Conectando Letras: La Creación del Podcast «Máquinas de Escribir»

Conectando Letras: La Creación del Podcast «Máquinas de Escribir»
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Valeria Tentoni, periodista y escritora, comparte en conversación sobre su podcast «Máquinas de Escribir», donde explora la génesis del deseo de escribir entre diversos autores, reflexionando sobre el proceso creativo y los desafíos que enfrentan en su camino literario. En esta charla, se adentra en las decisiones que las han llevado a ser quienes son hoy y el contexto del mundo literario en Argentina.

Distinto Máquinas de Escribir es un podcast creado y producido por la escritora y periodista Valeria Tentoni, está editado por Leo Pillows, y está muy relacionado con Eterna Cadencia, esta gran librería que también es editora de libros. La primera temporada está disponible en Spotify, tiene seis episodios, y están allí distintos invitados, como está Fabián Casas, que es el que yo escuché, Margot Glantz, María Sonia Cristóbal, Alejandra Camilla, y estamos en charla con Valeria Tentoni, que es periodista, ensayista, escritora también.

Bueno, la verdad que felicitaciones, es un podcast, primero donde se respira el ambiente de Eterna Cadencia,

Sí. Porque está grabado ahí y está todo, , está como el ambiente del lugar, se nota que están ahí en charla, en una charla bastante informal, aunque está muy preparado porque tiene que ver con, bueno, esto, , máquinas de escribir, , esta analogía de las personas que escriben y su relación con la literatura, eso es lo que buscaste, , mostrar la génesis de por qué escriben y desde cuándo, Sí, en realidad lo que más me interesaba era apuntar ese momento tan particular en la vida de alguien que decide finalmente, bueno, me voy a dedicar a escribir, esto es tan improductivo, tan contracultural, inclusive hoy sigue siendo algo muy improductivo, te miras como, seguro, va a ser por ahí y en esta época puede que esté un poco más aceptado, hay escuelas de escritura creativa, digamos, hay otras ofertas, incluso académicas en universidades, pero las edades de quienes se entrevistamos, sobre todo en la primera temporada, son personas que han tenido que luchar contra seguramente familiares, que les dijeron que no, que hagan cosas más comunes y corrientes, más seguras y, bueno, me interesaba eso, apuntar ese momento en el que un deseo se convierte, bueno, en una energía direccionada, en una testarudez bien consistente y para adelante y siempre en esos momentos hay historias súper interesantes, súper ricas de escuchar, y hay mucha de la personalidad que después se va a fijar en la escritura, me parece, es una hipótesis, pero ahora funcionó, pero hoy no puede fallar. Y en algunos casos ese impulso de la persona que quiere escribir, un poco obturado por familiares o por quienes le hablan de conveniencias económicas, viene ya del estudio, hay el de Casas, por ejemplo, que dice, mi mamá decía que la filosofía me iba a calentar la cabeza, ya desde ahí te dicen, no estudies esto directamente, mucho menos ponerse a escribir. Y en el de Casas es curioso que el padre sí quería que él fuese escritor. Sí, el padre que era actor, que era hombre de espectáculo. Y lo alentaba a ser escritor. También está todo el rumrum alrededor de una persona, una persona cuando tiene 17, 18 años que está decidiendo, eso es prácticamente una persona niña, una niña, una niña, es muy difícil saber quién es uno a esa edad, no sé, imagínate lo que pasó con todo el mundo, y es una edad en la que uno tiene esa potencia como para direccionar, pero bueno, te falta seguridad, entonces todo muy al tanteo. Me encanta ese momento en el que se lee mal, se lee en los libros incorrectos, no tenés guía, te equivocás, te empezás a equivocar, porque es parte de lo creativo. Me parece súper rico ese momento, entonces siempre me da curiosidad. Siempre empezamos por ahí las entrevistas, pero después terminamos hablando de la obra.

¿Impulsó a vos también el hecho de que, cómo fueron tus propias decisiones? ¿Eso también de algún modo, como lo viviste vos, te parece un disparador?

