«El campamento es un programa de verano que se organiza este año, y los previos, desde hace un tiempo, en este formato que se sostiene durante todo el mes de enero y hasta la mitad de febrero», explica Aracil con entusiasmo. «Son actividades diarias, menos los martes, que es el día que el museo está cerrado». Se trata de un abanico de propuestas gratuitas «que tienen el arte como herramienta para generar experiencias, espacios de aprendizaje y también momentos para pasárselo bien».
Uno de los pilares fundamentales de este campamento es su enfoque integral, que busca involucrar a toda la familia. Así lo destaca Aracil: «No solo para niños y niñas, sino también para sus familias, padres, madres, abuelos, juntándolos con artistas y educadores, haciendo un poco del museo un espacio de encuentro». Esta visión apunta a romper con la idea de un campamento tradicional donde los niños son dejados a cargo de monitores. En cambio, se incentiva la participación intergeneracional, promoviendo un ambiente de intercambio.
Las actividades están diseñadas para estimular la curiosidad y alimentar el acercamiento natural al arte. «Queremos estimular el acercamiento al artístico, ya que hay algo muy natural en ello», comenta Aracil destacando la dimensión didáctica de las visitas guiadas por las exposiciones del museo. Actualmente, se pueden explorar diversas muestras, entre ellas una notable exposición titulada «Destellos del otro mundo», que invita a los visitantes a experimentar la obra de Selena Sheiza. Esta artista transforma una sala completa en una gran pintura sobre la cual los asistentes pueden recostarse y observar, agregando una dimensión inédita al acto de apreciar el arte.
El museo no trabaja aislado. «Es el museo entero el que se pone a disposición de esta experiencia de verano», afirma el jefe educativo, aludiendo al esfuerzo coordinado entre curadores, artistas y el departamento educativo. Un ejemplo es la colaboración con el grupo de arte y salud, cuyo trabajo se centra en investigar cómo el arte puede influir positivamente en el bienestar personal y ambiental. «Hoy de hecho arranca a la una de la tarde un espacio que coordina unas artistas que trabajan de manera colectiva como grupo de arte y salud», señala Aracil. Estas sesiones no son meramente teóricas; son también encuentros prácticos, guiados por artistas como Emilia de las Carreras y Marina Dalles.
Un aspecto innovador es la introducción de nuevas formas de expresión artística. «Durante todo este mes y el mes que viene va a haber distintos espacios que no reducen lo artístico a la pintura o al dibujo», explica Aracil, enfatizando la incorporación de medios audiovisuales y sonoros. Estas exploraciones buscan desafiar la percepción sensorial y alentar el uso de otros sentidos más allá de la vista.
La participación en estas actividades viene respaldada por la accesibilidad. «Las actividades del programa son gratuitas», afirma contundentemente Aracil, aunque hace hincapié en la necesidad de registrarse previamente debido a la alta demanda que ha dejado algunas sesiones completamente llenas.
El programa también cuenta con modalidades virtuales, permitiendo a quienes no puedan asistir físicamente seguir disfrutando de las propuestas desde cualquier parte del mundo. «Hemos organizado varias actividades que son talleres virtuales con artistas», añade Aracil, proyectando el acceso al arte más allá de las fronteras físicas del museo.
Para participar, los interesados deben visitar la página oficial del museo (museomoderno.org), donde se detalla la agenda que se extenderá hasta mediados de febrero. Esta plataforma se convierte en una puerta de entrada a un mundo de posibilidades, donde el arte y el aprendizaje van de la mano para generar un impacto positivo y duradero.
Con programas como este, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires no sólo reafirma su lugar como un espacio cultural vital, sino que también se desmarca como un innovador promotor de bienestar a través del arte. «Les invitamos a que vengan», concluye Alfredo Aracil, extendiendo una cálida invitación a disfrutar de lo que promete ser una experiencia única y enriquecedora.