Para ahondar en los detalles y virtudes de esta feria, hablamos con Juan Olcese, librero de Buenos Aires y responsable de la librería El Juguete Ilustrado, conocida por su encanto y amplia colección de libros únicos en Venezuela 615. Olcese destaca la importancia del evento: «El miércoles es la inauguración de la feria, que se inicia con una mesa redonda sobre la comercialización del libro a lo largo del tiempo. Habrá diversas personalidades del mundo del libro, como Horacio Tarkus, Juan José Cebrelli, Laura Malosetti y Roberto Amigo, bajo la coordinación del presidente de ALADA, Roberto Vega».
Un vínculo con la historia y la cultura
Para Juan Olcese y sus colegas, ser librero anticuario no es solo un oficio, sino una labor pasional. «No se puede trabajar sobre este objeto o comerciarlo si uno no lo entiende, no lo ama», enfatiza Olcese. Explica que el mundo del libro antiguo no se limita a mercaderes, sino a aficionados, coleccionistas, y libreros que exploran constantemente el pasado y el presente cultural a través de estos textos. «En la historia del libro, en esa pequeña historia, está la historia de la cultura, la historia de la humanidad», añade con firmeza.
Argentina tiene un rico legado histórico vinculado a las letras y publicaciones, una conexión que la feria explora profundamente. «En el centro de Buenos Aires donde se encuentra la feria, el Palacio de la Prensa es una piedra angular de esta historia, alojando la primera imprenta y biblioteca nacionales», recuerda Olcese. La feria, a través de sus 15 ediciones, ha mantenido viva la historia literaria de Argentina al dar visibilidad a piezas únicas y excepcionales.
Una experiencia accesible para todos
A pesar de lo que muchos podrían imaginar, la feria no está reservada para un público elitista. «Es importante romper con el mito de que son objetos inaccesibles o destinados solo para coleccionistas adinerados. Hay la posibilidad de conseguir valores muy razonables, como primeras ediciones de autores renombrados a precios justos», aclara Olcese.
La feria se concibe más como una celebración colegial que un evento exclusivo. «Es una fiesta, un intercambio entre colegas y amantes del libro… una experiencia tan estimulante como una visita a un museo», describe. Los visitantes podrán admirar ediciones raras del siglo XVI, grabados históricos, mapas, y una variedad de otros objetos impresos sin necesidad de ser expertos en la materia.
El legado de Martín Fierro
Dentro de esta edición, un destaque especial conecta directamente con el patrimonio cultural argentino: los 150 años de la edición del «Martín Fierro». «Este año habrá un stand dedicado al ‘Martín Fierro’, potencialmente mostrando ediciones tan antiguas como raras», promete Olcese. Este clásico de la literatura gauchesca se convierte en el centro simbólico de la feria, un recordatorio del profundo vínculo entre identidad, historia, y literatura.
Además del homenaje a «Martín Fierro», el Archivo Histórico de la Ciudad también participará, exhibiendo su impresionante acervo de documentos históricos, mapas y fotografías, ampliando así el rango de material disponible para el público.
El aspecto humano después de la pandemia
La última feria fue particularmente significativa debido a los desafíos globales de la pandemia. «Después de varios años sin tener la feria, es una oportunidad de reencontrarnos con amigos, clientes y el público en general», expresa Olcese, destacando el valor humano y social del evento. Más allá de las transacciones comerciales, la feria representa una comunidad que se reúne para celebrar un amor compartido por la literatura y el arte impreso.
La Feria del Libro Antiguo de Buenos Aires es una invitación abierta a recorrer los vestigios históricos impresos de la cultura local e internacional. Quienes se acerquen podrán disfrutar de un viaje a través del tiempo, desde la contemplación del pasado hasta la adquisición de patrimonio literario, todo en el encantador entorno de la Casa de la Cultura. Una cita imperdible para curiosos y amantes de las letras por igual.