VASSA: El Clásico de Máximo Gorki Renace en el Conurbano Porteño

VASSA: El Clásico de Máximo Gorki Renace en el Conurbano Porteño

En el icónico Teatro Regio de Buenos Aires, sobre la avenida Córdoba, se presenta «VASSA», una adaptación contemporánea de la obra de Máximo Gorki. Originalmente escrita en 1910 y revisitada después de la Revolución Rusa por el propio Gorki, esta versión llega al público argentino bajo la hábil dirección de Felicitas Kamien. La obra se aleja del contexto revolucionario del pasado para sumergirse en un paisaje más cotidiano y local: el conurbano bonaerense, en un tiempo indeterminado que alterna entre pasado y futuro.

Conversamos con Horacio Marazzi, actor con una trayectoria de 46 años en teatro, quien forma parte de este impresionante elenco. Marazzi expresa su gratitud y sorpresa por la acogida de la obra: «Uno no esperaba, después de tantos años, que el público se levantara en medio de la función, emocionado. Desde el comienzo, las salas están llenas, y eso es increíble», comparte.

La obra, que se centra en una familia disfuncional en medio de una agitada situación socioeconómica, se ha convertido en un reflejo del grotesco y a la vez trágico trasfondo de la actualidad argentina. Humberto Tortonese encarna magistralmente al personaje de Bassa, un papel que, según Marazzi, parece haber sido escrito específicamente para él. «La obra se transforma completamente con la participación de Tortonese. Su habilidad para fusionar lo trágico y lo cómico, incluso simultáneamente, es única», destaca Marazzi.

El personaje de Horacio Marazzi, a pesar de representar un punto de vista más racional dentro de la familia, también está atrapado bajo el dominio de Vassa. «Mi personaje trata de traer un poco de coherencia, pero al mismo tiempo es avasallado por el carácter arrasador de Bassa. Es un equilibrio interesante», reflexiona.

Sobre el proceso creativo, Marazzi señala que los ensayos con Felicitas Kamien implicaron una mezcla de lectura de texto y un enfoque improvisado. «A Felicitas le gusta experimentar. Muchas escenas surgieron de la improvisación, lo que nos permitió llegar a resultados realmente óptimos», relata.

En cuanto a la actualización del contexto de la obra, Marazzi reconoce el riesgo y la efectividad de trasladar la acción desde la Revolución Rusa al conurbano bonaerense actual, un escenario en el que «el dólar se dispara y la situación económica es caótica», agrega.

Marazzi, quien tiene una historia en la compañía argentina de mimo, aplicó su experiencia en la expresión corporal a su papel en «VASSA». «No es mimo convencional; se trata de trabajar con objetos y con el cuerpo de una manera más integrada en el teatro con palabra», explica. Su conformidad escénica con Tortonese ha sido descrita como una de las claves del éxito: «Nos entendemos sin dificultad; su personaje central requiere un soporte sólido, y nuestros intercambios lo logran», afirma.

La escenografía de Cecilia Suyaldi y el vestuario creado por Magda Banach añaden capas de interpretación y atmósfera: «La escenografía es impresionante, y el vestuario desconcierta al no marcar claramente la época, marcando un estilo argentino indefinido que contribuye a la narrativa», describe Marazzi.

Horacio Marazzi se siente afortunado de estar en este proyecto, que estará en cartel hasta el 31 de julio. «Nunca había actuado en el Regio. La combinación del espacio con nuestra escenografía crea una atmósfera que se extiende al poder histórico y cultural del teatro», dice.

«VASSA» invita al público a una experiencia teatral única, mezclando lo grotesco con lo trágico, en una saga familiar que bien podría retratar cualquier realidad contemporánea. Además de Tortonese y Marazzi, el elenco incluye a talentosos intérpretes como Ana Bela Basia Galupo, Javier Pedersoli, y más, todos bajo la batuta creativa de Kamien.

No cabe duda de que la obra se ha convertido en un fenómeno teatral en Buenos Aires, sacudiendo las emociones del público y prometiendo una reflexión más profunda sobre la sociedad actual, todo ello entre risas y lágrimas. Horacio Marazzi concluye con un cálido agradecimiento: «Lo importante es que la gente viene, disfruta y muchas veces se reconoce en lo que ve en escena».