La génesis del programa Posta de Artistas fue en respuesta a una necesidad identificada en los hospitales: la carencia de propuestas artísticas enfocadas en las infancias. Inicialmente, consistía en la visita de músicos en formación a hospitales. Sin embargo, el proyecto no tardó en expandirse a otros espacios de la ciudad, tales como escuelas y bibliotecas. Con el tiempo, cambiaron no sólo el nombre, sino también el enfoque y el alcance del programa. Durante los años, se sumaron diferentes profesionales de diversas disciplinas, transformando esa primera oferta musical en una extensa gama de propuestas culturales que hoy incluyen música, teatro, plástica, literatura, y narración oral.
El programa se estableció a lo largo de los años con un circuito definido, especialmente después de la pandemia, época durante la cual consolidó su presencia en hospitales importantes de la ciudad. Dazo relata con orgullo cómo el equipo logró realizar más de 20 actividades mensuales, llegando a cientos de niños que acceden de forma gratuita a estas propuestas. En cada interacción, Posta de Artistas busca no sólo entretener, sino también despertar en los chicos una conciencia acerca de las múltiples actividades artísticas y culturales disponibles en la ciudad.
Una de las características más destacadas del programa es la variedad de sus propuestas. Desde teatro breve, música en vivo hasta creación de dioramas, cada actividad está cuidadosamente diseñada para ofrecer una experiencia artística de calidad. Un ejemplo claro de esto es la actividad “Llego y me voy”, donde una actriz de renombre como Lorena Sechelli lleva a cabo una narración oral de ficción, que poco a poco se transforma en una clase interactiva de teatro. Todo esto es posible gracias a la colaboración de profesores y artistas altamente cualificados y comprometidos, como el músico Emanuel Gallino, quienes no solo traen sus conocimientos artísticos, sino también una aproximación pedagógica enriquecida.
Las actividades van más allá del teatro y la música, incorporando artes plásticas a partir de técnicas como el diorama. Este tipo de actividades buscan dar a los niños la oportunidad de participar activamente en la creación artística, dotándolos de herramientas para transformar su entorno cotidiano en un escenario mágico lleno de posibilidades. Este enfoque interdisciplinario permite que las experiencias sean significativas, no solo disfrutables.
El proceso de creación y selección de los contenidos de Posta de Artistas es igualmente excepcional. Dazo, junto a su compañera Giselle Katz, dialogan sobre los contextos a los que se debe dar prioridad, siempre con las premisas de inclusión y calidad educativa. Las visitas a hospitales, por ejemplo, ofrecen momentos de esparcimiento y alivio a chicos que pasan por procesos médicos prolongados, aportando una chispa de alegría y creatividad en entornos que a menudo carecen de ellas.
En conclusión, Posta de Artistas se ha consolidado como un motor de transformación en el acceso a la cultura y el arte en espacios donde estos son especialmente necesarios. Este programa no solo alimenta la imaginación de los más pequeños y les proporciona un espacio seguro donde expresarse libremente, sino que también sienta un precedente sobre lo que puede lograr una política cultural inclusiva y accesible.