Personas, Lugares y Cosas: La Travesía Teatral de Florencia Otero en el Teatro Sarmiento

Personas, Lugares y Cosas: La Travesía Teatral de Florencia Otero en el Teatro Sarmiento

El 29 de mayo se estrenó en el Teatro Sarmiento la obra «Personas, Lugares y Cosas» del británico Duncan MacMillan, traducida por Nicolás Picardo y dirigida por Julio Panno. Protagonizada por Florencia Otero, la obra ha captado la atención tanto por su contenido como por su innovadora puesta en escena.

El miércoles 29 de mayo, hace ya un par de miércoles, se estrenó en el Teatro Sarmiento, ahí en avenida Sarmiento 2715, el teatro que está… el que siempre se decía el teatro del zoológico, Es el teatro que está en el ámbito ahora de lo que es el ecoparque, en el mismo espacio. Personas, lugares y cosas, la obra de Duncan MacMillan, del que hablamos hace poquito por Las Cosas Maravillosas, que es otra obra que está en este momento en cartel también, de este actor británico, en este caso traducida por Nicolás Picardo, dirigida por Julio Panno y protagonizada por Florencia Otero, y está acompañada por un gran elenco, Beatriz Espersini, Carlos Cáspar, Nelson Rueda… Bueno, un muy buen elenco, son funciones que van de miércoles a sábados a las 20, y los domingos a las 19. Para adquirir las localidades hay que meterse en la forma virtual, en el Complejo Teatral de Buenos Aires o en la boletería misma del Teatro Sarmiento. Florencia Otero, que es actriz, que es cantante, que es la protagonista.

Hace poquito hablamos de Duncan MacMillan. Este británico ha escrito unas obras que son muy impactantes, Porque son obras que son muy cercanas al que la está viendo, o a quien la está viendo, y a la vez muy participativas. Contanos si conocías vos su obra, y cómo te llegó la propuesta de hacer esta.

Florencia Otero: Sí, lo conocía como autor, bueno, justamente por la obra que mencionaste, la Cosa Maravillosa, la primera versión que se hace acá, la Secreta del Lanzari, y la verdad que me había encantado, empecé a creer un poquito en el autor, y ya estaba en la búsqueda de algún material que me atraviese, que me conmueva, que me guste, justo con Julio Panno, que es quien dirige esta obra, y estábamos haciendo una peli en el sur, y un compañero me dice, tengo la obra que está buscando, es esta, es maravillosa, y bueno, empezamos a investigar un poquitito por dónde venía, apareció Club Media, con ganas de elaborar juntos, así que nada, se la propuse, y le encantó, y dijo, produscámosla, así que bueno, ahí empezó la aventura.

– Bueno, es una, supongo que te interpela por muchas cuestiones, muchas aristas, pero una de ellas es porque interpretás a una actriz, que va a dar a una clínica de rehabilitación, por una cuestión de adicción, así que me imagino que también esa temática te debe haber tocado de algún modo, saber que esa era la premisa de la obra,

Florencia Otero: Sí, totalmente, partiendo desde ahí todo, porque todos los textos de la obra me atraviesan por todos lados, desde su forma de ver el mundo, y que la verdad es que, yo soy una persona que me considero bastante optimista y positiva, pero le escuchás unos segundos a Ema, que es el personaje que hago, y te convence un poquito, y te dice, sí, la verdad es que tenés razón, es un poco como vos decís, así que está buenísimo.

– Pensaba que aparte es un gran vehículo para una actriz, Porque la actriz que la interpretó históricamente, primero en el londinense, y después hasta fue a Nueva York a hacerlo, que es Denise Goff, tuvo premios, es como muy, permite mucho el lucimiento, pero también es un compromiso,

Florencia Otero: Sí, totalmente, y es un compromiso social también, que lo tiene el autor en todas sus obras, y en esta particularmente, y por eso también, viste, que tiene esto de que pone en general a gente arriba del escenario, digamos, espectadores arriba del escenario, no para crear una obra con disfrontabilidad, sino con la intención de hacerte cómplice de esa problemática, decirte, che, este lío es de todos, y a eso me parece muy interesante.

– ¿Cómo funciona eso, Flor, eso de tener gente arriba del escenario? Digo, a vos como intérprete, ¿te distrae, te suma, cómo es?

Florencia Otero: Mira, como ya sabíamos que iba a ser esa modalidad, el director un poco lo implementó ya en los ensayos, entonces teníamos algunos ensayos abiertos en los que venía gente, salían, entraban, hacían ruido, charlaban, y era un poco el desafío de que no sea una distracción, y al mismo tiempo de no tentarse a incorporarlos también, porque sería como romper el código teatral. Julio nos decía que era como estar, viste, cuando estás en un bar y de pronto aparece, qué sé yo, un grupo de personas o una pareja que manejan un nivel de volumen muy alto, de alguna forma anulando casi en el cortejo en el que están, aunque son conscientes de eso, de que hay otras personas. Y bueno, y eso te mantiene a vos atento a esa historia y querés ver cómo termina, y te vuelve un poco chusma y cómplice de lo que está pasando. Es un poco lo que pasa a los espectadores que ven la obra desde arriba del escenario.

