El próximo jueves 3 de julio, a las 18 horas, la Sala 13 del Centro Cultural Recoleta abrirá sus puertas al público con la exposición titulada «Yo Recuerdo: Arte y Memoria». Este evento se enmarca en la conmemoración de los 31 años del atentado a la AMIA, y fue curada por Helio Kapszuk, un especialista en Artes Visuales y Memoria, actualmente al frente del Departamento de Arte y Producción de la AMIA. La exposición estará disponible para el público de martes a viernes de 12 a 21, y los fines de semana y feriados de 11 a 21 durante un mes.
Kapszuk comparte con nosotros cómo el arte ha sido utilizado históricamente por la AMIA como una herramienta para mantener presente la memoria del atentado y contribuir a la construcción de una identidad nacional que no olvide. «La AMIA ha decidido trabajar su misión institucional también desde el arte, porque creemos que es una herramienta muy poderosa de comunicación», explica. «El arte no necesariamente tiene que transmitir una idea, pero cuando lo hace, es sumamente pregnante».
El curador destaca la importancia de esta muestra en particular, ya que el arte ofrece una «excusa para recordar», especialmente para aquellos que no tienen una memoria vivencial del atentado: «Ya hay 60% de la población argentina que no tiene memoria vivencial. La gran pregunta ahí es cómo se puede generar memorias sin recuerdos propios», se cuestiona Kapszuk. A través de esta exposición, se busca abordar esta inquietud, permitiendo a las nuevas generaciones sumarse a una memoria colectiva a través de testimonios artísticos.
La muestra se compone de obras de destacados artistas argentinos. El Tano Verón, conocido por sus afiches contundentes, Martín Ron con sus mini murales en post-it, y Alejandra López, una de las retratistas más célebres del país, entre otros. Kapszuk resalta el valor añadido que brindan las técnicas utilizadas por estos artistas: «En el caso de Alejandra López, sus fotos están impresas en papel reciclado a partir de diarios del noventa, el papel es de la época, está reconstruido, lo que da un sentido especial a la obra».
Este tipo de exposiciones permiten detener el tiempo, «parar el trabajo corrosivo del olvido», afirma Kapszuk. Esta cita con el arte no solo honra a las víctimas del atentado, tanto fatales como sobrevivientes, sino que también alimenta la conciencia colectiva y mantiene viva la demanda de justicia. «La recordación es el reclamo de justicia», enfatiza, subrayando la función tenaz del recuerdo ante la impunidad.
Además, Kapszuk destaca otras formas de trabajo permanente en memoria de las víctimas del atentado a la AMIA. Este trabajo, detalla, no es de aniversario, sino anual y continúa en tres dimensiones: «Trabajamos con los familiares, con 40 o 50 acciones por año, y con las nuevas generaciones, que es lo que más nos preocupa». Un ejemplo es la canción de Mateo Sujatovic, que ofrece una sencilla pero potente manera de recordar: «Yo no estuve ahí, me lo contaron para no olvidar».
La exposición no solo remite a lo que sucedió hace 31 años; también impulsa la preparación de iniciativas como acciones en redes sociales y obras de teatro que alcanzan una alta visibilidad. Kapszuk menciona «La Silla Vacía», una obra teatral donde familiares de víctimas narran sus experiencias en el escenario de AMIA: «Es una experiencia que lleva desde la emoción hasta la risa, entendiendo la memoria, el reclamo de justicia y la resiliencia».
Finalmente, Kapszuk invita a todos a participar en la inauguración y a visitar la muestra durante este mes. La exposición es una propuesta que no sólo recupera un espacio de memoria en el icónico Centro Cultural Recoleta después de ocho años, sino que también se presenta como una oportunidad de aprendizaje y reflexión sobre eventos cruciales de la historia reciente de Argentina.
«El arte nos ayuda a parar el trabajo corrosivo del olvido», concluye Kapszuk, recordándonos así el poder de la memoria como elemento esencial para la construcción de una sociedad más justa. En este sentido, la exposición «Yo Recuerdo: Arte y Memoria» no solo es una oportunidad para el recuerdo, sino también un llamado a la acción en la lucha constante por la justicia y la verdad.