En una charla reveladora, Fernando Quintans, destacado comediante de stand-up, nos habla sobre su trayectoria, cómo ha evolucionado el género en Argentina y los desafíos que enfrenta en un panorama cada vez más competitivo.
El domingo 30 de junio, en Taburete Club de Comedia, allí en TAMES 1511, en Palermo, el comediante de stand-up, Fernando Quintans, se presenta en el ciclo Laugh For Me, junto a Fer Cresci, que hace como una especie de MC del espectáculo, y luego va a estar también Pipa Barbato, otro nombre conocido del stand-up argentino. Estamos en charla con Fernando Quintans.
Fernando, ¿cómo te va? ¿Cómo estás?
Fernando Quintans: Hola, ¿cómo estás? Muy bien.
Te digo Fernando porque ahí te aparece como Fer, pero no tenemos tanta confianza, así que voy con Fernando. Viste como en algunas revistas, que nadie tiene nombre.
FQ: Aparte te digo que a mí me gustaba más Fernando que a Fer, es un tipo grande, qué sé yo.
Veía alguna de tus rutinas y veía un poco eso también, la conciencia de edad que tenés, y te pregunto si, hace rato que haces esto, y hace tiempo que lo haces, y pregunto cómo va cambiando los temas del stand-upero, porque el stand-upero, básicamente habla de su vida y de sus impresiones, sea cierto o no sea cierto. O sea, una especie de autoficción que puede tener 10% de realidad, o sea, de dosis de vida real auténtica o inventada, pero un poco es eso,
FQ: Sí, sí, te digo, las vivencias, yo creo que uno va escribiendo también conforme a lo que va viviendo, y no es lo mismo la vivencia de una persona a los 20 años que a los 30, que a los 40, y así sucesivamente, y seguís hablando de las mismas cosas, y creciendo hay algo que no funcionó. Después, viste, lo que uno escribe, en realidad, uno hace como una parodia de uno mismo, es un personaje basado en uno, es como que haces algo basado en hechos reales.
Claro, claro, claro.
FQ: Eso es eso.
Sí, continúa, por favor.
FQ: Los temas son muy, son difíciles, porque también tienen que ser originales, y todos más o menos atravesamos las mismas miserias, tenemos los mismos problemas todos, pero hay algo, viste, en relación a la temática, que se da mucho por ahí en algunos comediantes, que dicen, no, voy a hablar de tal cosa, porque por ahí esto pega más, pega menos, y en realidad no es la visión, no es el tema, es la visión que uno tiene de las cosas, uno puede hablar de lo mismo, y lo importante es la visión.
Es verdad, es verdad. ¿Cómo hablábamos, fuera de micrófono, con alguien que me acercó a esta nota, que se llama Costa Bérnico, que él me decía, hablábamos un poquito del público, obviamente que en la Argentina, la tradición de stand-up no hay como en otros países, en Estados Unidos, que es como la Meca, o como la patria del stand-up, pero, ¿cómo es el público porteño, o argentino, o porteño, para hacer la visión más chica de stand-up? ¿Es difícil entrarle, está abierto, cómo lo ves vos?
FQ: Mirá, el público fue cambiando. Yo hace muchos años que hago, y la verdad que tienen como una mayor formación sobre lo que es el stand-up, mayor formación. O sea, es un género que entró, cuando hace unos cuantos años, uno tenía que explicar, para vender mi show tenía que explicar de qué se trataba, que no eran chistes, que no estaba mi suegra, y este tipo de cosas. Ahora la gente sabe más o menos de qué trata, hay comediantes que han sido consagrados, y eso favorece, que tienen muchos seguidores, y que… No, creo que el público está más entrenado para escuchar stand-up.
FQ: Ahora, vos me preguntás si, yo creo que no es lo mismo el público del interior que el público de acá de Buenos Aires. Yo actúo mucho en el paseo La Plaza, en un show que se llama Club de Humoristas, y ya que estoy que paso el tío, bueno, y ahí en el paseo viene mucho extranjero, hay mucho extranjero, mucha gente del interior, y mucha gente por ahí. No es lo mismo alguien que vive en una ciudad que es más cosmopolita, a alguien que por ahí vive en un lugar más alejado, de una ciudad, son como otros tiempos, me parece, y otras temáticas también. Entonces, uno trata de, en esos casos lo que yo trato de hacer es tomar temas más universales, que vos sabés que todo el mundo tiene el mismo problema, que el amor, que el dinero, ese tipo de cosas.
Muy bien. ¿Cómo lidias con el tema hoy en día que está tan presente, el tema de la corrección política? El stand-up siempre fue, por lo menos el stand-up que uno ve de Estados Unidos, siempre fue al hueso, a veces fue muy incorrecto, pero los tiempos cambian. Entonces, ¿cómo se maneja, cómo se equilibra ese mundo?
FQ: Mira, yo creo que, en realidad, desde la necesidad del comediante, viste que vos tenés que decir algo, la corrección política hay veces que la dejas de lado, porque tiene como peso también la necesidad tuya de, no sé, de decir un chiste incorrecto, y después la verdad que lo que pesa siempre es si el chiste funciona o no. Es eso. Más allá de la corrección política, o no, si un chiste que es políticamente incorrecto funciona, vos lo dejas. Si no funciona, no lo dejas, porque vos lo que tratás es que la gente se ría, ¿sí?
