Julio Cáceres, un pilar fundamental del grupo desde sus inicios, recuerda los días de formación con nostalgia y gratitud. «Nosotros hemos sido un grupo muy bendecido por Dios, en primer lugar, y con la amistad. Tal es así que al año de estar formado ya teníamos propuesta de grabación. Una cosa casi imposible en aquellos tiempos», reflexiona Cáceres. La historia de Los de Imaguaré es una historia entrelazada con la amistad, algo que se ha mantenido como una constante inalterable a lo largo de los años.
Durante la entrevista, Julio comparte cómo la música ha sido una herencia familiar que lo marcó desde temprana edad. «Mi abuelo era guitarrero, mi padre solía versar, y en mi casa una guitarra nunca estuvo por estar», dice, evocando la influencia de figuras legendarias del chamamé como Tránsito Cocomarola y Tarragorró Padre.
La conversación también aborda cómo la composición del grupo ha cambiado con el tiempo, integrando a nuevas generaciones que llevan consigo la esencia de Los de Imaguaré. «Eso tiene que ver con la vida. Acá pasó la vida, pasó la muerte», menciona Cáceres sobre las transformaciones del conjunto. Sin embargo, asegura que la esencia sigue intacta: «La esencia de cantar desde la memoria hacia la esperanza».
La continuidad de Los de Imaguaré se ve reflejada en la incorporación de nuevos talentos como Nicolás Cáceres y Nicolás Cardoso, quienes portan la antorcha del chamamé hacia el futuro. «Julio, hacemos una transición a las nuevas voces», dice Nicolás Cáceres, quien se describe como un amante de la tradición argentina de tomar mate, destacando su importancia simbólica y cultural: «Es el mate que es una palabra quichua, con la yerba que es guaraní».
Hablar del chamamé es hablar de identidad y pertenencia, algo que resuena profundamente en las palabras de Cáceres. El reconocimiento de la UNESCO del chamamé como patrimonio inmaterial de la humanidad fue un logro que Cáceres y el grupo anhelaban. «Trabajamos para eso, no por la Unesco sino por un reconocimiento de nuestro país en principio», declara, resaltando la importancia de esta música que trasciende fronteras, resonando en países limítrofes y enriqueciendo el continente.
El amor por el chamamé no solo une generaciones, sino también comunidades enteras, y Los de Imaguaré han desempeñado un papel fundamental en mantener viva esta tradición. Sus canciones hablan de amistad, amor, fe y pertenencia. Como explica Julio, el guaranítico «Imaguaré» significa antiguo, una palabra que expresa más que un mero nombre, sino un llamado a recordar y honrar el pasado mientras se mira hacia el futuro.
La gira «Nuestro Tiempo Azul» será una nueva oportunidad para que Los de Imaguaré revivan sus clásicos y compartan su evolución musical con el público, con un espectáculo que promete ser un viaje emotivo a través del tiempo. En este aniversario, celebran no solo una carrera llena de logros artísticos, sino también la continua renovación y el impacto duradero que su música ha sembrado en el corazón de muchos.
En este año de celebración, Los de Imaguaré invitan a todos a sumarse a esta gran fiesta de chamamé, un canto desde la memoria hacia la esperanza que ha acompañado a tantas generaciones y promete seguir iluminando caminos en los años venideros.