Claro, yo lo viví como un momento muy traumático. Yo hice toda una carrera entera, soy abogada, y la abandoné con el título de diplomita en la mano. Entonces para mí como fue todo un momento tan rico, o sea, en el momento me acuerdo que era impensado, impensado. Y de hecho, por eso también le puse Máquinas de Escribir, porque en una entrevista, la primera que me hicieron, era ese titular, bueno, los titulares sabrá que ya sabemos cómo se hacen, siempre es lo más rico, lo más jitero. Y yo le he dicho, los escritores son máquinas de escribir. Yo pensaba que los escritores eran máquinas de escribir hechas en otro planeta. Que de verdad, cuando no estás en el mundo de quienes escriben, es muy rara la figura del escritor, te parece muy extraordinaria. Luego te das cuenta que son personas iguales a todos, por supuesto, que ganan en el supermercado, que se frustran, que un día lo hacen bien, otro día lo hacen mal. Entonces me gusta esa idea. Y también la idea de, medio cyborg, de alguien que entrena su cuerpo, porque finalmente la máquina del escritor es su propio cuerpo, su cerebro. Y te convertís un poco en la máquina de lo que haces también.

Claro que sí. Es un juego. Valeria, ¿cómo andas? Diego te saluda. Quería preguntarte por la selección de los escritores, que también está relacionada con esto, con mostrar cómo son. Porque, no sé, pienso, Casas o Sagasti son casi estandaperos, Podrían hablar de cualquier cosa y la pasás bien, pero también mostrás cómo es el costado. ¿Cómo elegiste a los seis de esta primera temporada, supongo?

La primera temporada. Eran siete, en realidad. Pedro Mairal la entrevista no grabó, porque yo estoy aprendiendo a usar ese micrófono. Y perdí una, pero ya la vamos a recuperar. Ojalá que haya una segunda temporada. También es un gran entrevistado. Gran entrevistado, sí. Es que hay, no toda persona que escribe bien y hasta muy bien da buenas entrevistas. Las entrevistas son como todo otro momento de performance de los artistas. No tiene por qué dar buenas entrevistas a alguien que escribe. La lectura es muy silenciosa, es muy privada, No tiene por qué coincidir. Pero bueno, para un podcast está bueno. Yo, antes de que lo dijera, lo pensaba también. Viste que todo el tiempo se está hablando de, bueno, que escribir es difícil y editar es difícil, porque el papel está caro. Y hay como toda una gran queja alrededor del sistema, que es real y que es legítima, pero también me llama la atención cómo no dejan de aparecer cosas, no dejan de aparecer libros, charlas, ciclos, podcasts. Hay como una especie de, no sé, como de pulsión contra eso que es difícil y sin embargo no podemos dejar de hacer, todos. Sí, y además también es curioso que nadie habla de lo difícil que es conseguir el tiempo para escribir. Porque la aventura de pobreza de los editores, ¿qué es eso en Argentina? Francamente, es una aventura de pobreza, porque nadie gana dinero. Siempre hablamos de esto con todo, con libreros, con editores. ¿Quién gana dinero en Argentina con los libros? No parece ganar nadie dinero. Pero los escritores, a su vez, tienen que hacerse el tiempo de escribir, que es un tiempo muy particular, es un tiempo muy reposado, no podés estar haciendo mil cosas, las ideas no se te ocurren si estás apagando incendios por todos lados. Entonces, bueno, también ahí hay una aventura de conseguir ese tiempo tan preciado. Y sí, creo que igual Argentina es muy particular en ese sentido. A mí me tocó compartir con una escritora estadounidense un festival en la que ella hablaba de que su primera novela no había sido un éxito. Y yo le decía, pero acá nosotros tenemos totalmente otra idea. Ella lloraba porque nos habían puesto en Netflix la novela, Nosotros tenemos otro criterio. Creo que también las imposibilidades económicas, y no es por romantizar, porque ojalá estuviese todo mejor en ese aspecto, pero nos da cierta libertad, cierto desparpajo. Pero como en todo, Como en todo en Argentina, que tiene su lado libre, muy libre y también muy festivo. La serie de editores que viene ahora es un ejemplo de eso.

