Blacky: Una Voz Insumisa y Transformadora

Blacky: Una Voz Insumisa y Transformadora

En esta entrevista, la periodista, editora y escritora Hinde Pomeraniec conversa sobre la reedición de su libro dedicado a Paloma Efrón, conocida como Blacky. El texto, que explora la multifacética vida de esta pionera argentina en los medios de comunicación, llega actualizado y con un nuevo título, reflejando los cambios y perspectivas actuales sobre el rol de las mujeres en la industria.

En septiembre, el mes que empieza el viernes, Gourmet Musical reeditará el libro que se llamó en su momento *Blacky, la dama que hacía hablar al país*, de la periodista, editora y escritora Hinde Pomeraniec. La primera edición fue de 2010, ahora regresa actualizado y bajo el nombre de *Blacky, una voz insumisa*. Por supuesto, de lo que estamos hablando es de un libro que aborda la figura de Paloma Efrón, más conocida como Blacky, una mujer que dejó una huella imborrable en la comunicación y los medios de Argentina. Blacky fue cantante de jazz y gospel, trabajó en teatro, radio y televisión y fue la primera directora mujer de Canal 7. El libro es una investigación exhaustiva que celebra y analiza su vida y legado.

Hinde, felicitarte porque es un gran trabajo de investigación y escritura. Me parece que, leyendo el libro, crecimos con esa aura de Blacky, aunque éramos chicos. Se hablaba de ella como una figura emblemática de la televisión y la radio.

Sí, en mi caso, crecida en una familia judía, Blacky era un emblema de lo que se puede lograr intelectualmente y popularmente siendo judía argentina. Sin embargo, lo que más me impresiona ahora es que murió joven, con solo 64 años. Ella había tomado la decisión de terminar con el maquillaje y la feminidad seductora y convertirse en otra cosa, lo cual es un antes y un después en su vida. Esta transformación dejó una huella duradera en cómo la recordamos.

Totalmente. Además, ella nació en Entre Ríos, dentro de la comunidad judía, lo que añade un valor significativo a su historia.

Claro, mi abuelo era un gaucho judío de Entre Ríos, hijo de europeos como Blacky. Esta conexión personal añade más significado. Aunque yo no fui público de ella, en nuestras casas sí lo eran, y esa figura fue muy importante. Sus logros en los medios siguen siendo reconocidos hoy, como que el día del productor en Argentina es su cumpleaños, el 6 de diciembre. Ella dejó una vara muy alta.

Sí, totalmente. Y algo interesante del libro es que no se idealiza a Blacky; muestra todas sus facetas, incluyendo sus debilidades y carácter fuerte. Esto da una visión completa del personaje.

Exacto. Mantener el equilibrio y mostrar las aristas del personaje es una tarea complicada. Blacky tenía sus fortalezas, pero tampoco era perfecta. Lo que me interesó explorar fue su escritura, que era bastante elemental pero popular y efectiva. Ella usaba recursos literarios y a veces, elementos de ficción, lo que hace su legado aún más fascinante.

Claro, mencionas cómo ella podía parecer una figura como China Zorrilla, con una verdad y mentira entrelazadas en sus relatos, lo que la vuelve aún más intrigante.

Sí, es interesante cómo puedes dudar de la veracidad de algunas de sus historias y luego descubrir que eran ciertas. Su entrevista con Leonard Bernstein o Salvador Dalí, aunque no siempre hay pruebas fotográficas, reflejan su capacidad de mezclar realidad y mito. Eso la hace aún más impresionante.

¿Qué archivo hay de todo esto? Muchas veces criticamos el descuido sobre los archivos de los medios. ¿Cómo fue tu trabajo de arqueología?

Empecé a trabajar en este libro en 1994, cuando trabajaba en Clarín. Conseguir testimonios y material gráfico fue más fácil en ese entonces, aunque encontrar imágenes y vídeos era complicado. Recientemente, gracias a Internet y Google, han aparecido más recursos y cómo la gente ha subido material personal a la red. Esto me permitió acceder a nuevas imágenes y textos que antes no tenía.

¿Cómo cambió tu percepción de Blacky desde el 2010 a ahora?

Entiendo mejor el contexto cultural y las dinámicas de género. Blacky era una mujer fuerte que quizás no necesitaba las etiquetas del feminismo de su tiempo porque se había hecho su camino sola. Pero hoy, términos como «insumisa» reflejan mejor su lucha y su carácter. Aunque no entendía bien los reclamos de género, hizo muchísimo por las mujeres en medios, aunque también tenía sus limitaciones, como no comprender los desafíos de una madre trabajadora en su equipo.

Blacky arrancó con el jazz y el gospel, géneros que no eran tan populares en Argentina, y evitó el tango. ¿Qué te parece eso?

El tango no la convocaba. Descubrió el jazz y el gospel en Estados Unidos y le fascinó. Lo interesante es que no solo presentaba la música, sino que explicaba su contexto cultural. Era una antropóloga cultural en ese sentido. Su experiencia en Estados Unidos en un momento de reconocimiento de la cultura negra le permitió traer eso a la Argentina.

El libro también es una ventana a la televisión y radio de los años 50, 60, y 70 en Argentina. Nombres y figuras familiares de esa época están detallados con mucho cariño. Blacky, una voz insumisa, estará disponible a partir de septiembre, y será un excelente recurso para entender mejor a esta figura transformadora.

Hinde, muchísimas gracias por esta charla y por acercarnos a la vida de Blacky a través de tu trabajo. Un gran abrazo.

Gracias a ustedes, de verdad. Saludos para todos.

Hnde Pomeraniec, periodista, editora y escritora, nos trajo una visión completa y actualizada de Paloma Efrón, Blacky, con su libro *Blacky, una voz insumisa*.

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