Un trabajo de proyección antes de la proyección
Cristian Ulloa, en comunicación directa desde el bullicioso entorno de preparativos, comparte su entusiasmo sobre la selección que han armado para esta edición. «Estamos entusiasmados, falta poco. Estamos haciendo los últimos arreglos y estamos contentos porque la programación que tenemos, bueno, nos entusiasma particularmente», dice Ulloa, transmitiendo el frenético ambiente en el que se da forma a este proyecto cultural.
La gestión de un evento de esta envergadura no es tarea sencilla. Como Ulloa menciona, «es un trabajo de meses porque también es un trabajo invisible en algún punto de la programación». Este proceso comprende la visualización de innumerables películas, la selección minuciosa de títulos, y la coordinación con distribuidores y directores para asegurar una programación robusta y atractiva.
Un escenario de arte y comunidad cinematográfica
El Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) es el principal escenario de las proyecciones cinematográficas durante el festival, ofreciendo a los asistentes funciones que van desde el jueves al domingo, con un mínimo de dos actividades diarias. La película inaugural, *Fuego del Viento*, de Marta Mateus, promete ser uno de los atractivos principales del festival. Ulloa revela que tras su proyección, la película continuará con «funciones limitadas en la Sede Lugones».
La colaboración necesaria para realizar este festival involucra múltiples actores. Desde entidades diplomáticas como la Embajada de Portugal, hasta instituciones culturales como el Instituto Carlos de Bulbenkian, e incluso la Cinemateca Portuguesa, todos contribuyen a hacer posible este encuentro.
Celebrando la diversidad del cine portugués
El perfil del público asistente, según Ulloa, es sumamente variado. Desde fieles cinéfilos que año tras año no se pierden el evento, hasta nuevos curiosos que se topan con este cine por casualidad. Esta diversidad se refleja también en la oferta cinematográfica: «Estamos trayendo tanto óperas primas como películas de directores reconocidos», explica Ulloa, subrayando la riqueza y variedad de la cinematografía portuguesa contemporánea.
En cuanto al formato de las proyecciones, todas las películas se mostrarán en su versión digital más reciente. «Todo lo que pasamos es películas del último año o del año pasado, es todo digital», aclara Ulloa, lo que garantiza la mejor calidad de imagen y sonido para los espectadores.
Más allá de la pantalla: Encuentros con los creadores
Uno de los aspectos más destacados de la Semana del Cine Portugués son las actividades que van más allá de las proyecciones. Tras el visionado inicial de *Fuego del Viento*, el público tendrá la oportunidad de conversar con Marta Mateus. «Vamos a tener la posibilidad de tener en la sala la película a su director, a Marta Mateus, para hablar con el público», comenta Ulloa, anticipando un diálogo enriquecedor.
Por otro lado, Pablo Carneiro también estará presente para clausurar el festival con su última obra, permitiendo a los asistentes explorar las fronteras entre el documental y la ficción. Además, Carneiro ofrecerá una clase especial para los estudiantes de cine de la Universidad del NERD, un gesto que subraya el compromiso del festival con la formación y el intercambio de conocimientos.
Información práctica y acceso
Las entradas para el evento pueden adquirirse a través de la página web del Museo Malba, donde también está disponible toda la programación detallada. Como comenta Ulloa, este año el festival también incluye «un enfoque especial de películas animadas por primera vez, con cortometrajes animados para toda la familia», ampliando así la oferta para todos los gustos.
La Semana del Cine Portugués no es solo un evento cinematográfico; es una ventana abierta a otra cultura, una celebración del séptimo arte en sus formas más diversas y un puente entre dos naciones a través de las historias que refleja en la pantalla. Con una programación cuidadosamente seleccionada y una serie de actividades paralelas que enriquecen la experiencia, el festival invita a disfrutar del cine desde otra perspectiva y a explorar más allá de las producciones dominadas por los grandes estudios estadounidenses.
Para los amantes del cine y aquellos deseosos de descubrir nuevas narrativas, la Semana del Cine Portugués emerge como un evento ineludible que convierte a Buenos Aires en un epicentro de la sensibilidad cinematográfica lusitana, y cierra un ciclo de doce años de éxitos e intercambios culturales que encienden la chispa de la curiosidad y la reflexión entre el público argentino.