Totalmente, y después te leí en una entrevista que decías algo que es bastante lógico, y sin embargo suele suceder. Es humillante entrevistar a una persona sin haber leído su libro. Es como un estándar básico, debería ser de la profesión de la crítica o de la entrevista. Y sin embargo, lo veo como cada vez más común. ¿Cómo preparaste estas entrevistas, además de haber escuchado cómo hablaban y si daban bien su voz y su estilo? ¿Cómo fue la preparación? Imagino que algunos de ellos ya los tenés leídos de antes, pero ¿cómo lo armaste?

No, siempre leo, lo cual convierte mi trabajo en un trabajo muy… Doble trabajo. No, es que yo creo que es lo mínimo. Yo si no, no lo haría. No puedo no leer a los entrevistados porque además no tenés tiro para hablar. O sea, se nota. Y no es solo por… porque a mí también me gusta que salgan bien las entrevistas. O sea, yo es un trabajo que me gusta hacerlo bien. Pero es cierto que el periodismo no es lo que era antes y los tiempos no son los que había antes para armar una nota. Cuando yo leí a las viejas entrevistas, las de María Moreno, esas entrevistas que vos te das cuenta que… O quizás las de María Fergilio, que también me encantan. Son viajes, se fue de viaje, entrevistó, volvió. Es como otro tiempo. Es una belleza hacer periodismo así. Pero ahora no hacemos más periodismo así. Yo esta semana estoy resolviendo tres entrevistas. Es una locura. Meterte en tres cuerpos de obra. Entrevistar, hacer hablar, que puedan contar. Porque además lo ideal es que se pueda producir pensamiento nuevo en la entrevista. Como que si no, ¿para qué lo hacemos? Y en el periodismo que es el doble laburo de… Porque acá de última hay un trabajo de edición, queda registrado y ya está. Está hecha. Pero en el periodismo tenés el doble laburo encima de sentarte a escribir después esa entrevista. La de grabación, sí. Escribir la entrevista y que la entrevista tenga sustancia y que sea una pieza periodística. Y no solamente un pregunta y respuesta, que yo detesto eso. Pero cada vez incluso se está volcando más a eso, ¿no, Valeria? Sí, sí. Lo que pasa es que escribir lleva tiempo. Una entrevista con un audio más o menos, yo en declaración le calculo otro tanto del audio. Son tres por uno. Claro, tres. Tres por uno. Una hora de charla son tres horas de grabación. Claro. Bueno, ahí se tenía cuatro horas de trabajo. Sí, sí. El otro día me subí con un chico de Cabify y me contaba lo que gana por hora y… ¡Ué! Tiene ganas de ser un Cabify. Y sí, es la verdad. Es una locura. Es mucho tiempo y… Ojo que el de Cabify piensa cuando te escucha a vos, dice… Yo creo que lo que tengo que hacer es escritor. Yo no cambio por nada el hacer lo que me gusta, pero es cierto que hay un desfasaje. Porque el periodismo es un trabajo que requiere de mucha preparación. Aunque parezca que uno lo hace rápido así, lo hace rápido porque estudiaste mucho antes. Es un trabajo para nerds, para estudiosos. Entonces, capaz te sale rápido, pero te sale rápido porque antes de eso hiciste mucha lectura. Sí, sí. Hiciste muchas veces. Atrás tuyo están tus años de estudio. Tu biblioteca. Y biblioteca. Valeria Tentoni, periodista, ensayista, escritora argentina, creadora de este podcast muy interesante que se llama Máquinas de Escribir, de Eterna Cadencia y que está disponible en Spotify.

Quería preguntar, de toda la gente a la que entrevistaste, ¿qué es lo que más te impactó y lo que menos esperabas?