-Te escuchaba hablar de la gente que está en el escenario. Yo lo viví como si fuera una especie de cámara Hessel.

Florencia Otero: Claro, tal cual.

– Gente que es testigo de lo que está ocurriendo, pero que no participa, y bueno, la gente que está en el escenario no sabe que está siendo observada por estas personas,

Florencia Otero: Claro, y que está siendo observada por los otros espectadores, por los que están en la platea, que eso también es una imagen muy impactante.

– ¿Cómo es trabajar, vos que fuiste testigo de todo eso, cómo es el trabajo conjunto entre el teatro oficial y una productora privada? No sé si se hace muy habitualmente en el teatro oficial eso, en la Ciudad de Buenos Aires.

Florencia Otero: Mira, la verdad es que no lo sé, no sé si se hace habitualmente. Yo, la vez anterior que trabajé en el Complejo San Martín, no era con una coproducción, sino que era solo de San Martín. En este caso, la particularidad que encuentro, o sea, la diferencia que encuentro de aquel entonces, es que hay un doble equipo, digamos, y hay una repartija, digamos, de responsabilidades y asuntos, que creo que aliviana a ambas partes. Para mí es una fórmula buenísima, que ayuda a que el teatro, no sé si es clásico, pero el teatro oficial pueda tener un aval, un aguante, con su guarda otra espalda, y algún privado que se anime a producir. Y que el privado también pueda producir cosas que están buenas, materiales que son interesantes, y no quedarse solamente por ahí en el entretenimiento o en las cosas que van a funcionar comercialmente únicamente, sino esto, poder invitar a la gente a pensar y tener un aval distinto.

– ¿En qué otras cosas para vos la obra rompe con ciertos paradigmas tradicionales del teatro? Ya hablamos de la gente arriba del escenario, también se podría agregar el tema de este momento musical que hay entre los dos actos, Que tampoco lo había visto nunca en una obra de teatro.

Florencia Otero: Bueno, sí. Ya desde la interacción que hay con las pantallas, contando un poco los estadios de la cabeza de Emma, de su personaje, ya hay una particularidad porque es algo más inmersivo. El teatro dentro del teatro también participa, digamos porque es actriz.

– Claro, hay una escena que es una obra de teatro.

Florencia Otero: Claro, empieza así la obra. Ella empieza actuando en un clásico, en la gaviota de Chekhov, y colapsa en medio de una de las escenas. Entonces empieza ahí el teatro dentro del teatro. Bueno, el teatro físico también, porque hay algunos momentos que son más soníficos, que pertenecen también a otro código, pero que están dentro del mismo. No es que es otro código. Son distintos recursos. Se utilizan, por ejemplo, las transiciones de las rondas. Hay algo ahí que empieza a contar la emoción desde otro lugar y que también te permite un lenguaje que no te deja observido, que lo termina de completar el espectador. Y eso a mí me resulta interesante. Y el intervalo también. Creo que cada vez se está armando más joda en el intervalo. En cualquier momento vamos a tener que controlarlo. Porque ya es boriche en el medio.

– Y porque ariegan bastante, Y capaz que no es muy difícil engancharse con tanta arenga.

Florencia Otero: Tal cual, seguro.

– ¿Qué tan diferente es la versión que se puede ver en el teatro Sarmiento del texto original? ¿Cambió mucho?

Florencia Otero: No, la obra es exactamente la misma. Tal vez tenemos algunos códigos que pertenecen más a nuestra idiosincrasia. Hay cosas, por ejemplo, yo tuve la oportunidad de verla allá y en Londres cada teatro tiene un bar adelante. Entonces vos podes ver la obra bebiendo. La mayoría de las personas beben alcohol y mucho y todo el día en Londres. Y eso es algo que le pertenece mucho a la obra. Cosa que acá no podemos hacerlo. Primero porque no tenemos bares en los teatros, menos de los oficiales. Y segundo porque queríamos mantener ese código de adicciones, pero al mismo tiempo sin tener ese recurso. Por eso también aparece el intervalo de esta forma que propone Julio. Que a mí me parece divertido. Está bueno.

– Bien. Bueno, vos fuiste la impulsora de todo este proyecto. ¿Cómo fue la elección del elenco? Sé que hubo una convocatoria abierta para parte del elenco. ¿Vos participaste en todo eso? ¿Cómo fue?

