La obra «Rucci-Tosco, el debate» se presenta como una propuesta teatral distinta en el vibrante escenario de la Calle Corrientes. Este trabajo del director y dramaturgo Manuel González Gil explora un momento crucial de la historia sindical argentina de los años setenta, reviviendo el célebre debate televisivo entre José Ignacio Rucci y Agustín Tosco. Presentándose en el Multitavarís, la producción no solo anima la memoria de un periodo político polarizante, sino que conecta con inquietudes contemporáneas.
A través de la conversación con Manuel González Gil, director de la obra, se develan los pormenores de una representación que prometía ser un evento de nicho y terminó extendiendo su resonancia más allá de las expectativas iniciales.
González Gil recuerda que «la obra surgió a partir de una propuesta del Sindicato de la Unión Obrera Metalúrgica a fines de 1973», cuando se planteó la idea de escribir algo sobre Rucci. Fue entonces cuando se le ocurrió recrear el famoso debate. Refiriéndose al proceso creativo, González Gil mencionó cómo lo acompañó la fascinación con el documentado enfrentamiento entre dos gigantes del sindicalismo, lo que le llevó a considerar su potencial como dramaturgia perfecta para un teatro documental.
La obra se sitúa en un entorno inicialmente reducido, pero pronto gana atención masiva, «se empezó a llenar el auditorio de la UOM, [con] estudiantes, vecinos, y… el público que no tenía nada ya que ver con la UOM», compartió el director. Eventualmente, Carlos Rothenberg sugirió trasladar la obra al Multitavarís, reconociendo su creciente popularidad y relevancia cultural.
El desafío no solo fue contar una historia conocida, sino hacerlo de manera que resuene con una audiencia moderna, algo que González Gil logró magistralmente. La dinámica de construcción de personajes jugó un papel crucial en esta representación, mencionando el director cómo los actores Monge y Robito imbuyeron de vida a los personajes históricos de Tosco y Rucci, «los han estudiado en posturas físicas, en actitudes, en ritmos, en pequeñas conductas», logrando una interpretación que va más allá de las meras actuaciones.
La obra se adentra no solo en los instantes del debate televisivo sino en su producción detrás de cámaras y en los ecos históricos que esos momentos provocaron. «Vas viendo un debate con el diario de un lunes pasando 52 años», explica González Gil, remarcando la atemporalidad del conflicto entre las ideologías y la lucha por el reconocimiento de los derechos laborales.
Uno de los aspectos más conmovedores de la puesta en escena es cómo revive el contexto histórico y político de Argentina en 1973, llevando a la audiencia a «empezar a vivir en este año 1973, con las elecciones que estaban por terminar, con una dictadura tremenda», lo que invita al público a reflexionar sobre las continuidades y cambios respecto al presente.
El debate, que inicialmente parecería ser entre dos visiones del sindicalismo personificadas por Rucci y Tosco, revela en realidad una discusión más profunda, «más que nada era el sistema de gobierno contra el sindicato», añade González Gil. La representación escénica destaca que, más allá de sus diferencias sobre cómo liderar el movimiento obrero, ambos sindicalistas compartían una visión común centrada en los derechos y la dignidad de los trabajadores.
Cuando se le pregunta acerca de la libertad creativa otorgada por el sindicato para la producción de la obra, González Gil asegura que disfrutó de «total libertad creativa», permitiéndole imprimir su visión al proyecto sin restricciones partidarias ni de agenda, un tributo a la inteligencia del sindicato al encomendarle tal responsabilidad.
La recepción del público ha sido más que favorable, un fenómeno que González Gil describe con emoción: «lo que pasa con el público es verdaderamente emocionante». Las representaciones han resultado en llenos totales, trasladándose del circuito off a la presentación regular en la prestigiosa Calle Corrientes, marcado hito para cualquier espectáculo.
«Rucci-Tosco, el debate» no es solo teatro; es un recordatorio poderoso del rol activo que históricamente se ha vivido en la arena sindical y un llamado a la reflexión sobre la importancia de la participación y el debate en los contextos sociales y políticos de hoy. Como explica González Gil, en un tiempo de creciente desilusión política, revisar cómo dos figuras del pasado lucharon por sus principios invita a revaluar el presente y futuro de la acción sindical y política.
Las funciones de «Rucci-Tosco, el debate» están programadas desde el próximo miércoles, con shows de miércoles a domingo, y las entradas ya están disponibles a través de la boletería del teatro y de la plataforma Plateanet, brindando una experiencia única en la emblemática Calle Corrientes.