El emprendedor gastronómico Francisco Miranda relata la emotiva restauración y reapertura del histórico Café de García, manteniendo el espíritu tradicional y las famosas picadas en el único bar notable de Villa Devoto
Francisco Miranda, el emprendedor gastronómico que ha revitalizado el Café de García, comparte emocionado cómo ha sido el proceso de restaurar y reabrir este histórico bar notable. Con raíces profundamente conectadas a la tradición y la gastronomía, Miranda y su equipo enfrentaron el desafío de devolverle la vida a un lugar emblemático para el barrio de Villa Devoto. Miranda explica que siempre han estado ligados a la gastronomía y a los bares tradicionales de barrio. Su familia tiene un fuerte lazo con estos establecimientos, situación que facilitó la conexión y eventual reapertura del Café de García. «Nosotros somos gastronómicos de toda la vida, y nuestro origen parte de bares tradicionales de barrio», comenta Miranda. El proyecto no solo implicaba devolverle el esplendor al Café de García, sino también conservar su esencia y legado. Los hermanos Hugo y sus padres, fundadores del bar, lo manejaron durante gran parte de su historia. Sin embargo, al pasar los años y debido a la edad, surgieron numerosos ofrecimientos para transformar el lugar en edificios modernos, algo que la comunidad rechazaba firmemente. La restauración fue un proceso minucioso y extenso, tomando alrededor de un año y medio. «Poner en valor algo que ya está creado y construido es distinto a hacer algo desde cero», señala Miranda. La inauguración, el pasado 15 de enero, fue un evento cargado de emociones, tanto para él como para los residentes del barrio. El recibimiento por parte de la comunidad ha sido abrumador. «Algunos incluso se emocionaron y lloraron al ver las paredes», relata al recordar las reacciones de aquellos que crecieron visitando el café. Para mantener la conexión con el pasado, se conservó gran parte de la decoración original, incluyendo fotos y placas históricas. El futuro del Café de García promete mantener viva la tradición y ser un punto de encuentro emblemático en Villa Devoto. Miranda y su equipo han trabajado arduamente para equilibrar la conservación de la esencia del café con algunas modernizaciones necesarias. Además, han respetado iconos como la famosa picada del bar. El equipo también planea inaugurar una terraza en la próxima primavera, complementando el ambiente acogedor del café con una nueva experiencia al aire libre. Para los desayunos y meriendas, se están implementando nuevas propuestas, además de las clásicas opciones. El proyecto ha sido un esfuerzo colectivo, con la colaboración de empleados antiguos y nuevos. Hugo, uno de los antiguos propietarios, sigue visitando el lugar regularmente, brindando valiosos consejos y compartiendo su experiencia. Finalmente, Francisco espera que el Café de García siga siendo un punto de encuentro y un símbolo de la historia y la cultura del barrio. Con una gestión que honra el pasado y mira hacia el futuro, el Café de García renace como un faro de tradición y comunidad en Villa Devoto.