Conversación con Alejandro Chasquilberg: «Nature E», una Travesía Fotográfica en la Pandemia

Conversación con Alejandro Chasquilberg: «Nature E», una Travesía Fotográfica en la Pandemia

El renombrado fotógrafo y cineasta Alejandro Chasquilberg nos cuenta sobre su exposición «Nature E» en la fotogalería del Teatro San Martín, una serie de imágenes impactantes tomadas durante su confinamiento en la Patagonia. La muestra estará abierta al público hasta el 20 de agosto.

El miércoles, este miércoles 28 de junio a las 18.30 se inaugurará en la fotogalería del Teatro San Martín, esto por supuesto es en avenida Corrientes 1530, la exposición Nature E, o Nature I podría ser, del fotógrafo Alejandro Chasquilberg. Se puede visitar hasta el domingo 20 de agosto de 14 a 20 en la fotogalería y en el primer piso del Hall Alfredo Alcón. Estamos en charla con Alejandro, Alejandro ¿Cómo va? ¿Cuántas obras más o menos estamos hablando?

– Alejandro Chasquilberg: Y mira, hay obras impresas en vinilos en las paredes, en lo que es el Hall Central, ahí habrá unas 15 obras y en total la muestra tiene como unas 50 obras en total, 40 o 50 obras, es grande, es una muestra muy grande.

– Bueno, es muy interesante la premisa de la muestra, la muestra es el reflejo de tu trabajo como fotógrafo, también sos cineasta, también docente, pero que tiene que ver con el reflejo de cómo viviste la pandemia, o buena parte de la pandemia, en la Patagonia junto a tu hija, en una casa, ahí está la foto de la casa, es una casa muy chiquita, incluso para dos personas, pero bueno, lo aprovechaste y sacaste unas fotos increíbles, contanos un poquito la historia de cómo fue eso, primero porque en ese lugar, decidieron irse para ese lugar y después bueno, me imagino que sacar la cámara es una especie de extensión de tu brazo también, algo natural.

– Alejandro Chasquilberg: Sí, sí, bueno la historia es muy linda, porque en realidad es una historia un poco de azar, porque nosotros vivimos en Buenos Aires, pero estábamos viajando por Patagonia, por una cuestión de organización familiar, hicimos un viaje tarde a Patagonia, y mi hija la agradeció empezar a trabajar en la escuela, y ese hecho fortuito hizo que cuando se decretó el confinamiento obligatorio, estábamos ahí, entonces en vez de volver, yo iba a volver un sábado y en vez de volver ese sábado, próximos lunes, nos fuimos a las clases y nos quedamos dos semanas más atrás, y como le pasó a todo el mundo, esas dos semanas nos fuimos estirando y terminamos pasando nueve meses, con lo cual bueno, fue un proceso muy lindo de adaptarse, nosotros teníamos una casa en la ciudad y ahí era vivir en una pequeña cabaña, que es una pequeña casa rodante de seis metros por tres, muy pequeña, y bueno, y también atravesar lo que es el invierno, vivir todas las experiencias de estar en contacto con la naturaleza, en ese contexto tan raro, tan loco, que vivimos en 2020, cuando empezaban los confinamientos globales, empezaba todo el mundo a encerrarse, y lo que nos pasaba a nosotros era que a veces nunca habíamos tenido tanta libertad de poder estar en la naturaleza, de poder estar rodeados de animales, y de poder ir descubriendo también los cambios de las diferentes etapas que hay en la naturaleza.

– ¿Qué te provocó? Porque por un lado tenías la naturaleza a mano, pero también había un contexto que tenía que ver con lo que estaba pasando en el mundo, entonces me parece que las dos cosas te habrán jugado también a la hora de la creatividad, a la hora de poner el ojo detrás de la lente.

