Florencia Ruiz, una de las voces más originales de la escena musical argentina, se prepara para ofrecer un concierto especial junto al legendario tecladista Mono Fontana. La cita es el 4 de marzo en Páramo Cultural, ubicado en el corazón del barrio de Boedo, en la avenida Carlos Calvo 3974. Las entradas están disponibles a través de PATHLINE, y la velada comenzará a las 21 horas.
En una charla amena y distendida, Florencia nos habla sobre la esencia de estos encuentros musicales con Fontana, resaltando la espontaneidad y la magia que surge de cada presentación. «La verdad que tocar con él es un privilegio, es un lujo, porque pasan cosas nuevas», confiesa la cantautora. «La música es un diálogo, a veces con una misma, pero cuando hay un show, es un intercambio con quien viene a compartirlo, y eso se multiplica cuando tocas con otra persona», añade.
El evento del sábado no solo promete un repertorio conmovedor y sorpresivo, sino que también marca una parada significativa en el viaje creativo de Ruiz. Actualmente, se encuentra delineando un nuevo álbum, el sucesor de su obra «Aullido», dentro de una trilogía que comenzó con «Rumiante». En sus propias palabras, el nuevo material busca conectar con lo más profundo de su esencia personal y musical, involucrando a músicos y músicas que han sido referentes a lo largo de su carrera, incluido Mono Fontana.
Sin embargo, la participación de Fontana el sábado no está completamente asegurada debido a razones de salud, como admite la propia Florencia: «Todavía no es seguro que él pueda venir al show porque está con una nana de salud. Si no puede ir, iré sola con la guitarra a tocar las canciones nuevas». Esto refleja el tono de amor y respeto hacia su colega, priorizando siempre su bienestar.
Ruiz, quien recientemente regresó de una gira por Portugal y Uruguay, también compartió la experiencia de tocar sus canciones ante públicos internacionales. «Es un desafío gigante que te ubica en el mundo de una manera diferente. Me encontré con un montón de gente que, aunque aquí parece un trabajo de hormiga, allá es reconocido», comenta con entusiasmo.
Un aspecto fascinante del trabajo conjunto de Ruiz y Fontana es su proceso creativo, ya que, sorprendentemente, apenas ensayan. «Nunca nos juntamos, nunca jamás», revela Florencia. «Cuando grabamos el disco, le mandé un CD con varias canciones, y el día de la grabación, él eligió los temas que íbamos a hacer. Para mí, es como salir a la cancha con Messi. Hay que estudiar mucho para estar a su altura», explica.
Este método poco convencional deja espacio para la improvisación, un elemento esencial en sus actuaciones. «De su parte, creo que todo está improvisado. Yo trato de sostener la estructura para que la música se haga de modo sólido. Sabes cómo arranca, pero no cómo termina», dice entre risas. Para Florencia, compartir el escenario con Fontana es una experiencia irrepetible que no deja de sorprender, y por ello, anima al público a asistir, incluso si Fontana no puede participar: «Le decimos a la gente que vaya igual, porque aquí el tema son las canciones».
Además, Florencia reflexiona sobre su filosofía musical, un concepto que en anteriores entrevistas ha definido como «desaparecer en la música». Esta idea, según Ruiz, se centra en priorizar la música por sobre todo: «Yo hago todo por la música. No quiero estar por encima de ella. Quiero que la gente entre en lo que tengo para proponer, que son estas canciones».
La presentación de Florencia Ruiz en Páramo Cultural no es solo un concierto, es una invitación a presenciar un acto de creación espontánea, una cita con la música en su forma más pura y honesta. El evento del 4 de marzo promete ser un espectáculo donde lo impredecible se entreteje con melodías y acordes, llevando al público a un viaje emocional lleno de sorpresas.
El compromiso y la pasión de Ruiz por su arte garantizan una noche donde lo único seguro es la emoción de lo inesperado. Ya sea acompañada por el genio de Fontana o sola con su guitarra, Florencia Ruiz se prepara para ofrecer una velada que resonará en el corazón del público. Una cita ineludible para los amantes de la música que creen en el poder de los encuentros mágicos e irrepetibles.
