El próximo 15 de febrero se estrena «Paisaje», un thriller filmado en los impresionantes entornos de Mendoza. Dirigida por Matías Rojo, la película cuenta con la actuación de Ailín Salas y Juan Lupi como protagonistas, y la destacada participación de Dadi Brieva. La película también incluye un elenco de actores locales, entre ellos María Ucedo. En esta entrevista, Matías Rojo, director del film, nos cuenta más sobre la inspiración, el proceso y los desafíos de llevar esta historia a la pantalla grande.
– ¿Qué tal Matías, cómo andas?
– Hola, ¿cómo te vas? ¿Todo bien? Buen día, todo bien, yo aquí en Mendoza.
– ¿Estás en Los Payatas?
– No, yo vivo en Luján, que es cerca, pero es más en el Gran Mendoza.
– Bien, perfecto. Bueno, ¿cómo surgió la idea de filmar esta historia que va, al principio parece que va para un lado y de pronto empieza a cambiar y todo se pone distinto y bastante más oscuro?
– Sí, mira, la historia surge a partir de, es la adaptación de una obra de teatro, que es de Pablo Longo, que también es el guionista, que bueno, tiene un poco el origen del 2020. Cuando estábamos ahí en el encierro surgió, nosotros veníamos trabajando juntos, hicimos una serie que se llamaba Mudanza, que está ahí disponible en Cinear, y veníamos cerrando ese proceso y decidimos empezar uno nuevo y surgió la posibilidad de adaptar la obra. Después la obra de teatro terminó siendo un poco el andamio, porque lo que realmente quedó de la obra fue muy poco, fue la pareja, la pareja de Eugenio y Leandro, que son Juan Lupe y Aileen Sala, transitando estos ocho meses de embarazo y que en un momento quedan varados en medio de la montaña. Ese terminó siendo como el disparador y el proceso que después armó el resto.
– Cualquiera que se haya quedado el auto alguna vez en una zona como esa, donde no pasa ni un coche ni de casualidad, entiende perfectamente lo que le pasó a esta pareja en la película, porque te empieza a agarrar una angustia de decir, voy a pasar la noche acá y me voy a congelar,
– Claro, sí. La película, vos lo decías, que va cambiando de forma, porque también un poco lo que va pasando es que se van metiendo un poco en un clima más pesadillesco. Es la angustia de pensar, ¿qué me va a pasar ahora? Y un poco lo que nosotros queríamos jugar tiene que ver con esa tensión y con esa sensación de apuro que da también estar en medio de la nada y tener un hijo por nacer o una hija por nacer.
– Claro, que ya se viene. Y después está el papel de, no quiero revelar mucho, porque si no estamos quemando todo, pero está el papel de Daddy Vireva, que uno piensa que va a ser una cosa y en realidad también es otra, Creo que ya dije demasiado.
– No, no digas nada. No, no, no. Bueno, Daddy es el protagonista, Juan, Lupi, digamos Leandro, están en una reunión familiar, están en unas vacaciones familiares, como yo decía hace un año, de un medio hermano que tiene, y Daddy es el padre, Alberto, que es el personaje de Daddy, es el padre y…
– Una relación tensa tienen.
– Con una relación muy tensa, distante, de incomprensión y de una comunicación como todo el tiempo tensa en mostrar las diferencias.
– El padre piensa que el hijo es un hippie, un hippie que no quiere laburar, Algo así.
– Claro, claro, con mucha exigencia, con mucha presión, con mucho mandato, Y un poco lo que termina jugándose, o lo que nosotros queríamos jugar, tiene que ver con esta idea de cómo uno sigue siendo hijo cuando está construyendo esa paternidad, o cómo uno nunca termina de ser hijo y tiene que empezar a ser padre, y hay una frase que a mí me gusta mucho de Alejandro Zambra que dice, cuando sos padre, volvés a ser hijo, Porque hay como una forma de construirse padre o de pensarse padre que tiene mucho que ver con cómo fue tu propio padre,
– Totalmente.