De las del podcast de Máquinas de Escribir, bueno, hay una entrevista a Margot Glantz, que es una catedrática, escritora mexicana, que de verdad es una mujer de 90 años que se vino a Buenos Aires en avión, ni bien terminó la pandemia, es muy viajera. Me impactó mucho ver el nivel de erudición. No sé si tuve tantos entrevistados o entrevistadas así de erudita como es Margot. Tiene una biblioteca infinita. Podía citar, o sea, traer cosas de… A mí me impresiona mucho los lectores. Me impresiona cuando detrás de una escritora hay un lector. En teoría me diría, bueno, sí, si alguien escribe es porque es muy lector, pero no está siendo tan así últimamente, porque lectores hacen como invitaba a Borges a leer en los bordes, a leer cosas raras, a no quedar solo leyendo novedades, sino buscar qué libros de tu biblioteca son también tu personalidad escritora. Bueno, Margot fue increíble. Y la otra entrevista muy linda también que quedó del podcast es a Ana María Yuva, que es una escritora muy didáctica para otros escritores. Es muy práctica en sus respuestas, además de que es adorable. Y dio una historia, además de muchos años, muchos libros, más de 200 libros publicó Ana Yuva. Y las cosas que contó sobre cómo comenzó… Son muy adorables y muy útiles para alguien que escribe. Es la segunda vez que la entrevista y la primera me llenó de ideas. Me sacó como con ganas de escribir. Entonces, ese tipo de entrevistas que te producen ganas de escribir o de leer o de vivir, porque también hay algo muy dignificante en la historia que tiene… A mí me gustan las entrevistas en las que salgo con más ganas de estar viva.

Cuando te toca alguien así muy erudito, ¿hay una presión ahí? ¿Se siente eso?

No, yo no, porque la verdad que no me molesta no saber cosas. Creo que es el primer paso para aprenderla, si me interesa. Y además, de verdad, creo que yo no voy a competir con quienes entrevisto, sino que voy a aprender. Entonces, esa es mi actitud desde el principio, de aprendiz. El enfoque, claro. Entonces, como yo estoy aprendiendo, puedo preguntar. Y como ninguna pregunta está mal, ninguna pregunta del mundo, me parece que… Yo hago mis preguntas y si no sé, digo, no sé. Y está todo bien, no sé. Y si me interesó, lo sabré más adelante. Sé otras cosas, pero no voy pa’ lo malo como a competir. Lo que no sé, me encanta. Y pregunto con la candidez que me identifica, que puede resultar un poco el otro lado, pero creo que a la vez puede relajar un poco el otro lado, porque todos nos faltan datos. Todos tenemos libros que no leímos, clásicos que deberíamos haber leído y todavía no leímos. Y bueno, un poco ese es el juego de leer, como un Tetris. Vas ahí como moviendo la ficha. En algunas combinadas se habla del libro que sí compartiste. Y también te interesa lo que uno no sabe todavía.

Absolutamente, absolutamente. María, para cerrar, ¿qué viene? ¿Están estos seis capítulos? ¿Se puede adelantar algo de lo que…

Y hay que ver si hay una segunda temporada. Seguramente, sí. Ojalá, yo a la vez soy editora del blog de Eterna Cadencia, que tenemos una frecuencia diaria, de lunes a viernes. Y es también mucho. Trabajito, trabajito. Y bueno, eso lo hago hace más de diez años. Y entonces es mucho volumen de tareas. Para mí me interesaría seguir. A mí siempre me interesó el audio. Y creo que ahora es un poco ineludible que una revista literaria tenga su contrapartida en audio. Y creo que es muy lindo que vengan. Porque todos vienen. Y además, como dijeron al principio, es el clima de Eterna Cadencia. En esa librería te atienden escritores. Te vas a cruzar con escritores. Es una casa de escritores. Y bueno, eso es raro. No es tan común. Así que ojalá que haya una segunda temporada. El podcast se llama Máquinas de Escribir. Está en Spotify y se puede escuchar. Si no estás en Spotify y importa, pues lo pones en el browser, en el buscador de Google, y lo podés escuchar sin estar abonado o abonada. Así que es muy interesante. Ojalá que haya segunda temporada.

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