«Enero» de Sara Gallardo, una propuesta escénica potente

«Enero» de Sara Gallardo, una propuesta escénica potente

En el vibrante universo teatral argentino, no todas las adaptaciones logran capturar la esencia y potencia de su material original. Sin embargo, Analia Fedra García parece haber no solo alcanzado dicho objetivo, sino superarlo, con su adaptación de «Enero», la novela escrita por Sara Gallardo. El pasado 10 de julio, este intenso proyecto hizo su debut en el Extranjero Teatro, y ha venido conquistando cada función desde entonces.

«Enero» es una novela poderosa que narra la historia de Nefer, una chica de 16 años que enfrenta las secuelas de una violación el mismo día del casamiento de su hermana. Analia Fedra García, directora, actriz y docente, se vio profundamente movida por el texto, describiendo cómo le generó esa «sensación de que la tenía que trabajar y llevar a escena». Destacando la obra por su escritura lírica y falta de un enfoque moralista, García subraya la relevancia contemporánea de esta historia, escrita cuando Gallardo tenía apenas 27 años. «El tratamiento que hace, y sobre todo, a mí me sorprende que en el momento en el que lo escribe Sara, primero su juventud, que a los 27 años escribe algo de tanta profundidad, con tanta poesía», comenta Analia, resaltando el valor perenne de la narrativa.

Para esta adaptación, la directora recurrió a su habilidad de transformar textos literarios no teatrales en experiencias escénicas vivas, algo que ya había explorado con autores como Leonidas Lamborghini. Sin embargo, su enfoque aquí fue uno de fidelidad casi completa al texto original, «La adaptación obviamente al ser una novela y hacer un recorte para una obra de teatro, saqué mucho texto por un tema de extensión», pero siempre manteniendo la narrativa y los diálogos originalmente concebidos por Gallardo. En lugar de alteraciones en el contenido, García se concentró en la disposición dramática de las escenas, estableciendo un escenario robusto que respalda y refleja la poesía intrínseca a la obra.

El papel crucial de Vanessa González en este montaje no puede ser subestimado. González, quien interpreta a una Nefer ya madura, logra proyectar la vulnerabilidad y la fuerza de alguien que revive sus propias memorias adolescentes, «es una especie de maqueta para construir los espacios, evocar las imágenes», explica García sobre el método interpretativo trabajado junto a la actriz. Este reto actoral no solo se centró en la verbalización del texto, sino en una representación física intensa y demandante, sustentada por «todo un trabajo corporal con Diego Rosenthal, que es un bailarín y coreógrafo», con el objetivo de reflejar las complejidades emocionales del personaje.

El espectáculo también destaca por la interacción de la actuación con un paisaje sonoro meticulosamente curado, diseñado por Miguel Ángel Pérez. La música complementa y eleva el drama vivido en escena, utilizando sonidos y una melodía original que activan los recuerdos de Nefer, «como un sonido que, no sé, escuchás, recordás una canilla que gotea y un pajarito y eso te trae el recuerdo de la situación», detalla la directora.

Con funciones programadas hasta fin de agosto, el futuro de «Enero» parece prometedor. García compartió su entusiasmo por potenciales giras que podrían llevar esta obra más allá del ámbito local de Buenos Aires, cumpliendo el sueño de difundir más ampliamente esta cautivadora historia, «es un unipersonal, somos pocos en el equipo y la escenografía también se puede transforzar», declarando su deseo no solo de contar una historia, sino también de inspirar nuevas lecturas de la obra original de Gallardo.

La presentación de «Enero» no es solo una pieza teatral; es una invitación a adentrarse en una historia profundamente humana y atemporal, que resuena con la intensidad de su contenido y la destreza de su realización escénica. Como señala Analia Fedra García: «que el público decida, piense, opine, y digamos, asuma el itinerario que prefiera». La obra no solo ha llenado la sala del teatro, sino también ha llenado de reflexión y emoción a quienes han tenido la oportunidad de experimentarla.