– Entonces un poco la relación entre ellos termina siendo como la manera en la que Alejandro también se empieza a pensar, o casi ni pensar, ya fue como experimentar directamente el ser padre,
– ¿Te pasó algo a vos parecido a eso? No sé si sos padre…
– Soy padre, no tan parecido narrativamente, digamos dramáticamente, pero sí es como una suerte de recorrido emocional, digamos que sí hay cosas que las experimenté de esta manera, tiene que ver con la incertidumbre, con el no saber cómo buscarse. Nosotros la verdad es que en este tiempo de construcciones, digamos, quizás uno esperaría ser de una manera, pero la verdad es que también hay cosas que aprendió de una manera distinta. Entonces me parece que lo que a mí me pasó que está en la película tiene que ver con la incertidumbre, con los temores, con el miedo, porque también esta cosa medio pesadillesca tiene que ver con una identidad que se pone en movimiento. Bueno, ¿y quién voy a ser yo ahora? ¿Qué voy a hacer con todo esto?
– Comparando con tu película anterior que fue tu ópera prima, Algunos días sin música, del año 2013, ¿qué diferencias, obviamente es otra película, no tiene nada que ver, pero los métodos de trabajo, el desarrollo de lo que forman el elenco, los tiempos de rodaje, cómo fue esa evolución?
– Sí, son películas muy distintas, de hecho a veces pienso que en el medio hubieron un montón de cosas mías, yo soy distinto básicamente, yo soy casi lo otro, pasó la paternidad también de mi lado, pero también yo creo que esta película tiene un formato más industrial de alguna manera. Algunos días sin música se filmó en un contexto donde el cine en las provincias prácticamente no existía, digamos, fueron las primeras películas que se filmaron en Mendoza, con un equipo mendocino, como películas más federales, con apoyo del Ita, igual que esta, pero era como otra impronta. Esta película es una película más industrial, se pretende conectar con el público quizás de otra manera, el elenco es un elenco de actores que algunos días sin música eran tres niños que no habían actuado nunca, entonces fue todo un proceso totalmente distinto, y la verdad es que para mí ha sido como un salto cualitativo en búsqueda muy distinto, como una exploración totalmente distinta. Cada película tiene su aprendizaje, yo lo veo un poco desde ahí, desde el aprendizaje como director de lo que es. Esta por ejemplo película tuvo una productora que se llama Madraza, que se basa en Mendoza, que es Sergio Massa, Paula Mastelone, Miguel Massa, que también tuvo una impronta muy fuerte a nivel de producción. Queremos hacer una peli que sea de tal manera, que tenga una llegada a un público determinado, entonces son como miradas distintas que a mí como director me hacen crecer.
– Tal cual, Matías, te saludo a Patricia acá compartiendo la mesa, y bueno haces un poco esta comparación entre tu primera ópera prima, tu ópera prima, y este paisaje, tu segunda película, y antes hablabas también un poco del traspaso generacional del padre al hijo, un traspaso quizás simbólico que se revela a través de estas escenas de paisaje, y cuál era tu interés, tu idea, hacia dónde apuntabas al contar esta historia, o al generar esta historia, y cuál fue el resultado una vez que la película ya está por estrenarse la semana que viene, ¿qué diferencias notas si es que la subo?
– Bueno, sí, sí, sí, sí, sí, es un tránsito, yo siento que las películas se van construyendo, que uno las va encontrando en el camino y que van apareciendo cosas, que de repente uno parte desde un principio como una hipótesis de lo que es la película, y la película también va encontrando su forma. A mí lo que me gusta de la película, y que creo que es interesante de compartir, es que es una película de preguntas, como que pone los elementos para que uno se conecte con lo que va pasando, pero sin intentar, como decían ustedes al principio, sin tratar de que sea determinado y que sea…
– ¿Sin cerrar el sentido, digamos, al espectador?
– Claro, que no sea de sentido cerrado y que cada uno pueda aportar lo suyo, interpretar y colocarse en los personajes como cada uno lo entiende, Entonces, me parece que en ese sentido, también en el trabajo, cuando fuimos construyendo la película, fue muy importante el aporte, por ejemplo, de Dali desde la construcción de su personaje, de Juan Yairi en la construcción de sus personajes, como fue ir encontrando esas aristas humanas, esos modos humanos que no los vuelven a los personajes de una sola manera, Creo que eso es lo que a mí me gusta de la película hoy, que es una película con matices, con aristas, que es sinuosa, que no deja todo tan bajada de línea,
– Matías, ¿cómo armaste el elenco? Justo hablaste de Dali y de Juan, ¿cómo fue que los convocaste?
– Bueno, lo de Juan, en realidad fuimos buscando un poco generacionalmente, ¿viste? Como que por edades, por grupos, por perfiles de actores. Juan, yo no lo conocía, estuvimos buscando actores de esa generación, contactando, y de repente en un momento me llega un video de Juan, que todavía no entiendo cómo nos llegó así por representante, ¿cómo fue? Él arreglando un auto en medio de la ruta con nieve.
