En el emblemático Puerto Madero de Buenos Aires, al lado del icónico Puente de la Mujer, reposa una porción vital de la historia naval argentina. Allí se encuentran ancladas la Fragata ARA Presidente Sarmiento y la Corbeta ARA Uruguay, ambas convertidas en buques museo que mantienen viva la memoria de la navegación y el esplendor de épocas pasadas bajo la dirección de la capitana de corbeta, Cintia Maizares.
Durante una conversación franca, Maizares compartió con nosotros no solo su experiencia personal como una de las primeras mujeres en entrar al Cuerpo Comando de la Armada Argentina, sino también los desafíos del mantenimiento y la operación cotidiana de estos históricos buques museo.
«Tenemos a la Fragata Presidente Sarmiento y también a la Corbeta Uruguay, que tal vez es un poco menos conocida, pero no por eso es menos importante», expresó Maizares, destacando el papel fundamental de la Corbeta en la historia antártica con el resonante episodio de la expedición sueca de 1903. Ambos buques fueron construidos en Inglaterra, marcando hitos en la historia naval del país desde finales del siglo XIX.
El recorrido a través de estos museos flotantes ofrece una ventana única al pasado. La Fragata Sarmiento, destacada como el primer buque escuela de la Armada Argentina, fue botada en 1897 y realizó 37 viajes alrededor del mundo antes de retirarse del servicio activo en 1961. En 1962, fue declarada Monumento Histórico Nacional, y desde 1964, ha recibido a visitantes de todas partes del mundo. «Era la cara visible del país en todos los puertos del mundo. Era una forma de llevar nuestra cultura a los diferentes países», dijo Maizares, recordando su rol como embajada cultural.
La Corbeta Uruguay, lanzada en 1874, posee un historial igualmente impresionante. Sirvió en múltiples roles, desde buque escuela hasta cañonera, participando en campañas hidrográficas y misiones icónicas como el rescate antártico. «Era innovador para la época comenzar con la propulsión a vapor», explicó Maizares, agregando que estos buques combinaban la navegación a vela y a vapor, mostrando la transición tecnológica en la navegación marítima.
Mantener estos buques es una tarea monumental, especialmente con los siglos de historia que arrastran. «Obviamente que el mantenimiento es complicado, pero la institución hace un esfuerzo muy importante con el apoyo del Ministerio de Defensa», comentó. La colaboración constante con Patrimonio Histórico Cultural asegura que, a pesar del desgaste del tiempo, estas joyas sigan resplandeciendo y contando su historia a nuevas generaciones.
El diálogo con Maizares también reveló las proyecciones que existen para estos históricos buques, aunque en un tono de misterio, dejó entrever que estudios profundos y proyectos significativos se encuentran en la fase de planificación. «No quiero confirmar nada porque estamos en eso, pero nos encontramos realizando inspecciones bien profundas», compartió, mostrando su compromiso y dedicación a la preservación de estas icónicas embarcaciones.
Por último, la conversación se tornó personal cuando Maizares reflexionó sobre los 20 años de su ingreso a la Armada en una de las primeras promociones mixtas. «El balance es súper positivo, claramente ha sido un recorrido que, con mucho sacrificio, en lo personal, he tenido todas buenas experiencias», declaró con orgullo. Subrayó cómo la integración de mujeres en la fuerza ha evolucionado significativamente, contribuyendo a un desempeño más inclusivo y balanceado dentro de la Armada Argentina.
Los buques museo, abiertos al público de jueves a viernes de 13 a 19 y los fines de semana de 10 a 19, no son solo piezas de museo; son capítulos vivientes de la historia argentina. Invitando a los curiosos y amantes de la historia a bordar sus cubiertas y perderse en relatos de valentía y exploración, Maizares concluyó con una invitación abierta: «No me queda más que continuar invitándolos a todos a conocer mucho más sobre la historia de la Armada Argentina que contribuyó a la historia del país». Una cita imperdible para aquellos que desean revivir la grandeza de la tradición naval y entender el formidable impacto de estas legendarias embarcaciones.