es inabarcable. Es técnicamente inabarcable, porque la cantidad de horas de programación es mayor a la cantidad de horas que dura el festival. Incluso, es mayor a la cantidad de horas, no que dura, sino que existe realmente. Obviamente. Empieza a las 11.45 de la mañana y termina un poco después de la medianoche la función. Te podés ver cinco, seis, haciendo un gran trabajo de ajedrez, podés ver seis por día. Pero si no, cinco es el máximo y, claro, sí, es inabarcable. Entonces tenés las tres secciones competitivas que en total suman 85 títulos entre largometrajes y cortometrajes. Una competencia la podés seguir seguro. Una competencia que son 16 programas, es decir, a dos funciones por día durante ocho días, la ves entera, sin siquiera invertir tanto tiempo. Dos competencias también se pueden seguir. Ya tres lo veo más difícil, las tres competencias. Pero bueno, sí, es un festival que tiene, por chat, digo, 85 títulos en sección competitiva y casi 200 más fuera de las competencias.
Claro, claro.
Bueno, ¿y qué me podés contar de cómo vienen las competencias? Digo, el BAFICI también es una especie de termómetro de cómo es el cine, de cómo está el cine independiente en el mundo. Y me parece que en vos tiene ahí como un buen catalizador porque, sabiendo tu trabajo como crítico, sos alguien que mira el cine de una manera muy particular. Y conoclaste en algún punto, que me parece eso siempre muy rescatable. Digo, ¿esa impronta tuya tratás de dársela a la dirección a la hora de elegir películas?
Sí, y a la vez sé que, digamos, a mi parecer como crítico, que bueno, igual yo estoy escribiendo mucho menos que antes como crítico de cine, e incluso lo que estoy escribiendo como crítica ya ni siquiera lo pensaría estrictamente como crítica de cine, estoy escribiendo de otra forma. Pero más allá de eso, yo creo que mi mirada crítica y todo eso es una parte de la idea de dirigir un festival o de programar un festival. Siempre hay que tener en cuenta otros factores. Y además para eso somos un equipo de programación, en el cual considero siempre hago el chiste de que soy bastante democrático, pero es verdad, porque hay películas que yo, a mi parecer, a mí esta película no me gusta, pero a la vez si al resto del equipo le parece bien es porque algo cuadra en el festival. Igual diría que me gusta la inmensísima mayoría de películas que tenemos. Y después hay algo de eso de que decís de iconoclasta, yo lo que no quiero es que los aficis quedan quilosados en una idea de qué son las películas que van a los aficis, películas que se piensan ya en una lógica de festivales, porque además, el cine va cambiando, los festivales van cambiando, y además hay algo de no atarse a lo que parece ser el mandato. Hay una película en particular, la que le voy a dar bastantes ejemplos en las entrevistas, ya la tuve dando de ejemplo, es una película que se llama Vim Blanche Hulébec, que es con Michel Hulébec, el escritor, es decir, el protagonista de la película, como actor, haciendo de sí mismo. Bueno, es un personaje que se llama Michel Hulébec, y la coprotagonista es Blanche Gardin, que es una cómica francesa, y actúa Gaspar Noé en un cameo. La dirigió un señor que participó en Cannes con películas anteriores, o sea, es un señor con trayectoria. Vimos esta película en enero, nos la ofreció la distribuidora, y yo dije, bueno, es una comedia graciosísima, tremendamente incorrecta y todo eso, digo, esta película la vamos a tener seguramente después de que pase por el Festival de Berlín. Era obvio, estaba lista para estrenarse en Francia la película, y Berlín me iba a hacer, entendía yo, el estreno internacional. Bueno, este aquí, que la película se va a dar por primera vez fuera de Francia, en el Bafisi, o sea, tenemos el estreno internacional de una película que es grande, en términos europeos, con Hulébec, o sea, y dije, y mi pensamiento es, no lo sé, digo, pero no se puede no haber dado en Berlín, no se dio en Berlín, y yo creo que tiene que ver con cierta homogeneidad que hay a veces en los festivales. Bueno, esta película, que es una comedia absolutamente incorrecta en los términos de lo que se piensa hoy, como la corrección de lo que se puede decir, lo que no se puede decir, con lo que se puede hacer chistes, con lo que no se puede hacer chistes, y es una película maravillosa. No entiendo cómo se la pierde un festival grande, y de hecho, la película estuvo en el mercado de Berlín, que es algo que está fuera de la selección oficial, para venderse a compradores, y nada más, y se va a dar por primera vez fuera de su país de origen, en el Bafisi. Entonces, hay algo de eso que nos hace sentir orgullosos a nosotros como equipo, que no estamos midiendo, ¿viste?, cuál es la temperatura ambiente del resto de los festivales. Bueno, nosotros tenemos nuestro propio criterio. Eso me parece que el Bafisi tiene que tener la esencia del Bafisi, que es una esencia mutante, en un punto, o que está abierta a ver qué hay de nuevo, y sobre todo, sí, qué hay de esto de iconoclasta.
