La calidez del tango en un disco accidental
«Vivo» no fue inicialmente planeado como un disco. Según relata Luna, la grabación se llevó a cabo únicamente para registrar el concierto como parte de la documentación del festival. Sin embargo, el resultado fue tan excepcional que el director del festival insistió en que debía ser publicado. «Era un registro que hace el festival de todos los conciertos, pero no fue una toma de grabación», explica Luna. Sin embargo, la calidad y el sentimiento lograron captar la esencia del evento, lo que llevó a su lanzamiento oficial.
Este proyecto se beneficia del arte de Damián Poliak en Bombay Estudios, quien se encargó de filtrar los ruidos ambientales y reducir las imperfecciones características de una grabación en vivo. Luna destaca que, pese a no haber sido concebido como un álbum desde el inicio, el resultado final respecto al sonido es inmejorable, gracias al esfuerzo colectivo de todos los involucrados.
Un equipo musical consolidado
En referencia a su colaboración con Pablo Valle, Luna resalta la larga relación profesional que los une. «Hace muchos años que trabajamos con Pablo. Siempre es parte de mis discos, en algún momento de invitados, pero me gusta mucho compartir con él», asegura. Esta relación se manifiesta en una química palpable que es esencial para el éxito de sus actuaciones conjuntas.
Espontaneidad vital
Una de las reflexiones más profundas de Sandra Luna gira en torno a la interpretación y cómo encara cada presentación como si fuera la última. «Para mí, cantar es como si fuera la última vez… me entrego a la canción como quien se zambulle en el agua. La canción me lleva a un lugar donde lo doy todo», confiesa. Esta entrega sin restricciones es lo que permite que un concierto espontáneo y casual trascienda las expectativas, consolidándose en un álbum memorable.
El legado de las grandes
Sandra Luna no solo es reconocida por su talento vocal, sino también por su enfoque docente y por la forma en que encarna la tradición del tango en su arte. Al hablar sobre sus influencias, Luna menciona a varias artistas icónicas como Nelly Vásquez, Susi Leiva, y Virginia Luque, quienes moldearon su estilo y proporcionaron una base sólida en su carrera. “Desde chica, trabajé con grandes de la música que me moldearon, como Héctor Varela y Mariano Mores”, relata, evidenciando la importancia que le otorga a la formación continua y al legado recibido.
Encuentros juveniles
Luna comparte cómo, desde los siete años, ha estado sumida en el mundo del tango, lo que le permitió acumular experiencia y sabiduría desde una edad muy temprana. “Me llevaron una noche para que me conozca Héctor Varela, y fue increíble. A los ocho años ya cantaba con él”, cuenta, subrayando las experiencias formativas clave en su carrera.
Formación integral
Sandra también es una fiel creyente en la importancia de la formación complementaria. Ha incursionado en disciplinas como el yoga, teatro, y programación neurolingüística para enriquecer su arte. Estas prácticas no solo le han proporcionado herramientas valiosas para sus interpretaciones, sino que también las ha incorporado en su labor como docente. “Poder saber a dónde podés encontrar diferentes actitudes de la canción te permite volar”, comenta Luna sobre cómo estos conocimientos influyen en su performance.
Expectativas para el próximo show
El evento del 2 de diciembre no solo presentará temas del disco «Vivo», sino que también incluirá otras composiciones que enriquecerán la experiencia del público. Sandra Luna invita a su audiencia a «recorrer y acariciar canciones, tanto las que están en vivo, como las que surgirán en este momento», prometiendo un concierto inolvidable que trasciende lo puramente musical.
Sandra Luna, con «Vivo», no solo nos invita a disfrutar de su talento y pasión por el tango, sino que nos ofrece una mirada íntima al corazón de una artista que vive su música en cada instante.