Un retorno con nuevas perspectivas
Mariela Asensio comparte su entusiasmo por volver a dar vida a este proyecto, que ya ha cosechado elogios el año pasado. «Fue una experiencia así muy, muy intensa y la verdad que está bueno volver también, ¿no?, con la distancia del tiempo que pasó», comentó Asensio sobre el regreso de la obra. Este año, el escenario es el emblemático Teatro del Pueblo, un lugar significativo para Asensio, quien celebra con orgullo el 35 aniversario de la Fundación ZOMI, institución a la que pertenece.
Una historia basada en experiencias reales
La obra, que explora las complejidades de cuidar de seres queridos gravemente enfermos, se inspira en las experiencias personales de Mariela Asensio con su madre. «Mi mamá cursó una enfermedad con la que convivió muchos años, ocho años», explica la autora, «yo fui una persona que estuvo a su lado desde el principio y acompañé todo este proceso».
A lo largo de este tiempo, Asensio comenzó a reflexionar sobre la naturaleza de la enfermedad, el cuidado y los efectos deshumanizantes de una sociedad obsesionada con la hiperproductividad y la juventud eterna. «En un mundo que está tan atravesado por lo ilimitado y por la hiperproductividad, ¿qué pasa cuando nuestro cuerpo no puede responder a esa idea?», se cuestiona Asensio, invitando a la audiencia a conectar con su humanidad perdida.
El proceso creativo y el impacto de la realidad
El proceso creativo de la obra, sin embargo, tomó un giro inesperado cuando la madre de Asensio falleció durante los ensayos. Este hecho inevitablemente afectó el guion, llevando a Asensio a reconsiderar la dirección y el mensaje de la obra. «Una de las cosas que hablamos con Paola es que si lo hacía tenía que de alguna manera legitimar lo autorreferencial», revela, refiriéndose a la necesidad de entrelazar sus vivencias personales con la narrativa ficcional.
A pesar de su origen doloroso, «El Cuerpo Anímico» no es un relato sombrío; por el contrario, busca hacer eco en el espectador a través de una conexión tierna y universal. Asensio aclara: «no es una obra bajonera. Al revés, me parece que es un material que te conecta con algo de lo que estamos bastante disociados y desconectados».
Las dinámicas del cuidado y la amistad en escena
La obra también se adentra en la exploración del cuidado y la dependencia, tanto desde una perspectiva realmente humana como a través de una lente cómica. Asensio reflexiona sobre cómo las relaciones se transforman en contextos de enfermedad. «Fue como transformar un poco en la madre de mi madre, y eso es muy conmovedor», comenta, revelando el impacto emocional de estos roles invertidos.
Además de la profundidad del guion, la fuerte amistad entre Mariela Asensio y su coprotagonista, Cristina Maresca, es otro pilar de esta producción. «Las dos, inmediatamente fue nuestro plano. O sea, no barajamos ningún otro nombre», dice sobre la elección de Marezcas para interpretar a su madre en la obra.
La realidad de la salud y las instituciones
Dentro de su exploración temática, «El Cuerpo Anímico» también ofrece un comentario sobre los desafíos burocráticos y emocionales del sistema médico. Asensio recuerda cómo, en su búsqueda por un cuidado adecuado para su madre, encontró alivio en un equipo de cuidados integrativos que proporcionó una visión más humana y holística. «Lo que pasa con la medicina es que muchas veces está muy disociada, muy deshumanizada», critica, destacando las barreras que enfrentan quienes navegan por estos sistemas complejos.
Una invitación al redescubrimiento
Presentada en un formato moderno y multidimensional, la obra incorpora elementos audiovisuales y performativos para enriquecer la experiencia del público, evitando un anclaje en un espacio específico. «Tiene una cosa más performativa también en algún sentido», detalla Asensio.
Con solo ocho funciones programadas, «El Cuerpo Anímico» es un evento teatral que no se debe pasar por alto. El horario temprano de las presentaciones, a las 6 de la tarde, invita a una experiencia cultural que permite a los espectadores disfrutar del resto de la noche en Almagro, un entorno vibrante en la ciudad.
«El Cuerpo Anímico» no solo representa un producto artístico, sino una experiencia visceral que conecta profundas emociones humanas a través de un prisma de vulnerabilidad y amor. Como concluye Asensio, «quienes deseen embarcarse en este viaje emocional encontrarán un espacio donde redescubrir la fragilidad y belleza inherente de ser humano».