Charlamos con Santiago Ballende, investigador de la Biblioteca Nacional y organizador del mencionado ciclo, quien nos brinda una perspectiva detallada y apasionada sobre esta iniciativa cultural. «El ciclo de cine, Memorias Salvajes, son seis películas. Corrijo un pequeño detalle de la información que dije recién», insiste Santiago al inicio de la conversación, subrayando la importancia de cada proyección. «Por gentileza de la directora, que ha cedido su película, el 3 de marzo tendremos aquí el estreno de La Casa de los Conejos».
La propuesta del ciclo abarca un recorrido cinematográfico que se origina en tiempos de plena pandemia. Santiago explica que, en aquella primera etapa, seleccionaron filmografías de los primeros exponentes de esta generación. «Habíamos seleccionado tres películas, que eran historias cotidianas de Andrés Haveler, Papá Iván de Marianes Roque y M de Nicolás Priviera. Algunas de las películas inaugurales de esta generación», aclara Ballende. En esta nueva edición presencial, el ciclo se centra en obras más recientes de la última década.
«‘El premio’, de Paula Markovich, que se refiere principalmente al exilio interno, es la película que abre el ciclo», explica Santiago. «Continuamos el 10 de febrero con ‘La idea de un lago’, una transposición de ‘Pozo de Aire’, el libro de Guadalupe Gaona llevado al cine por Milagros Mumentaler». Ballende detalla la programación con entusiasmo, indicando cómo se buscaron obras de relevancia que en muchos casos circularon ampliamente por festivales internacionales, pero que no tuvieron la misma presencia en el circuito local.
El ciclo explora temas universales como el terrorismo de Estado, a través de experiencias individuales que cobran vida en la pantalla. «Los nuevos lenguajes y tonos que esta generación aporta al cine tratan de construir una expresión inédita sobre el terrorismo de Estado y la desaparición», destaca Santiago. Las películas seleccionadas integran el uso de archivos personales, fotografías de álbumes familiares y cuadernos íntimos, dándole un enfoque íntimo y poético a estas narrativas históricas.
Un ejemplo destacado es «La Casa de Arguello», de Valentina Llerena, que cierra el ciclo el 10 de marzo. Santiago explica: «Narra la historia de esa familia desde el punto de vista de cuatro generaciones de mujeres. La transmisión generacional es una temática central». La carga emocional y la reconstrucción histórica son elementos que Santiago resalta constantemente, delineando cómo estas películas no solo relatan historias del pasado, sino que también traen al presente las memorias de infancias interrumpidas.
Además, cada proyección se realiza en el Auditorio Borges, un espacio con capacidad para 200 personas, lo que permite disfrutar de estas películas en un contexto íntimo, libre y sin necesidad de reserva. «Estamos contentos de tener un buen espacio», afirma Ballende, reiterando la accesibilidad del evento a toda la comunidad.
El ciclo Memorias Salvajes, según Santiago, no es solo sobre mirar al pasado. Es también un testimonio colectivo que busca moldear la comprensión actual de la memoria y la identidad. La integración de nuevas generaciones, como señala Ballende con entusiasmo, es crucial. «Por ejemplo, la actriz que hace de Laura Alcoa en ‘La casa de los conejos’ milita hoy en la organización Nietes», menciona, refiriéndose a la continuidad del proceso de memoria en Argentina.
En relación a la muestra Hijos Poéticas de la Memoria, también parte de esta iniciativa cultural, Ballende explica: «Busca indagar en las producciones artísticas y culturales de nuestra generación, sobre todo aquellos emergentes de la década del 90. Un contexto de negacionismo de Estado donde surge nuestra voz». La muestra se organiza en torno a tres ejes temáticos: territorios, archivos e infancia, y nos desafía a reconsiderar las narrativas tradicionales sobre el pasado.
Por último, anticipa un festival en el marco del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Eventualmente, se proyectará «Adiós a la Memoria» de Nicolás Prividera, y diversas actividades de teatro y literatura completarán el calendario cultural del mes de marzo.
Para más detalles sobre la programación y las actividades relacionadas, los interesados pueden visitar la página web de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. «Gracias por la difusión», concluye Santiago Ballende, reiterando la importancia de este ciclo al afirmar que seguirá siendo un testimonio vivo de la identidad y la memoria colectiva de un país que sigue buscando sanar sus heridas a través del arte y la cultura.