– ¿Con nieve? ¿Dijiste?
– Con nieve, claro. El guión inicial tenía nieve, por eso después cuando fue para filmar, no nevó, nevó dos días antes y después en el trabajo no nevó.
– Hubiera sumado la nieve, pero igual está bien así, Esa cosa desértica.
– Sí, tuvimos, en esto que hablábamos recién de ir encontrando la película, eso fue una de las cosas que tuvimos que encontrar, Y bueno, me llegó un video de Juan en medio de la ruta arreglando el auto porque se le había quedado.
– ¿Pero él te mandó ese video porque sabía que estabas por filmar la película o fue casualidad?
– No, no, cuando estábamos buscando, él vio el guión y le había pasado, entonces como que compartió ese video así, nos compartió ese video. Claro, yo no lo sabía, me llegó ese video y lo empecé a ver medio en loop a Juan arreglando el auto y dije, está, es él.
– La manera en que se movía, el rostro, cómo expresaba, bueno, nada, es él, como que hay algo interesante.
– Y Dadi también leyó el guión, se mostró muy interesado y creo que Dadi logró, él encontró en el guión algo de él, de su vida, de su modo, que lo conectó con una nueva manera de actuar, O con otra arista, con otra cuerda, de él, de su talento actoral y de su registro actoral. Que a mí la verdad que como director, me encantó.
– Y con Dadi trabajamos mucho el tono en el que iba a hacer ese padre, Un tono muy distinto a lo que a veces actualmente vemos de él o que hemos visto en otras películas donde él ha actuado y que el tono a veces es más parecido a otro Dadi.
– Y acá es un Dadi que es casi 100% en estado natural. A mí eso me gusta mucho.
– Muy bien. Bueno, la verdad que una película interesante, que insisto, no voy a revelar mucho, pero tengo unas ganas de contar lo que pasa, pero no va a pasar, no lo voy a decir. Pero la verdad que interesante, está bueno, agarra de una manera el paisaje natural que al principio uno dice, qué cosa más bella, cómo me gusta, cómo me identifica estar ahí. De pronto también el paisaje es medio opresivo, el tema del encierro dentro del auto, me gusta.
– Está buena la película, Matías.
– Se va volviendo hostil,
– Se va volviendo cada vez más hostil, sí. Es el juego del paisaje, digamos, y del nombre, como ese paisaje que aparentemente eso, amable, amigable, hermoso, se empieza a transformar en un terreno hostil.
– Y que tiene un poco, tiene la película un juego con los géneros también. En esto que decimos del recorrido emocional o del retrato emocional de ese momento, de tensión, tiene mucho que ver con cómo el cine nos permite a través de los géneros jugar con eso, jugar con esa tensión y con esa sensación de pesadilla de lo que está pasando.
– Perfecto.
– Son atmósferas, digamos, que se van construyendo desde el género.
– Matías, esto estrena el 15, ¿en qué salas?
– El 15 de febrero.
– El 15 de febrero, las salas están por confirmar, se confirman siempre muy ahí sobre la fecha, el Gaumont.
– El Gaumont, seguramente, claro.
– La sala Segura, donde se va a estrenar, y bueno, también en la provincia de Mendoza es que se estrene en sala,
– Bien. Bueno, lo mejor con la película, y a la gente le decimos vayan a verla en la primera semana, pónganse las pilas porque de eso depende justamente la continuidad de la película.
– La pantalla.
– Sí, y es para mí muy importante, bueno, la película es una película financiada por el SCAP, con colaboración del gobierno de Mendoza. En Mendoza hay una política de producción audiovisual, de sinergia entre los productores privados y el Estado, muy fuerte, donde se está filmando mucho. Entonces, es una película distinta en el modo de producción o en la manera en la que está hecha a muchas de las películas que circulan en el cine argentino. Y bueno, un poco nosotros por las redes sociales de la productora, que es Madraza, los actores, vamos a ir compartiendo las salas y los horarios. Y es una película que a mí me parece que está pensada para verse en cine, entonces es lindo que puedan acercarse al cine y verla en el cine.
– Muy bien.
– Por las atmósferas, por los climas, por los paisajes.
– Muy bien, está hecha a la invitación.
Es una película Paisaje, ahí con Dadi Brieva, con Aileen Salas, que está muy bien la película, con Juan Lupi, y filmada en Uspallata, en un territorio hermoso, pero también, como lo dijo acá el director, muy hostil.
