El 1 de julio, a las 19:00 horas, la Biblioteca Nacional inaugurará en las salas Leopoldo Lugones y María Elena Walsh una exposición en honor a Álvaro Yunque, titulada «Álvaro Yunque, el profeta de Boedo». La muestra surge a partir de la donación que la biblioteca recibió en 2012 del archivo completo del escritor argentino, quien dejó una huella indeleble en la literatura del siglo XX.
Álvaro Yunque, seudónimo de Arístides Gandolfi Herrero, nacido en 1889 y fallecido en 1982, fue un prolífico escritor cuya obra abarcó desde teatro y cine hasta poesía y literatura infantil. «Es un escritor reseñado, pero poco estudiado en profundidad», comentó Emiliano Ruiz Díaz, investigador de la Biblioteca Nacional y coordinador de la muestra. Yunque formó parte del mítico Grupo Boedo, conocido por su enfoque realista y comprometido en la literatura, en contraposición al más experimental Grupo Florida.
Durante la entrevista, Ruiz Díaz explicó el extenso proceso de curaduría que implicó la selección de materiales de las 67 cajas del archivo donado. «Lo que hicimos fue seleccionar un poco de cada uno de los géneros que Yunque abordó en su vida, para hacer un abordaje integral de su obra», indicó el investigador. A pesar de que una parte significativa del legado de Yunque es su literatura infantil, la Biblioteca Nacional aspiraba a mostrar todas las facetas del autor, describiéndolo como un «polígrafo», término que designa a quienes exploran diversos géneros literarios.
La vida de Álvaro Yunque estuvo estrechamente ligada al Grupo Boedo, una asociación literaria que surgió en la década de 1920 con un enfoque en el realismo social. «Hablar de Boedo es hablar de Yunque también,» manifestó Ruiz Díaz. En oposición a las tendencias «puristas» del Grupo Florida, Boedo se centraba en una literatura más comprometida políticamente y socialmente consciente, influenciada por sus orígenes en el anarquismo y más tarde en el marxismo.
Emiliano Ruiz Díaz describió a Yunque no solo como un autor versátil, sino también como una figura de compromiso político, que lo llevó a ser censurado en varias ocasiones por diferentes gobiernos. «Fue detenido en los años 30 durante la década infame y tuvo que exiliarse en Montevideo,» mencionó. Además, su obra fue prohibida durante la dictadura militar en 1976, ejemplificando su constante desafío a la autoridad.
A lo largo de la entrevista se destacó el fuerte impacto de Yunque en la literatura infantil, donde su libro «Barco de Papel», publicado por primera vez en 1926, sigue siendo un referente. La muestra en la Biblioteca Nacional incluirá elementos variados como manuscritos originales de «Calfucurá», un ensayo sobre el cacique mapuche-tehuelche, y correspondencia de admiradores jóvenes. «Es una literatura que llama a una pedagogía alternativa,» explicó Ruiz Díaz, enfatizando el rol de Yunque en representar las adversidades de la infancia.
La exposición también incluye aspectos menos conocidos del autor, como su dedicación historiográfica y una serie de «cuadernitos» de notas personales, que reflejan su profundo interés en el pensamiento universal. Estos cuadernillos, en los que Yunque anotó pensamientos de figuras como Montaigne y José Hernández, eran su manera de «preservar un tesoro de citas» que luego incorporaba a su obra.
El trabajo de la Biblioteca Nacional en rescatar y poner en valor a Yunque está siendo aplaudido como un ejemplo de cómo preservamos la memoria cultural. «Hacemos un esfuerzo por difundir lo que aquí se preserva,» afirmó Ruiz Díaz, resaltando la importancia de reivindicar autores que, como Yunque, han sido relegados en el tiempo.
La muestra estará abierta hasta principios de noviembre, proporcionando una ventana al pasado que ilumina la rica trayectoria de un escritor comprometido. Con esta exposición, la Biblioteca Nacional invita al público a redescubrir a Álvaro Yunque, explorando su legado literario y activismo político que aún resuena en la actualidad.