– Alejandro Chasquilberg: Claro, totalmente, de alguna manera el nombre de la muestra está en inglés, que se llama Nature Read, porque también hay muchos textos, parte de la muestra, que están en inglés, que en realidad es un lenguaje universal, digamos, que tiene que ver con el lenguaje, digamos, del mundo digital. Palabras que todo el mundo habla, que son en inglés, como reset, o como offline, bueno, todo ese tipo de palabras empezaron a aparecer en la obra, son palabras que yo dibujé en el aire, para los que no conocen lo que yo hago, yo trabajo con fotografía nocturna, hago fotos únicamente durante la noche, y las fotos duran de repente minutos, a veces segundos, y a veces horas. Durante el tiempo, digamos, el obturador de la cámara está abierto, por el tema de la luz, y yo lo voy agregando diferentes luces con linternas, a veces algunas de estas palabras las escribo en el aire, me pongo delante de la cámara y practico muchas veces escribiendo en el aire diferentes palabras.

– La guerra de tipeas.

– Alejandro Chasquilberg: Sí, digamos que sí, pero en relación a lo que es el tiempo largo de exposición, tiene su contracción con eso. Y bueno, lo que decís vos, todo lo que estaba sucediendo a nivel global, era algo que me influenciaba completamente, por más de estar en la naturaleza, la opresión de estar encerrado, la opresión de no poder salir, de no poder ver a mi familia, estaba. Entonces, lo que sucedía era, había tanto contraste entre lo que le pasaba a la mayoría de las personas que estaban en la ciudad, y lo que nos pasaba a nosotros. Yo iba compartiendo todo este trabajo, lo fui compartiendo en mis redes, y la evolución de la gente era increíble, porque la gente necesitaba ver la naturaleza, necesitaba conectarse, necesitaba saber que a pesar de estar uno encerrado y que todo parecía estricto, la naturaleza seguía ahí, seguían sucediendo cosas, y era maravilloso. Por esta idea de ver la naturaleza a través de una pantalla, yo decía, bueno, nosotros estamos como adentro de estas pantallas, es como una pantalla. Entonces, el concepto de toda la muestra tiene que ver con eso, con cómo reinterpretar una naturaleza que ahora es apreciada únicamente a través de las pantallas. La idea fue establecer un posador más a la naturaleza, ahora la naturaleza, y cómo esa naturaleza se fue interpretando. Los resultados son imágenes muy preferidas, porque para mí el mundo digital es muy con colores excelentes, entonces trabajé con muchos colores, trabajé con diferentes elementos, por ejemplo, en un momento en el invierno, que es el momento en el que se puede prender fuego, porque es seguro, porque llueve mucho, y es imposible casi prender un incendio. Bueno, ahí trabajé con una antorcha grande, y fui haciendo caminos, diferentes caminos en la Patagonia, con esta impresa que yo llevaba en la mano, y quedaba el resultado final como si fuese un camino hecho de lava. Y el fuego está presente en muchas de las imágenes, es como una especie de símbolo. Yo creo que tal vez muchos pensamos o sintiéramos que hay que hacer un cambio grande en esta vida, en esta humanidad, y de alguna manera el fuego representaba esta idea de quemar lo viejo, de renacer y de volver de una manera diferente.

¿sabes que te escuchaba hablar sobre esta foto con fuego? ¿Es una que está plasmada en una especie de laberinto? ¿Es esa?

– Alejandro Chasquilberg: No, es otra, hay una serie de fotos. Esa es de una obra anterior, otro proyecto.

– Otro – Ahí me la mostró Diego, perfecto.

– Alejandro Chasquilberg: Sí, son como caminos, yo los llamo caminos.

– Sí, sí, sí, lo vi, lo vi, como si fuera lava. La pregunta que te quería hacer es, ¿cuántas fotos sacaste en todo este periodo?

– Alejandro Chasquilberg: Más o menos, debo haber sacado unas 90 imágenes. O sea, 90 noches fui a fotografiar y llegaron 3 fotografías más noches. Pero era como la cuestión casi necesaria, De salir a fotografiar, de salir a contar. Te diría que cuando podía, de repente en invierno llueve mucho y 40 días yo fui a seguir, entonces ahí no pude fotografiar casi nada, muy poco.