Javier, te quería preguntar puntualmente por un par de focos. Uno es el de Giacomo Abruzzese. Siempre otra cosa del Bafisi, Estos nombres que nos trae, que la verdad la mayoría no sabemos quiénes son, y aparecen en el Bafisi, y ha pasado de Bruce la bruza, no sé, el que vos quieras nombrar, y me llama la atención un par, como Giacomo Abruzzese o como Cristian Sánchez. Digo, ¿cómo llegan a estos nombres?
Bueno, Giacomo Abruzzese es un director italiano que venía con muchos cortos muy premiados. Fireworks es uno de ellos, que anduvo por todos lados. Después hizo un par de largometrajes, uno en codirección que se llama Fame, que es sobre artistas que toman una ciudad en Italia, Street Art. Y después, el año pasado había dado Disco Boy en la competencia oficial de Berlín, o sea, la competencia uno. Y cuando la película nos la presentaron el año pasado, nosotros ya habíamos cerrado la programación, y yo no la había visto el año pasado. Entonces, como habíamos cerrado ya y la película nos llegó medio tarde, y ese año lo conocí a Giacomo en un festival en Serbia, el festival de Kusturica, que fui invitado. Es de Kusturica Real, es su festival. Y lo conocí ahí a Giacomo y me dice, bueno, mi película nunca se dio en Argentina, Disco Boy, finalmente. Bueno, entonces dije, bueno, la veo y vemos si nos gusta. Y de repente Disco Boy me parece una de las grandes películas que va a tener la edición XXV de La Física, que es una película que, mirá lo que te digo, para mí se gana el derecho, como muy pocas otras, ya hubo un montón que hicieron esto, de citar a Bella Tarea al final. Se lo gana, pero con creces el derecho. ¿Viste el final de Bella Tarea? Que está Denis Lavant bailando, y que viene de la legión extranjera. Bueno, esta película es una relectura de alguna manera, pero en realidad el personaje principal, que es Franz Robórzky, que es uno de los actores estrella del cine europeo en este momento, va a la legión extranjera y el final es otra cosa, pero claramente está citando la película de Claire Denis, que es una película clave en los últimos cuartos de siglo para el cine mundial. Bueno, Abruzzese es un personaje extrañísimo, a partir de su cine, no él, porque su cine es bastante mutante, como que adquiere diferentes personalidades según sea el tema que trata, y parece ser hábil en todos lados, y es un cineasta de cuarenta y pico de años. Y el que me preguntaba…
Sí, Cristian Sánchez.
Es Cristiano, con acento en la A. Cristian Sánchez, a la chilena, bueno, lo que tiene de gracioso tanto Cristian como Gonzalo García Pelayo, que es el otro que está en esto que llamamos… Se me ocurrió poner retrospectivas del presente, que es un sinsentido, pero porque tanto Cristian como Gonzalo, cuando el Bafisi les dedicó unos minifocos en el 2006 y 2010, respectivamente, bueno, 2006 fue Cristian y 2010 fue Gonzalo García Pelayo, estaban prácticamente retirados del cine, los focos se hicieron con películas que tenían entre 20 y 30 años, y después volvieron a dirigir, no solo volvieron a dirigir, sino que están especialmente prolíficos. Gonzalo García Pelayo hizo como diez películas en un año ahora, y Cristian hizo como cuatro, nosotros dábamos dos de las de Cristian, porque nosotros no las terminó, pero están casi listas. Y Cristian, bueno, es como una especie de prócer del cine independiente chileno, un outsider absoluto, y hace una película, es una comedia, se llama Voy y vuelvo, y esto es una especie de película de zombies, independiente chilena, Eso sí, son esas cosas que probablemente solo el Bafisi acerque al público.
