La fusión entre los talentos de Adriana Arriba, Natalia Rosenblum y Ana Navajas, junto al diseño de Santiago Goria, ha dado vida a «El Gran Cuaderno», una revista de papel que «difunde voces latinoamericanas contemporáneas», según explica Navajas. El primer número ya es testigo de la participación de nombres como Federico Falco, Laura Wigner, Josefina Yargo-Ordózki, entre otros, todos ellos convergiendo para «buscar el cruce entre literatura y otras disciplinas artísticas».
La Gesta de un Sueño en Papel
Para comprender el origen de este proyecto, Ana Navajas nos relata cómo, tras años de intercambiar ideas con sus amigas y colegas, Adri y Nati, surgió finalmente la idea de la revista. «Pasamos por un montón de ideas y, de repente, la revista apareció a principio de año… todo fue como muy rápido», recuerda Ana. Aparentemente, una sincronización de sueños y la colaboración con Santigori, diseñador comprometido con el proyecto, hicieron de esta revista una realidad. «Para hacer una revista en papel tenés que tener muchas ganas de hacer una revista en papel», comenta Ana, reconociendo el esfuerzo y la pasión necesarios cuando se busca sostener una producción impresa en tiempos dominados por lo digital.
Un Objeto para Ser Usado
El formato y título de la revista no son meras coincidencias. “El Gran Cuaderno” se inspira en la primera novela de Agatha Christophe, un nombre que el equipo admira profundamente. El deseo de crear algo tangible y versátil también contribuyó a la decisión del título. Navajas expresa: «Queríamos que tuviera este tamaño y esta manipulabilidad… que sea fácil y lindo de agarrar, que tenga blanco, que se puedan tomar notas, que se pueda subrayar». La intención es clara: no sólo ofrecer una revista, sino un cuaderno vivo, susceptible de ser intervenido e impregnado con las experiencias personales del lector.
La Promoción de Voces Nuevas y Diversas
Más allá de querer entregar una plataforma para la expresión artística, «El Gran Cuaderno» se posiciona como un defensor de las voces no publicadas. “Tenemos la intención de difundir autores que no hayan publicado… hay mucha gente que escribe y nos interesa darle la oportunidad a esas personas”, afirma Ana. Este compromiso con lo emergente también se extiende a una ambición transnacional, buscando integrar voces de otros países latinoamericanos, como Perú y Bolivia, a esta narrativa compartida —aunque tal tarea no esté exenta de desafíos.
El Papel vs. Lo Digital
Ana Navajas aborda uno de los cuestionamientos más frecuentes: ¿por qué papel en un mundo digital? La respuesta es contundente: «…nosotras leemos en papel. Somos defensoras del papel. No nos gusta leer online». Mientras el mundo gira hacia la conveniencia de lo electrónico, «El Gran Cuaderno» abraza la autenticidad y el confort del papel, eligiendo asegurar una experiencia de lectura que invite a una interacción más personal con la literatura. «Me gusta marcar el libro… me encantan», confiesa Ana, dibujando la revista como un artefacto valioso y revisitable.
Hacia el Futuro
Ya concebida como una publicación cuatrimestral, el próximo número de «El Gran Cuaderno» está previsto para marzo. Creado por pasión y no con fines comerciales, el proceso de edición y producción enfrenta retos significativos, especialmente en el contexto económico argentino. Sin embargo, el equipo sigue adelante con su misión, impulsados por el amor al arte y al papel, mientras anticipan nuevas portadas que variarán con cada edición, en un gesto que aspira a mantener la frescura y diversidad visual.
Adquisición y Participación
Aquellos interesados en sumergirse en este crisol de literatura y arte pueden adquirir «El Gran Cuaderno» a través de su plataforma en Tienda Nube, accesible desde su perfil de Instagram. Este segundo hogar digital no solo facilita la compra de la revista, sino que también sirve como ventana a la comunidad literaria y artística que respalda y enriquece cada edición.
Con «El Gran Cuaderno», Ana Navajas y su equipo no solo traen nuevas historias, poemas e ilustraciones a la vida, sino que reafirman el papel como un espacio sagrado para la creación y la lectura, un rincón íntimo en la vasta esfera cultural, donde cada cuaderno se convierte en un nuevo capítulo de arte latinoamericano por descubrir.