– Otro – Claro, sí. Y en la muestra de todas estas fotos que sacaste, ¿cuántas se van a poder ver?

– Alejandro Chasquilberg: Bueno, más o menos entre 40 y 50 imágenes. Es una gran cantidad de fotos. Yo hice muchas exhibiciones y creo que nunca hice tantas imágenes. Realmente recomiendo mucho que vengan a la muestra. El Teatro Martínez hizo una apuesta muy grande para esta exhibición. Si vienen allá a ver el Teatro, al Teatro Martínez, van a ver que en todos los pasillos, que son los balcones que dan al Hall Central, está todo ploteado con vinilos, fotos muy grandes, muy coloridas. Realmente es muy impactante la muestra. Así que, bueno, los invito a que vengan a verla.

– Otro – Alejandro, ¿cómo estás? Diego te saluda. Viendo las fotos pienso, ¿habías viajado con mucho equipo o tenías tu camarita que llevas siempre? ¿Cómo te encontró ese viaje?

– Alejandro Chasquilberg: Hola, Diego. Bueno, mira, es paradójico porque en realidad yo, los días previos al confinamiento, estaba viajando por lo que es la Misiones de Patagonia. Eso ya es un nuevo paisaje, es un paisaje más árido. Y estaba viajando con la intención de hacer un nuevo proyecto sobre… Tenía una idea sobre el territorio, sobre un territorio desconocido. Y entonces íbamos a una zona que es la zona de Piedra Parada, Paso del Sabo, toda una zona muy espectacular. Y estaba fotografiando, estaba con mi equipo. O sea, fue de alguna manera casualidad quedarse ahí con todo el equipo, pero siempre que hago algún viaje, bueno, llevo la cámara. Voy a ver si la uso y después cuando vuelvo digo para qué. Pero bueno, llevo la cámara grande y bueno, siempre lo entiendo, siempre listo. Soy reportaje, soy reportero gráfico muchos años, entonces tengo todavía esa…

– Otro – Esa manía, esa costumbre.

– Alejandro Chasquilberg: Esa manía de estar atento a lo que puede suceder.

– Otro – Por si pasa algo, claro. Y después quería preguntarle, ¿tiene mucha edición después de la ONO? No sé, por ejemplo, la que está escrita offline, ahí explicaste un poco cómo es el procedimiento, pero me da curiosidad la de los árboles que son como multicolores, los troncos de los árboles. ¿Eso tiene mucho retoque después o no? ¿O es el trabajo de la producción o del momento de sacar la foto da eso?

– Alejandro Chasquilberg: Sí, sí, bueno, Diego, para los que no están viendo las fotos, está hablando de una imagen que es un bosque, muchos árboles, cada árbol está iluminado de un color diferente.

– Otro – Es increíble, muy buena.

– Alejandro Chasquilberg: Mi trabajo es muy artesanal, es muy de estar horas para sacar una sola foto. En este caso fui iluminando con una linterna que tiene tres colores, rojo, azul y verde, RGB, y fui iluminando cada árbol con un color diferente, con diferentes colores. Obviamente en el medio de la noche me perdía cuál árbol había iluminado de un color y cuál de otro. Entonces, de alguna manera, ahí viene el azar, porque cuando algún árbol lo iluminaba de azul y después sin querer lo iluminaba de rojo, se me esquivaban los dos colores y formaba un violeta. Entonces, todos los colores se fueron armando de esa manera. Pero es un proceso muy artesanal. Voy trabajando ahí, iluminando todo y toda la luz que uno ve en las imágenes está colocada. Por ejemplo, la foto esa que vos decís que dice Offline, es una foto donde está la palabra escrita en el aire, en cursiva, la tuve que hacer unas cuarenta o cincuenta veces para que me saliera bien. A mí me gusta mucho la caligrafía, escribo mucho a mano, pero una cosa es escribir en un cubo pequeño y otra cosa es mover la mano para tener un espacio grande. Y bueno, todas las fotos tienen su proceso, hay veces que las vuelvo a hacer después de dos días, vuelvo a repetirlas, y después, finalmente, el trabajo del fotógrafo siempre tiene el proceso, es como donde uno le da el toque final. Un azul puede ser interpretado de muchas maneras, es como el ajuste fino se le da en lo que es la postproducción. Y sí, las imágenes no son iguales a lo que hay en la cámara, a lo que uno ve, son casi iguales, pero el toque final, porque también uno trabaja cuando trabaja en una serie, yo siempre hago proyectos de largo alcance, hago libros. Entonces, tienen una estética en general todas las imágenes, y uno va sacando de manera individual, pero después cuando uno compone todas esas imágenes tiene que tener como una misma tónica. Entonces sí hay un ajuste final de lo que es el color, contraste, para que tengan esa unidad.

