Para conocer los detalles de este evento, conversamos con Estefanía Rodríguez Barros, integrante de la Dirección Nacional de Acción Cultural de la Biblioteca Nacional y coordinadora del ciclo junto a Magdalena Calceta. Estefanía compartió con entusiasmo las variadas actividades que integran la programación, subrayando la relevancia cultural de los temas seleccionados: «Nos pareció interesante armar una programación en relación a dos temas fundamentales: los pueblos originarios y la figura del gaucho».
Este enfoque busca no solo entretener, sino también educar y generar un acercamiento a nuestras raíces culturales. «La Biblioteca tiene un centro de estudios originarios que, en conjunto con el Centro de Literatura Infantil y Juvenil, ha armado una programación hermosa de vacaciones de invierno en relación a ese tema», comenta Estefanía. Además, destaca la muestra permanente «El Mito Gaucho», que funge como una inspiración adicional para las diversas actividades dirigidas a los niños.
Entre las numerosas ofertas del ciclo, los lunes son días especiales en la Sala Cortázar, dedicados a narraciones orales que se acompañan de música y canto, con la participación de reconocidas narradoras y cantoras como Marta Michikai y Karina Carriqueo. «Karina es Mapuche, y va a estar contando sobre la cultura mapuche con su caja mágica y su voz hermosa», explica Estefanía, resaltando la riqueza cultural que estas presentaciones aportan.
Los martes, la magia del cine se apodera de la biblioteca con el «Día de Pochoclos». Con proyecciones que incluyen joyas del cine de animación como «El Universo de Clarita» y «El Pata Larga» de Mercedes Moreira, las familias tienen la oportunidad de sumergirse en mundos imaginarios que dialogan con la temática de los mitos contemporáneos.
A mitad de semana, los miércoles, la gauchesca se convierte en el eje central con talleres de dibujo y poesía a cargo del poeta Raúl Veroni, quien desafía a los participantes a crear poemas gauchescos contemporáneos. «Vamos a ver qué poemas y dibujos salen de esas sesiones creativas», afirma Rodríguez Barros, anticipando un espacio de expresión artística que promete sorprender.
Estefanía también destacó que los jueves se llenan de literatura e ilustración en vivo, con la visita de reconocidas figuras como la escritora Ana María Shua y la ilustradora Sol Vicenta. «Mientras Ana María lee una leyenda originaria, Sol dibuja en vivo y lo proyectamos en pantalla. Después, los niños arman collages inspirados por la narración», detalla la coordinadora, revelando un espacio donde la imaginación es el único límite.
La semana culmina con los viernes dedicados al teatro, un lenguaje que, según Estefanía, «es muy generoso porque permite la réplica y el juego intelectual». Obras como «Río Arriba», que combina teatro, títeres y proyecciones digitales, llevan a los espectadores en un viaje fantástico a través de las leyendas guaraníes.
La curaduría de este ciclo no es casual. «Nos pusimos a pensar qué tiene la biblioteca montado y con qué trabaja la biblioteca», explica Estefanía. «Con base en eso, decidimos acercar mediante diferentes lenguajes a un público infantil y juvenil, la temática de los mitos y nuestra identidad cultural».
Además de las actividades, la biblioteca ofrece un acceso especial a sus tesoros literarios en el sexto piso, donde una biblioteca infanto-juvenil espera a los jóvenes lectores todos los días. Estefanía invita a los visitantes a disfrutar de este espacio y, para quienes deseen explorar más, también pueden aprovechar para visitar la icónica sala de lectura del quinto piso.
Para quienes deseen saber más sobre la programación, la biblioteca ha dispuesto su página web www.bn.org.ar, y también ofrecen información al contacto telefónico 4808-6000. Las redes sociales de la biblioteca son otra vía para mantenerse al día con todas las actividades.
Este festival cultural no solo fortalece vínculos familiares y educativos durante el receso invernal, sino que también reafirma la misión de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno de ser un faro de cultura y educación en el corazón de Buenos Aires. Atender las historias de nuestros pueblos originarios y la leyenda del gaucho, en un mundo que ofrece una multiplicidad de narrativas, es una invitación a entrelazar nuestro presente con el fuerte legado del pasado.