Sergio Saposnic revive la historia del Hospital Israelita en su última obra
Sergio Saposnic, autor de «Hospital Israelita Z», nos sumerge en una narrativa donde la realidad y la ficción se entrelazan de manera sorprendente. La novela, ambientada en el icónico hospital de la calle Gaona, abandonado desde el 2000, mezcla memorias personales, mitos del barrio y personajes extravagantes que convierten la lectura en un viaje fascinante.
El edificio del Hospital Israelita sigue en pie en Gaona y Terrada con sus ventanas rotas y sus estructuras deterioradas, un símbolo del olvido. Pero en la novela de Saposnic, existe un plan secreto para restaurarlo, incluso con la presencia de un casino clandestino escondido entre sus paredes. Personajes famosos como Juanita Viale se suman a la trama, y el autor cuenta cómo la realidad del hospital se funde con la ficción de su obra.
Saposnic, con raíces en el barrio, relata cómo el hospital fue un referente crucial en la ciudad, con una rica historia de celebridades y figuras relevantes que alguna vez pasaron por allí, desde Maradona hasta Einstein. Esta mezcla de realidad y ficción ha llevado a confusiones entre los lectores, algunos de los cuales esperaban una crónica histórica del hospital.
Curiosamente, la publicación del libro trajo consigo situaciones inesperadas. Un arquitecto especializado en restauraciones se contactó con Saposnic, inspirado por la novela, con un genuino interés en restaurar el edificio. Este suceso muestra cómo la ficción de la novela ha comenzado a influir en la realidad del hospital.
La presentación del libro fue en las cercanías del hospital, en Gaona y Terrada, un evento que atrajo a un gran número de vecinos y curiosos, tanto por el interés en la novela como por la nostalgia y la historia del edificio. La idea de la novela surgió durante la pandemia, cuando Saposnic, viviendo cerca del hospital, aprovechaba sus caminatas para imaginar y desarrollar la trama.
La novela atrapa por su tono humorístico y sus personajes grotescos y paranóicos. La historia ficcionaliza una restauración secreta del hospital por parte de un grupo de ex militantes comunistas que se han vuelto religiosos ortodoxos, desencadenando una serie de eventos que involucran a vecinos, políticos y fuerzas del barrio.
Además del humor, la novela tiene múltiples lecturas posibles, algunas no intencionadas por el autor, pero que reflejan las tensiones y disputas por territorios, una metáfora de conflictos globales contemporáneos. La obra también cautiva por el retrato de un barrio judío menos conocido en la literatura porteña.
Finalmente, Saposnic habla del mito del casino clandestino que supuestamente operaba en el barrio, una mezcla de rumores y observaciones personales que enriquecen la narrativa. De esta manera, «Hospital Israelita Z» no solo es una novela entretenida, sino también un testimonio de cómo la ficción puede influir y alterar nuestra percepción de la realidad cotidiana.
