El Jardín Botánico se llena de versos: Festival de Poesía del Año

El Jardín Botánico se llena de versos: Festival de Poesía del Año

Este sábado 29 de enero, de 15:00 a 17:30, se llevará a cabo el primer Festival de Poesía del Año en el Jardín Botánico Carlos Thays, ubicado en Avenida Santa Fe 3951, Buenos Aires. El evento, organizado por Juan Botana, comunicador, escritor y gestor cultural, ofrecerá una experiencia en torno a la poesía que reunirá a entusiastas y curiosos en un entorno natural tan histórico como inspirador. El acontecimiento se repetirá los últimos sábados de cada mes durante todo 2022, ofreciendo al público una plataforma continua de expresión poética y literaria.

Botana, quien es una figura influyente en el ámbito cultural, comenta sobre el festival: «La idea es hacerla en un horario fijo y en un día fijo, el último sábado de cada mes, en el Jardín Botánico». Este enfoque busca aprovechar la singular belleza del Jardín Botánico como un «imán» para atraer a poetas, escritores y artistas de diversas disciplinas. La intención es clara: conformar una comunidad robusta y vibrante que crezca y se refuerce con cada encuentro.

El festival arranca este año consolidando lo que comenzaron en septiembre de 2021, cuando decidieron anclar el evento en el Jardín Botánico luego de haberlo realizado de manera itinerante en localidades como Lanús y Lomas de Zamora. Recordando el evento de diciembre, en el que asistieron 200 personas, Botana expresa: «Eso es una convocatoria grande para este tipo de eventos». La elección del lugar no es casual, ya que para Botana, quien creció cerca del Jardín Botánico, «es un lugar emblemático y lindo de la ciudad y del país».

La dinámica del festival, tal como lo describe Botana, es similar a un micrófono abierto pero a gran escala. Los interesados pueden inscribirse para participar a través del grupo de Facebook del festival. Botana también cuenta que el evento incluye una variedad de presentaciones que alternan poesía, música y actuaciones, donde los participantes tienen alrededor de cinco minutos para mostrar su arte. De esta manera, trenta o más personas pueden llegar a participar en cada sesión, llevando adelante un proyecto que, según Botana, es «un fenómeno diferente a lo que puede ser la escritura en tu casa».

La participación abierta es una de las fortalezas del festival. «Predomina el texto de autor», señala Botana, quien explica que muchos participantes prefieren mostrar sus propios trabajos en lugar de recitar poesías de autores ya establecidos. Esta situación propicia un entorno donde muchos encuentran la oportunidad de exhibir lo que previamente había permanecido en privado, algo que les permite experimentar y evolucionar artísticamente.

A lo largo del tiempo, el festival ha demostrado ser un espacio inclusivo y colaborativo, acogiendo a novatos y a aquellos que buscan redescubrir su voz poética. Botana destaca cómo el fenómeno virtual durante la pandemia facilitó encuentros y contactos con una extensa red de personas apasionadas por la poesía y las artes, incrementando la cantidad de actores culturales interesados en participar. Él mismo comenzó impulsado por la idea de que, si la poesía podía despertar interés en él, también lo haría en muchos otros.

El impacto del evento no es solo local. Botana recuerda una ocasión especial donde participaron personas de Montevideo y otras partes de Argentina, atraídas por la sede y la esencia del festival. Aunque las circunstancias del botánico obligan a un esquema más limitado, la esencia permanece: «A ver si te lo esperan, sí. Puede ser que no va a ser este sábado de enero y sea el último sábado de febrero…», asegura Botana, destacando el empeño en hacer que todos tengan su espacio.

La pandemia ha puesto a prueba la realización de eventos culturales, pero la adaptación y perseverancia del equipo organizador han hecho posible que el ciclo continúe. Botana expresa su esperanza de que este año finalice sin más sorpresas desagradables de la COVID-19 y que el festival pueda desarrollarse de acuerdo con lo planeado.

La intención de Juan Botana es clara: «Lo que queremos es que el festival sea un faro, que todos sepan que el último sábado de cada mes en el botánico pasa esto, y empiecen ahí». De esta manera, el Jardín Botánico no solo será un hermoso telón de fondo para este festival, sino también un lugar donde la poesía y la comunidad florezcan juntas.