Argentina y Uruguay comparten una figura entrañable, no solo como actriz, sino como un ícono cultural cuyos relatos y presencia se extendieron mucho más allá del escenario o la pantalla. Hablamos de China Zorrilla, cuya vida y carrera han sido retratadas de forma minuciosa y afectiva por el escritor Diego Fischer en el libro «China Zorrilla, la biografía». En una entrevista reciente, Fischer compartió detalles íntimos y reveladores sobre el proceso de creación de esta obra esperada por muchos y que profundiza en la vida de esta querida artista.
Fischer recordó con humor la vez que presentó la idea del libro a China. «Cuando se lo planteé por primera vez, ella acababa de cumplir 80 años. Me miró con esa expresión tan suya y preguntó: ‘¿Te parece que a alguien le puede interesar un libro sobre mí?'», relató Fischer. Sin embargo, la trayectoria de China Zorrilla, abarcando cine, teatro y televisión, demuestra lo contrario. Desde su deslumbrante debut en la telenovela «Pobre Diabla», su impacto en la cultura popular de ambos países fue rotundo.
El relato de Fischer nos lleva a una reunión significativa en Buenos Aires, donde visitó a China en su departamento. Acompañado por su hermana, una sobrina y una caja de chocolates suizos, Fischer observó a China concentrada en un álbum de fotografías familiares traído por su hermana desde Montevideo. En esta visita, Fischer logró la autorización de Zorrilla para escribir su biografía, lo que describió como una de las experiencias más memorables de su vida y que selló con la promesa de incluir una singular fotografía de la infancia de China, capturada en París con el Arco de Triunfo de fondo.
Diego Fischer ofrece en su libro un recorrido detallado por la vida de China Zorrilla, trazando no solo sus éxitos públicos, sino también desvelando aspectos más personales, como la historia de amor de Zorrilla que perduró durante 25 años. «Fue una historia digna de China, parece una novela romántica del siglo XIX», narró Fischer. Este vínculo personal del autor con la figura de China, reforzado por una búsqueda documental rigurosa y entrevistas con aquellos que la conocieron bien, otorgan al libro una profundidad y un respeto que lo convierten en una obra fundamental para quienes desean comprender a la persona detrás de la leyenda.
China Zorrilla no solo era una talentosa actriz, sino también una narradora nata, capaz de transformar cualquier anécdota en un relato formidable. Fischer recalcó este don especial de Zorrilla: «Ella te podía presentar el mismo cuento diez veces, y siempre arrancaba una carcajada. Eso era China: una militante de la vida, del humor fino y de la filantropía».
El contexto cultural y político también jugó un rol crucial en su carrera, y Fischer reflexionó sobre cómo su traslado a Argentina fue motivado por una falta de reconocimiento en Uruguay. Un ejemplo de ello fue su papel en la obra «El tobogán» de Jacobo Langsner, una representación mordaz de la sociedad de clase media uruguaya en la década de los 70, que recibió la aclamación crítica pero fue ignorada en los premios nacionales. Esta desilusión propició su traslado a Buenos Aires donde fue acogida y amada, comenzando con su papel memorable en «Pobre Diabla», que consolidó su lugar en el corazón del público argentino.
El impacto de China Zorrilla trasciende su obra artística. Su personalidad, marcada por su origen en la aristocracia uruguaya y sus conexiones familiares con ricas figuras culturales, como su padre, el escultor José Luis Zorrilla de San Martín, y su abuelo, el poeta Juan Zorrilla de San Martín, moldeó su perspectiva y su arte. Fischer argumenta que este bagaje cultural y social enriqueció la notable carrera de Zorrilla, permitiéndole navegar de forma fluida y auténtica entre diversas esferas sociales, desde altos dignatarios hasta personas de a pie.
«China pasó a ser un símbolo en ambos países. En Uruguay la hicieron; en Argentina, la amaron», reflexionó Fischer, destacando un contraste en su acogida que sólo enfatiza su habilidad para conectar con diferentes audiencias a través de su calidez, su inteligencia y su innegable talento.
Finalmente, este trabajo biográfico de Fischer no solo busca preservar la memoria de una artista, sino que también es un homenaje elocuente y amoroso a un ser humano extraordinario que dejó una marca imborrable en la cultura rioplatense. El libro está llamado a ser una referencia ineludible para entender quién fue China Zorrilla y cómo su legado continúa influyendo a generaciones en ambos lados del río. Con una portada que captura la esencia de la actriz, «China Zorrilla, la biografía» se presenta como un homenaje pertinente y oportuno tanto para sus antiguos admiradores como para las nuevas generaciones que descubrirán en sus páginas una vida llena de pasión, dedicación y singularidad.