Bien, bien. Estamos en charla con Javier Portafus, director artístico del Bafisi, porque del 17 al 28 de abril vuelve, esta vez en su edición número 25, este Festival de Cine Independiente de Buenos Aires. Están terminadas las funciones de apertura y de cierre, porque en apertura está Skull Privada, Funciones Thorny, de Lucía Seles, y después en el cierre me llamó la atención, hay un recital de Sumo, de obras del año 87, Fuck You, el último show.
Sí, es el último obra que hizo Sumo.
El último obra.
Sí, y bueno, es una película, como se diría ahora, low-fi, en cuanto a formato de origen, era una cámara VHS, porque José Luis García fue convocado para que fuera a grabar a Luca y a los demás, desde el viaje hacia obras, todos los momentos previos, las horas previas, en el bar, ensayando, no ensayando, hablando, y está todo, antes del concierto, el durante, en una especie de documento potentísimo.
¿Eso no se vio nunca? Va a ser uno de los grandecitos.
No, había un crudo que alguna gente había visto, un crudo que era mucho más largo y no tenía forma de película, el crudo lo había visto alguna gente, pero obviamente, está grabado hace un montón de años, treinta y pico de años, y alguna gente lo había visto, pero no, no, la película se va a ver ahora por primera vez.
Qué maravilla. Y te pregunto nada más, con respecto a la sección rescates, porque también hay unas joyas, bueno, está París, Texas, que es un clásico, o por ejemplo, un recital de suigéneris, el show de Luna Park, de Ove Camín,
Sí, la película que hizo Ove Camín, bueno, filmó en el 75 y se estrenó en el 76, hay cosas muy tremendas ahí que los propios chicos que habían ido a ver el recital en el 75, después no podían entrar a ver la película porque era prohibido para 18. Fíjate el cambio en el país en un año,
Sí, sí, a mí se me ocurrió que Ove Camín fuera el protagonista de esos spots que desde hace dos años estamos haciendo en el Badafinsi, que voy a charlar yo con algún director veterano, y hablamos de diferentes cosas, después quedan ciertas definiciones, que hicimos con Manuel Antín en 2022, con Adolfo Aristagráin en 2023, y ahora se me ocurrió que Ove Camín, que tiene 80 años ya, que si uno lo ve jovial y yo qué sé, tiene 80 años, entonces dije, bueno, vamos a estar a hablar con Ove, y charlando, dijo, acá en la FUCA hay una copia de Adiós Suigéneris en 35, y ahí ya teníamos todo cerradísimo, pero bueno, vamos a hacer entrar esto, porque, sí, sí, vamos a hablar de la sección rescate. Sí, la sección rescate de este año es especialmente fuerte, especialmente fuerte.
Sí, después de Hora de Scorsese, de todo.
Sí, después de Hora de Scorsese estaba, se dio en Berlín este año la versión restaurada, era como, bueno, ya sabemos que está disponible, que la señala el Festival de Berlín, pero después nos pusimos a revisar el catálogo más grande de películas de otras décadas, disponibles para ser exhibidas en cine, y de repente me di cuenta, en París, Texas, cumplía 40 años, ese igual es otro catálogo, pero 40 años de París, Texas, 25 años de, que un programador ya me había llamado la atención hace rato y me había olvidado yo, 25 años de Office Space de Mike Judge, película que acá se llamó Enredo de Oficina, que fue un fracaso monumental en la Argentina, y que es una comedia de culto a esta altura que todo el mundo reconoce momentos, cita momentos, y después 50 años de Rescate del Bélgamo 1, 2, 3, que para mí es una película clave del mejor periodo del cine estadounidense, que son los 70,
Y una más antes de despedirte, que tiene que ver con aniversario, son los 20 años de la muerte de Jorge Polacco, un director que merece una revisión de algún modo, no sé si tiene que ver con la calidad de su cine, pero sí con las intenciones de Jorge Polacco,
Mirá, cuando vimos la película esta de María Onis sobre Jorge Polacco, que se llama Jorge Polacco, la película, a todo el equipo le pasó lo mismo. Dijimos, ah, pero acá estaba el verdadero transgresor, en