Damián Benetucci: Un Adiós a una Vida Dedicada al Arte y al Rock Nacional

Damián Benetucci: Un Adiós a una Vida Dedicada al Arte y al Rock Nacional

La triste noticia se difundió a través de la cuenta oficial de Instagram de la Asociación Argentina de Coloristas Audiovisuales, y fue rápidamente compartida por colegas y amigos en el mundo de la música y el cine, como Andrea Álvarez y Flaco Estéreo, un conocido fan de Soda Estéreo que constantemente celebra el legado de la banda. Benetucci había dejado una marca indeleble en ese ámbito, sobre todo por su labor como fotógrafo oficial de la gira «Me Verás Volver» de Soda Estéreo, un evento icónico que reunió nuevamente a una de las bandas más influyentes del rock latinoamericano.

Damián Benetucci no solo fue el ojo detrás de las memorables imágenes de esta monumental gira que posteriormente se inmortalizaron en el libro «Diario de Gira», sino que también participó en la postproducción de más de cincuenta películas y series, estableciéndose como un colorista destacado en la industria cinematográfica. Su carrera comenzó con la película «Los Paranoicos» de Gabriel Medina en 2008, una obra que marcó el inicio de una trayectoria ascendente en la que trabajó junto a reconocidos directores como Santiago Mitre, Daniel Burman, y Marcos Carnevale. «Su habilidad para capturar el alma de una escena y traducirla en el cine era única. Cada proyecto que tomaba significaba para él la oportunidad de contribuir con su arte a la narrativa visual», recuerdan sus colegas.

Graduado en fotografía por la Universidad del Cine (FUC), Benetucci también supo combinar su pasión por el arte con otras facetas de su vida, como su amor por el deporte y su fervor por el club San Lorenzo. Su actividad como ciclista y corredor reflejaba su constante búsqueda de nuevos horizontes y experiencias.

No solo dejó huella en la gran pantalla y en el mundo de la música, sino que también en la escena local del rock argentino, capturando con su lente momentos íntimos y vibrantes de artistas como León Gieco, Gabo Ferro, y la inigualable Rosario Bléfari. “Sus imágenes narraban historias, transmitían emociones; era como si cada fotografía tuviera vida propia”, comentó emocionada Andrea Álvarez, quien lo describía como un amigo entrañable y un artista apasionado.

Benetucci trabajó en diversos estudios y laboratorios de renombre como Videocolor, Cinema Gótica, y Cinecolor Posa, lugares donde destacó por su talento para la corrección de color y su agudeza visual, reimaginando así diferentes atmósferas en una herencia cinematográfica que seguirá siendo disfrutada por generaciones. «Era una persona que sabía cómo fusionar la tecnología con la visión artística», destaca uno de sus compañeros de trabajo.

El trabajo de Damián también incluyó portadas de discos, campañas de prensa, y material visual que ayudaron a definir la imagen del rock argentino contemporáneo. Su legado es un testimonio del poder transformador de la fotografía y de la importancia de la conexión entre la música y la imagen, algo que él comprendía profundamente.

La vida de Damián Benetucci es recordada no solo por su contribución extraordinaria al arte y la cultura argentina, sino también por su espíritu generoso y su habilidad para ver el mundo a través de una lente que buscaba siempre lo mejor de la vida. En su honor, quienes tuvieron el privilegio de trabajar junto a él continúan celebrando su obra, manteniendo viva su memoria y su influencia en la narrativa visual de la nación.

Con su partida, el arte argentino pierde a uno de sus exponentes más talentosos, pero sin duda, su impacto seguirá resonando en cada imagen y película en las que alguna vez trabajó con su singular ojo artístico y su inquebrantable pasión por el mundo visual.