Florencia Otero: Mira, mi idea inicial cuando aparece la productora era hacer una cooperativa. Yo no pretendía que esto encima sea una fuente de trabajo de esa forma. Y cuando lo presentamos en San Martín y en San Martín lo acepta, dijimos ok, hay laburo para un montón de compañeros y de técnicos y de todo lo que genera el laburo cultural en una obra. Entonces San Martín dice ok, ¿por qué no hacemos una convocatoria abierta? Y a mí me pareció genial. Inicialmente pensando en una cooperativa yo pensé en convocar amigos, colegas que puedan sumarse de onda como hacemos muchos proyectos. Y cuando aparece la convocatoria abierta bueno, ya era ok, ahora es el San Martín y es el director eligiendo esto. Pude participar en las últimas que fueron como ya las definitorias para que el director me pueda ver en acción con esos personajes y a ver con quiénes practicábamos más. Porque ya después no dependía más ya de decir su rol sino como algo que podía funcionar o no arriba del escenario. Por ejemplo, que las temas tengan una constitución artística parecida a la mía. Nada, cosas que ya excedan al talento que había, que son muchísimas más de dos mil personas.

– Mirá, un montón. Estamos en charla con Florencia Otero que es actriz, que es cantante que está protagonizando esta obra llamada Personas, Lugares y Cosas en el Teatro Sarmiento. Las funciones son los días de miércoles a sábados a las 20 y los domingos a las 19 horas. ¿Cuánto tiempo de ensayo tuvieron?

Florencia Otero: Con todo el elenco, dos meses. Pero hace un año que venimos laburando como el laburo de mesa con el director en todo lo que fue la adaptación la traducción y después estamos adaptando también texto dentro de los clásicos y viendo que era más conveniente y que no. Empezar a laburar también en mi cuerpo y en mi voz. Había algo que el director veía en mi imagen como algo muy dulce o no sé ingenuo y un poco oscuro que era lo que necesitaba el personaje, así que lo empecé a laburar con mi fonobióloga, empezamos a laburar el cuerpo con 17 apreuta y encontrarle un poco la búsqueda de este personaje. Así que yo vengo hace un año, pero con el elenco dos meses.

– ¿Y cómo fue encontrar ese personaje? Pensaba un poco en todo esto que me decís y en lo que decías al principio que por ahí era como que contrastaba mucho con tu personalidad. ¿Cómo fue toda esa construcción?

Florencia Otero: Mirá, contrasta mucho hasta que uno empieza a encontrar la oscuridad en uno, ¿viste? Hacerse cargo también de esas partecitas y decís, bueno, no estamos tan lejos. Solamente hay que extremar ese lugarcito, ese hilito que uno encuentra y decís, a ver, yo tengo este pedacito. Y empezamos a tirar del hilo y claro, empezaste a encontrar que eso lo podés extremar a un punto a que llegue a ser un hecho teatral. Y eso fue un poquito la búsqueda. La verdad es que, como te decía al principio, cada vez me doy cuenta que pienso muy parecido a Emma. Me asusta esto, Me asusta mucho. Pero la verdad es que me pasa a mí mismo. A mí también la realidad me resulta profundamente abrumadora y la ambivalencia moral que hay que tener para seguir con la vida pensando en bueno, positivismo, trabajo para mí mismo, para mis sueños, salir por la calle y hay alguien durmiendo en la esquina. Es muy complejo todo. Entonces poder encontrarle sentido a todo esto, ¡uff! Es un laburito enorme.

– Florencia, ¿la obra está hasta cuándo?

Florencia Otero: En principio tenemos temporada de 3 meses así que hasta fin de agosto las esperamos de miércoles a domingo en el Teatro Sarmiento. Sin el encaso, es una obra que vale la pena. Así que nada, vengan.

– Bueno, hacemos la invitación. Flor, gracias por esta charla. Felicitaciones por tu trabajo.

La verdad que personas, lugares y cosas… Tu equipo en el escenario. Es una crítica de Mercedes Méndez en La Nación, una gran crítica de teatro y ella dice también que la obra está bien y lo mejor de la obra es el laburo de Flor, muy comprometida con la obra.

Es de Duncan Macmillan, es el mismo autor de Las Cosas Maravillosas que está en este momento también en cartel y tiene una participación del público también, porque participa y mucho el público en esta obra que está dirigida por May Skápola y es una impronta que tiene este autor británico, joven autor británico. La obra está traducida por Nicolás Picardo, dirigida por Julio Panno, está en Florencia Otero, en el personaje de Ema y también Beatriz Spelsini, de gran experiencia, sobre todo en el teatro oficial. Carlos Cáspar, Nelson Rueda, Connie Marino, Gabriel Robito, Santiago Raca, María Lazzina, Estefanía Dana, Rocco Sainz, Fiore Provenzano y Marina Artigas. Así decimos todo el elenco. De miércoles a sábados a las 20, domingos a las 19, la duración es de dos horas. Las platea la entrada como siempre bien, barata, accesible. Complejo Teatral Buenos Aires, Teatro Sarmiento o directamente van allá y después se van al botánico. En Sarmiento 2715, ahí nomás pegadito a lo que es el mismo ámbito del ecoparque, frente a la rural. La obra se llama Personas, Lugares y Cosas.