Nosotros, como Rosario tiene lo suyo, acá en Mendoza, no sé si será la montaña o qué. Lo que mata es a la combinación. Siempre estamos poniendo el acento en el lugar donde estamos, en lo geográfico, en lo personal, les puedo asegurar que es diferente como lo es en Córdoba, como lo es en Rosario. El Rosario por el puerto, nosotros por la montaña, vaya a saber qué, pero siempre hay una cuna de esos. Y un comprovinciano mío, muy querido, que nos dejó hace unos años, Jorge Marciali.
Sí, claro.
Mendoza está pariendo poetas y cantores que no piensan alimentar cuando mayores. En una canción.
Sí, sí. Pero bueno, uno ya tiene el gen y lo aplico. Lo aplico en mis composiciones, en mis letras, en las cuestiones armónicas. Yo también soy hijo de la cultura Beatles. Como siempre digo, no solo son un grupo muy bueno de buenas canciones, son otras cuestiones que están ahí en el conocer el mundo Beatles.
Sí, y aparte Mendoza estuvo presente, digo, en el rock de los ochenta, una de las bandas más grandes con los Enanitos, claro.
Marciano, que murió hace poco.
Sí, claro. Un compañero mío de la primaria, Horacio para mí.
Mirá, Horacio Cantero, Marciano.
Sí, claro. Nosotros, me acuerdo, en la primaria decíamos, ¿qué estás leyendo?, ¿qué estás leyendo? Y todos decían, el gráfico, las goles.
Está muy bien, está muy bien.
Sí, lamentablemente fallecido hace muy poco, unos años, y muy joven, con mucho para dar todavía. Y bueno, era lo que yo comentaba, Marcelo. Hay temas que escuché bastante para hacer la entrevista. Escucho este rock, porque hay rock, pero también hay pop, de teclados, de climas. Digo, que está bueno que se recupere, que se escuche, que suene en vivo. Digo, cuando uno lee Melopea, relacionado con vos, y uno encuentra ahí las ligas sónicas, media, con muchos, ¿no?
Si no, no entras a Melopea. No vas a ir a hacer una música para una fiesta electrónica en Melopea.
Es verdad, es verdad. Y cuando yo lo conocí a Lito, que empezamos a tratarnos en el 99, en un concierto de acá que compartimos, imaginate para mí que ha sido mi referente, mi referente total. Hicimos en un teatro acá, como si fuera el Colón de allá, el Teatro Independencia, solo se trata de vivir con un arreglo de cuarteto de cuerdas, que a mí me gustó, por eso entré. La Ventana Sin Cancel y El Bohemio, con un bandoneón, una idea mía, que después lo grabamos en un disco. Y bueno, él veía mis canciones, algunas entraban, otras quedaban afuera de los discos, e hicimos cuatro. 2001, 2005, 2010 y 2015. Y siempre con esa pulsión de contar historias, o contar historias en temas instrumentales, también se pueden contar historias de climas, digamos así.
Y bueno, creo que para mí mi referente desde Los Gatos, sin denostar nada ni a Charly ni a Spinetta ni a nadie, es Miguel Cantilo, a quien acompaño cada vez que viene a Mendoza. La síntesis de las canciones, sobre todo de Melopea, de Muerte en la Catedral, del Bazar de los Milagros, de esa etapa, es lo que a mí realmente me gusta. Uno no se va a mentir en eso, y lo que me identifica. De alguna manera, no es que copio, pero bueno, estoy bien influido.
Exactamente, exactamente. Hablando de influencias, ya que estamos con ese tema, vos estás en una banda también, que debe ser un berretín tuyo, porque te debe gustar, una banda de tributo a Clapton.
En Chile.
¿Metes algún tema de Clapton en el repertorio?
No, no, no. Ahí en lo de Chile solamente hago piano y órgano. Me convocaron a través de las redes, nosotros vivimos bien cerca de Chile, pude estar en tres horas, pude estar en Santiago en auto, todo bien. Me gustó mucho, lo conocí personalmente a Clapton, esos momentos únicos de la naturaleza que te lo cruzas en un lugar y termines almorzando con él en el 2001. Tengo fotos, ya no iba a traer autógrafos, entonces digo, tengo que probarlo con fotos. En ese momento no había celulares, cámara de fotos, a un amigo mío le mandé a comprar esas cámaras despertables, le digo, podemos sacarnos una foto, después de haber hablado 40 minutos con mi mejor inglés, que no es mucho, y sí, lo sacamos. Y bueno, a raíz de eso me compré un libro de él que se llama Autobiografía, que lo recomiendo, y entendí que muchas de sus canciones no son de él, son de otros autores que él versiona, que de hecho lo conocemos, le deben haber hecho un monumento a los autores de esos temas a Eric Clapton.
Y Cocaine, claro, Cocaine, J. J. Kelly, así, claro.
