La nostalgia del humor en tiempos de dictadura

La nostalgia del humor en tiempos de dictadura

Entrevista con Tomás Sanz, ex director de la revista Humor.

El mañana, viernes 28 de junio a las 19 horas, el Centro de Historieta y Humor Gráfico Argentino de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno será escenario de una charla sobre la icónica revista «Humor». En el marco de la muestra «Nada se pierde, dibujantes de Humor», participarán Patricia Brecha, María Alcobre, Sergio Langer, Jorge Meijí, Diego Parés y Tomás Sanz, ex director de la mencionada revista. Coordinada por Mara Burckhardt, la charla promete ser un viaje al pasado de una publicación que marcó una época.

– Tomás, ¿cómo va, cómo está? Hola, buen día, ¿qué dice?

Tomás Sanz: Hola, buen día, ¿cómo va, todo bien?

– Bien, bien, ya estamos. Bueno, ¿cómo es que, digo, te interesan estas charlas? Siempre fuiste alguien de perfil bajo, de no dar tantas entrevistas. ¿Te gusta que suceda, te gusta que se recuerde a la revista?

Tomás Sanz: No, sí, sí, me sorprende incluso ahora, ya a esta altura. Sí, siempre es bueno recordar y pensar que alguien recuerda esto que ha pasado hace mucho tiempo. Pero sí, para afirmar algunas cosas, recordar, refrescar algunas cosas de aquella época, ha sido una etapa de uno bastante gratificante. Lamentablemente, hay gente que ya no está, pero bueno.

– Hablamos de personas como el Tano Casioli o Aquiles,

Tomás Sanz: Sí, claro, claro. Es la pucha cosa.

– Tomás, cuando uno le cuenta a alguien de las nuevas generaciones sobre humor, que vendía 250.000 ejemplares por quincena, la gente no lo puede creer. ¿Lo mirás con nostalgia o con naturalidad, dado que esa época no va a volver?

Tomás Sanz: No, porque uno comprende la época y encuentra razones para que todo esto suceda. La gente creo que lee un poco menos. La radio y la televisión suplantan, aunque no bien, esa necesidad del humor. Además, humor surgió en una época de dictadura como una respuesta a esa situación, y la gente se refugió en esa lectura. Eso ayudó a su gran circulación. Es algo que por suerte no se ha vuelto a repetir y creo que ya no se va a repetir.

– La muestra tiene que ver con los dibujantes de humor. ¿Qué diferencias hubo entre los dibujantes de humor y los dibujantes de las anteriores revistas?

Tomás Sanz: No creo que haya habido una gran diferencia en cuanto al equipo; muchos se repitieron. Estilísticamente, no hubo gran diferencia. Satiricón era más loca y humor más político. Gráficamente, hubo una gran calidad y algo que se cuidaba mucho. Los viejos maestros como Patoruzu y Ricotipo también tuvieron una línea de dibujantes muy buenos.

 ¿Cuántos años trabajaste en Ediciones de la Urraca?

Tomás Sanz: Humor duró unos 20 años, y algunos años más con Satiricón en otra editorial. Fue un periodo largo.

¿Cómo era el día a día en la redacción?

Tomás Sanz: Era divertido y entretenido porque la revista funcionaba bien. Nos reuníamos para terminar un número y abarajábamos ideas para el próximo. Durante la dictadura, el tema era casi excluyente, luego tuvimos problemas al adaptar nuestro humor después de la dictadura.

Posterior a la dictadura apareció la revista Sex Humor. ¿Cómo lo viviste?

Tomás Sanz: Fue otra etapa, con eliminación de la censura y el destape. Yo seguía muy ocupado con humor, pero sí, fue un buen periodo y tuvimos algunos riesgos.

– ¿Qué haces de tu vida ahora, estás retirado, seguís trabajando?

Tomás Sanz: No, ahora estoy retirado. De vez en cuando dibujo para mí, y alguna vez colaboro con una revista virtual en la red donde me invitan a meter algo.

– Muy bien, Tomás. Gracias por todo. Un gran abrazo.

Tomás Sanz: No, por favor, gracias a ustedes. Un gran abrazo.

Así concluyó una charla cargada de nostalgia y reflexión sobre una de las etapas más significativas del humor gráfico en Argentina.