«La Desgracia»: Un Musical De Culto Regresa a la Escena Porteña

«La Desgracia»: Un Musical De Culto Regresa a la Escena Porteña

Buenos Aires ha sido durante mucho tiempo un hervidero de creatividad teatral, y la escena musical no es la excepción. Uno de los ejemplos más recientes es «La Desgracia», una obra que ha capturado la atención del público y críticos por igual. Creado por Juan Martín Delgado y Francisco Martínez Castro, el musical ha vuelto a escena en el icónico Paseo de la Plaza, específicamente en la Sala Pablo Neruda. Este reestreno marca la quinta temporada de una obra que ha logrado combinar con éxito el carácter del teatro independiente con el circuito comercial.

Tras recibir 13 nominaciones a los premios Hugo y cuatro premios Trinidad Guevara, y tras conquistar el premio Luis Abey como mejor espectador musical, «La Desgracia» se consolida como un fenómeno de culto. La obra nació en el ámbito del teatro off y su travesía hacia la escena comercial es ejemplo de perseverancia y talento. Delgado, uno de los autores, compartió su experiencia sobre este viaje durante una reciente entrevista.

Volver al Escenario Después de la Pandemia

El regreso al escenario después de la pandemia en que todos estuvimos confinados fue un tema central en la conversación con Delgado. “Fue tremendo, fue una emoción muy grande”, relató. Como tantas otras producciones, «La Desgracia» vio sus planes interrumpidos por la pandemia cuando estaba a punto de iniciar los ensayos para su cuarta temporada. “Había como mucha energía contenida”, explicó Delgado, resaltando la dificultad de mantener el impulso creativo durante un prolongado periodo de incertidumbre.

Durante este periodo, el equipo detrás de «La Desgracia» decidió mantener viva la conexión con su audiencia mediante conciertos virtuales y transmisiones en vivo. “Intentamos no perder el contacto con la gente”, mencionó Delgado, quien subrayó la importancia del vínculo con el público.

Del Teatro Off al Circuito Comercial

El camino desde el teatro independiente al circuito comercial es notoriamente desafiante, especialmente para un musical. Juan Martín Delgado menciona una comparación que se hizo con el fenómeno de «Hamilton» en Estados Unidos. “Es una gran inspiración para mí, sobre todo a nivel coreográfico”, reconoció, al abordar la complejidad inherente a los musicales, que deben integrar danza, música y actuación de manera cohesiva.

Delgado cuenta que «La Desgracia» nació como un proyecto de tesis junto a Mariano Condolucci, otro miembro del equipo, donde la idea era crear una obra corta de 20 minutos. El proyecto, al recibir una recepción favorable, los motivó a seguir desarrollándolo profesionalmente. “Fue mucho tiempo de trabajo, de reescritura, de desechar, de volver a hacer”, recordó Delgado sobre el proceso que llevó a la obra a su formato final, destacando la importancia de la maduración del material.

La Trama de «La Desgracia»

Para los que aún no han visto la obra, «La Desgracia» es descrita como una comedia grotesca musical. Delgado explicó: “Llega una enfermedad de transmisión sexual a un pequeño pueblo conservador y resulta que la hija de la intendenta es como la paciente cero”. Este contagio desata el caos en la comunidad, que ya de por sí está centrada en la vida ajena de sus habitantes. La trama se complica cuando el único médico del pueblo descubre la cura, pero es asesinado, desencadenando un misterio policial lleno de giros y revelaciones.

Logrando un Elenco Destacado

La creación de un elenco capaz de ejecutar la intrincada coreografía y las exigencias vocales de la obra fue un reto que Delgado y su equipo manejaron con astucia. Relata que al principio pidieron ayuda a amigos que compartían su visión teatral. “Empezamos a llamarlos a nuestros amigos, compañeros, colegas”, aseguró. Sin embargo, un golpe de suerte vino con la incorporación de actores reconocidos como Andrea Lobera y Patricio Witis, quienes se sumaron al proyecto tras ser presentados durante un desayuno informal.

Uno de los talentos destacados es Nahuel, el “cura”, que Juan Martín describe como un genio capaz de robarse los momentos en escena. Esta mezcla de talentos juveniles y experimentados fue clave para lograr la química necesaria sobre el escenario. “Se retroalimentan con los actores”, dijo Delgado sobre los músicos de la obra, que componen un ensamble variado que incluye violín, violonchelo, guitarra, y flauta, entre otros.

La Complejidad de un Musical

La ejecución de un musical de tal envergadura no se consigue fácilmente, y Delgado lo describe como un proceso que requiere tiempo y paciencia. “Yo te digo, lo único que puedo decir como fórmula es el tiempo de maceración que tuvo el trabajo”, afirmó, haciendo referencia al largo desarrollo que el proyecto necesitó antes de alcanzar su forma actual. Enfrentando el rechazo en concursos iniciales, el equipo no perdió confianza y continuó perfeccionando la obra hasta lograr el éxito.

El musical, según Juan Martín, es un género que no sigue una fórmula específica pero que cuando lograda bien, logra una sincronía entre todos los elementos artísticos que lo componen. *»Uno lo ve en escena y parece que fuera fácil, pero imagino lo difícil que es lograr ese engranaje perfecto”*, comentó el entrevistador Yaco durante la conversación.

«La Desgracia» hoy se presenta todos los viernes a las 19:30 en la sala Pablo Neruda del Paseo de la Plaza, avenida Corrientes 1660. Con su regreso, busca no sólo entretener, sino seguir inspirando tanto a actores como al público con su energía desbordante y su narrativa única. Como dijo Juan Martín Delgado, molesto con el conservadurismo y los tabúes, el musical ofrece una mirada intrigante a través de la sátira, el humor y, por supuesto, la música.