Y: Sí, claro.
FQ: Me parece que no hay mucho más. También hay como una especie de imposición de que el stand-up tiene que ser incorrecto, y bueno, puede ser, pero no de un modo forzado, ¿viste? Hay mucha gente que hace temas que son medio escatológicos o de humor negro, que a mí no me gustan, pero creo que lo hacen porque es incorrecto, y nada, si es la incorrección por la incorrección misma, para mí no tiene sentido.
Te voy a hacer una pregunta que es casi como que al mago le pregunten sobre cómo hace sus trucos, pero cuando tenés una noche difícil, ¿tenés un as en la manga que sabés que siempre funciona?
FQ: Pero no. No, la verdad es que no, porque yo, viste, tenés recursos que vos usás, yo tengo un montón de recursos, pero hay un momento que si no funciona, no funciona, y el recurso que siempre funciona es decir, bueno, buenas noches y hasta luego. No, no, si se funciona es gracias por todo.
Sí, gracias, buenas noches.
FQ: No, es difícil, porque hay momentos, viste, que por ahí se hace un show de varios comediantes y bueno, yo llego hasta acá, que se arregle el otro y ojalá lo pueda levantar, pero hay momentos que por ahí estás vos solo, un evento, te contratan para fiestas, y bueno, hay momentos que no puedo hacer nada, y ya está. Hay gente que tiene más recursos, viste, que aparte de los chistes, de las tablas, te sacan elementos, hacen un juego, no sé, uno trata de inventarse también.
Estamos en charla con Fernando Quintans, comediante de stand-up, que se va a presentar este sábado, 29 de junio, casi, 23:59, así que hay que estar ahí a las 12, en Taburete Club de Comedia, Tames, 1511, Palermo, en este ciclo llamado Laugh For Me, Ríe Por Mí.
Te quería preguntar, digo, más allá de lo que decía antes Marce, de que no hay una tradición tan extendida del stand-up en Argentina, como en otros países, como en Estados Unidos, sí tenemos ya unos cuantos años de stand-up acá, y quería preguntarte cómo ves el panorama actual del stand-up en Argentina, porque digo, uno por ahí desde afuera ve que hay casi como una suerte de sobrepoblación, o que hay muchos shows, pero por ahí desde adentro no es tan así, digo, ¿cómo lo ves vos?
FQ: Mira, hay una situación que existe, hay muchas escuelas de stand-up que sacan alumnos, y el alumno tiene ganas de actuar, y no hay tantos lugares para actuar, después de la pandemia hay bastantes menos, y tampoco es algo que, o sea, salvo dos o tres, salvo algunos comediantes consagrados que conoce el público, como Genshon Mondaski, Kampa, un montón de gente que son más o menos conocidos. Después del resto, no, no, estamos todos en la misma bolsa, ¿se entiende?
Sí, sí, sí.
FQ: Entonces, el panorama es que, por un lado creo que algunas cosas se han hecho más baratas, porque las escuelas de formación de comediantes, por ahí no todas son buenas, y sacan alumnos como chorizo, y por ahí no tienen buena formación, no tienen buenos textos, no tienen buena forma de decir las cosas. A la vez, al haber poco lugar para actuar, el tipo que hace mucho que actúa, termina conviviendo con tipos que no tienen tanta formación, y para la gente es lo mismo el show, ¿entendiste?
Claro, claro, claro.
FQ: Porque parece fácil, Fernando, Un micrófono y salgo, pero bueno…
Ah, no, no, pero es un laburo…
FQ: Claro, viste, necesito escenografía, necesito un foco sobre mí, y nada más, pero esa es la gran dificultad, en realidad.
Sí, pero en general la gente piensa que esto que decís, vos salís, sos gracioso y qué se yo, y no es eso, en parte. O sea, hay gente que tiene un don natural para Mondaski, tiene un don natural, Campa tiene como una cosa así natural.
FQ: De todos modos, es gente que estudió, Mondaski estudió, tuvo su formación, Campa también, todos han tenido cierta forma que sistematice, no estás listo y haces, ¿sí? Yo, en el caso mío, cada vez que tengo que… yo escribo bastante, ¿sí? Y cada texto que presento los laburo un montón, no es que salgo en… Nada, los laburo un montón, que los escribo, los mando… Trabajo con una chica, con una comediante llamada Claudia Pano, se los mando a ella, ella me los corrige, los mando a otro lado, qué sé yo. No es tan… para mí no es tan sencillo.
Claro, claro, claro.
FQ: Bueno, nos invitamos a la gente a que vaya a ver, no te hemos visto en vivo, pero hemos visto mucho, a esta noche hemos visto muchos videos y nos hemos reído mucho, así que estamos ahí recomendando que mañana, mañana no, el día domingo, esto es sábado a las 23:59, o sea, madrugada de domingo, en Taburete Club de Comedia, Tames 1511, Verte, junto a Pipa Barbato, ahí en el ciclo de Laugh For Me, en este lugar que se llama Taburete Club de Comedia, Tames 1511. Fernando, gracias por esta charla y por los conceptos que verte.
FQ: Dale, dale, muchas gracias por la nota y bueno, espero verlos mañana.
Un gran abrazo.