Y cuenta una historia muy linda de J. J. Kelly en el libro, lo van a buscar al aeropuerto, y tenía reservado el Ritz Hotel, y J. J. Kelly le dice, “¿querés que pasemos primero por casa? Te presento mi familia, dale”. Clapton venía baleado de sus situaciones de adicción, y le dice, “dale, vamos”. Y ya comieron y charlaron un poco, ya avisaron al Hotel Ritz que no iba a estar Mr. Clapton, que iba a estar al otro día, pagado por la Universal, no sé por qué. Y entonces le dice, “bueno, antes que te vayas, después vemos, te quería mostrar uno de los temas”, porque él andaba buscando temas, dice que se sientan en una piecita chiquitita, me imagino lo que sería un home studio de esa época, de los 70, mediados de los 70, y enchufa y le dice, “mira, tengo esto”. Ese es el riff que es el tema, finalmente. Eso lo cuentan en el libro. No, es una gustada personal que me hago, muy buenos músicos, muy buenos amigos, estos chilenos, desde este año que voy, he ido como 8 o 9 veces, y hay un consumo de blues y de rhythm and blues que a ellos les gusta mucho, y bueno, me uní. Cuando ya me aprendí el repertorio, temas de Cream tienen también en el repertorio, entonces cuando sale una fecha, me avisan si puedo, y le digo si puedo o no puedo, hasta que encuentren un cicladista en Chile y me jefen, pero no hay problema. Es una gustada personal, realmente, muy lindo.
Marcelo, y con respecto a tus canciones, ¿cómo es tu universo? ¿Qué temáticas abordan tus canciones?
Mira, lo que siempre me llama la atención, los disparadores, justo en este tema, en la melodía es por llegar, se llama, nosotros por ahí tenemos el manejo de muchos acordes, muchos acordes muy lindos, los acordes en general, en infinitivo, pero si no aparece la reina, que es la melodía, que puede ser cantada con letra o puede ser tocada por algún instrumento, es como que falta, entonces hasta que aparezca la melodía, es todo un tema de búsqueda. En mi caso, por ahí historias autoreferenciales, por ahí historias personales, por ahí historias que me cuentan algunos, que guarden algún sentido hasta irónico, hasta de humor, y me gusta contarlos. Soy muy preocupado, muy ocupado en el tema de las letras, de usar buenas metáforas, buenas referencias, no putear, no, como se dice, enguarangar el mensaje, y dejar de algo pensativo, algo de energía que el que lo escuche también se lo puede llevar a sus oídos, a su mente para pensar qué quiso decir este tipo acá. Hay un tema que vamos a hacer ahí el 21, que se llama Ella, que justo lo hice, pero de un solo tirón, un 8 de marzo, cuando se estaba festejando el Día de la Mujer, y pensaba en varias mujeres, mi mamá, algunas otras mujeres referentes, universales, nacionales, de la de Carlotto, pensé en ella concretamente, salió de ese estímulo del Día de la Mujer tan presente en estos últimos años, porque antes no estaba en el calendario el 8 de marzo. Es relativo, es que uno sienta que algo te mueve y que querés ir al piano a ver si te sale algo, a ver si tocas algo, a ver si, no siempre funciona, obviamente.
Bueno, volviendo al tema de la fecha que se viene ahora el 21, te presentás en formato trío con un bajista y un baterista, y además va a haber invitados, ¿no?
Sí, va a estar Laura Hatton, para quien no la conoce, de Buenos Aires 8, tremenda cantante, hace coros en un tema mío, y también vamos a hacer un estándar de jazz muy conocido, Ruta 66, que lo maneja perfecto Laura, y bueno, para los que no la conocen fue coro y flauta de Marilina Ross mucho tiempo, está en un proyecto ahora con sus hijas, es brújula, da clases, es maestra de canto, estuvo en su casa hace poco con Rodolfo Obrosito, que es su marido, guitarrista de Los Desconocidos de siempre, el autor de La Rata Lali, para quien no la conoce.
Ah, justo estaba contando con los invitados.
Los invitados, ahora vamos a llamarlo para que cierre esto, para que siga cantando, estábamos en charla con Marcelo López, este músico, pianista y compositor de gran experiencia, mendocino, que nos estaba contando sobre su show, próximo show, el miércoles 21 de agosto a las 23 en formato trío, junto a César Franov en bajo y Facundo Guevara en percusión, y estaba hablando de los invitados, ¿estás de nuevo Marcelo? Estamos tratando de comunicarnos, no sé si tenemos suerte o no, pero estamos, bueno, estaba contando. El tipo que tocó con Alejandro Leprado, con Goldín, con Miguel Cantilo, pertenece a una época también. Y mirá a los invitados también, Laura Jato, Jorge Baracoche, que era el líder de Canturve, Daniel Benítez, flautista que hace flauta traversa, coterráneo del mendocino también. Estamos viendo y lo tenemos de nuevo. Se cortó cuando hablabas de…
Walter Soria.
Exactamente, Walter Soria. Es un tremendo guitarrista, trabajó en España con Carlos Saura, musicalizando películas, imaginate, estoy muy contento. Facundo Guevara, que es mendocino, en el 87-88 hemos tocado junto acá distintos tipos de proyectos y ahora lo grabamos hace poco y ahora lo convoqué para esto, que es una suerte porque son hiperocupados estos músicos. Bueno, y César Franov, que es decir, el ícono del bajo argentino. Epimetal, Nebia, Fito, los músicos del centro, tremendo. Y con él ya hace 20 años hicimos giras y todo, acompañándome a mí, un lujo, y tuvo unos años afuera en España, ahora lo llamé, lo convoqué y podía, así que, bueno, con ese trío más el piano de Café Berlín.
Así que me gustaría que vayan y que lo escuchen. Era Marcelo López, compositor, intérprete de blues, rock and roll, música urbana, que se va a presentar el 21 de agosto, o sea, este miércoles no, el próximo miércoles, en Café Berlín.