La muestra comenzó el 14 de octubre y se extenderá hasta el 3 de noviembre en cinco sedes de la Ciudad de Buenos Aires. Estas funciones presenciales se llevan a cabo en espacios como la sala Lugones, el Auditorio Amigos de Bellas Artes, el Centro Cultural Ex-Correo Central (Ex-CCK), la Alianza Francesa de Buenos Aires y El Cultural San Martín. Además, el festival se proyecta también en otras nueve ciudades de Argentina, como Córdoba, Neuquén, Resistencia, Tucumán y Ushuaia. Para aquellos que no puedan asistir físicamente, entre el 15 de octubre y el 15 de noviembre, habrá una selección limitada de películas disponibles online, marcando el carácter híbrido de esta edición.
La programación destaca por su heterogeneidad, con películas de difícil acceso en circuitos comerciales tradicionales. Barceló resalta que este encuentro es una oportunidad única para descubrir obras cinematográficas de países como Chipre, Eslovenia, Croacia, Irlanda, República Checa, Rumania, entre otros, promoviendo una ampliación de horizontes y un acercamiento a culturas diferentes a través del arte. «El cine europeo es un cine que nos mueve, nos transmite, nos comunica, nos deja pensando y reflexionando», señala Barceló.
Dentro de la variada programación, destaca la película irlandesa «Lola», una curiosa ficción de ciencia ficción filmada en blanco y negro, que simula un documental. Esta se centra en dos hermanas que construyen una máquina para vislumbrar el futuro, y ha generado gran interés por su originalidad. Además, el festival ofrece géneros variados, desde el suspenso en «Ritual» hasta la comedia en «Dangerous Gentleman» de Polonia, y aborda temáticas profundas en filmes como «Prima Donna», que trata sobre el patriarcado y los abusos en Sicilia durante los años 60.
El festival también se abre paso hacia el interior del país, reafirmando su compromiso con un enfoque federal. Barceló enfatiza la importancia de llevar estas películas a ciudades donde raramente llegan films europeos, utilizando espacios municipales y provinciales para su proyección, lo que ha sido muy bien recibido en ediciones anteriores.
Este año, el Encuentro de Cine Europeo también incluye un concurso de cortometrajes dirigido a jóvenes, buscando acercar y desarrollar una audiencia más joven, dado que hasta ahora ha prevalecido un público adulto mayor de 50 años. Con miras a fomentar el talento emergente, los trabajos seleccionados se evaluarán por un jurado internacional de prestigiosos festivales como Locarno y Clermont-Ferrand.
Finalmente, Barceló ofrece un panorama de cómo el público puede acceder a estas joyas del cine europeo. Mientras algunas funciones son de entrada libre y gratuita, otras requieren reserva previa o adquieren un costo de entrada accesible. Toda la información necesaria para asistir está disponible en el sitio web del festival, ofreciendo también canales de contacto para resolver cualquier inquietud.
El Encuentro de Cine Europeo en Argentina no solo celebra la riqueza cinematográfica de Europa, sino que sirve como puente cultural que nos invita a reflexionar sobre la humanidad compartida, con historias que, aunque diversas en su origen, resuenan en lo universal. A través de esta propuesta, el festival reafirma su lugar como una plataforma esencial para el cine independiente y una fiesta del multiculturalismo en el ámbito cinematográfico.
En su vigésima edición, el Encuentro de Cine Europeo en Argentina nuevamente abre sus puertas a una oferta cinematográfica que destaca por su diversidad y profundidad temática. Este año, el festival propone una selección de 17 películas de 20 países distintos, bajo el lema «historias que nos mueven», enfocándose principalmente en la juventud y la diversidad. Mariana Barceló, productora de esta edición, nos ofrece un recorrido por la programación y la organización de este evento que ya lleva dos décadas en el país, buscando la reflexión y el entendimiento a través del cine.