– Otro – Alejandro, desde que arrancamos la nota estamos hablando de color, Pero hay una, por lo menos de lo que pudimos ver hasta ahora, hay una foto que es en blanco y negro, que es tu hija, supongo, ¿tiene una historia esta foto? Y te pregunto, ¿hay más fotos en blanco y negro?

– Alejandro Chasquilberg: Bueno, qué bueno que decís, porque no, es la única foto blanco y negro que saqué en los últimos 20 años. No saco fotos en blanco y negro, generalmente, bueno, sí, todos los míos en color, pero esa foto, bueno, es un retrato de Nara, de mi hija, a los 7 años, ya tenía 7 años ahí en el momento de la pandemia, justo acababa de salir de bañarse y es un retrato rodeada de piñas. Entonces está su cara en el medio y todas las piñas alrededor de su cara. Pero bueno, Nara es, no puedo hablar demasiado bien de mi hija porque es mi hija y no voy a ser creíble, pero realmente tiene una calidad muy impresionante, muy espectacular. Me parecía que, bueno, para todo lo que son retratos en primer plano, el blanco y negro, de alguna manera, al no tener tanto, no se distrae con los colores, entonces enfoca mucho en los brazos y por eso esta imagen en blanco y negro.

– Otro – Antes de despedirte, Alejandro, se me ocurre pensar que la pandemia, a pesar de haber pasado hace muy poquito, algunas cosas las dejó anacrónicas, como que uno las ve ahora y parece que hubieran sido en otro tiempo y no las puede entender. Por ejemplo, me pasa de ver series o películas con todo el mundo con barbijo, pero estas son las cosas que quedan. Esto sí queda.

– Alejandro Chasquilberg: Sí, sí, sí. Yo creo que…

– Otro – Esto sí da una idea de lo que se vivió.

– Alejandro Chasquilberg: Sí, yo comparto mucho lo que decís vos. Creo que todavía no caímos en todo lo que sucedió. Es como que automáticamente quisimos arrancar de nuevo el mundo y fue tan fuerte, tan traumático lo que sucedió que lleva tiempo. Yo mismo veo estas imágenes y me genera también una mezcla de sensaciones, porque visualmente son imágenes lindas, son imágenes atractivas, potentes, pero a la vez lo que estábamos viviendo era una película de terror. Entonces, en esta muestra, mucho de lo que va sucediendo, de todo el imaginario, está en los textos. Cuando vengan a la muestra van a ver que hay textos que son textos en primera persona que les voy contando de alguna manera lo que me iba pasando, lo que nos iba pasando en los distintos momentos, porque a todos nos fue cambiando. Lo que vivimos en la primera semana no fue lo mismo que en el octavo mes. Hay un proceso muy interesante y toda la muestra tiene esta idea de conectarse con el mundo digital. Los textos están sacados de lo que yo estoy posteando en mi Instagram en este momento y es de alguna manera como revivir qué fue lo que sentía en esas noches. Hoy, tres años después, es muy diferente lo que a uno le pasa. También me parece que es una expectancia ver qué le pasa a las personas, porque cada uno tuvo una experiencia muy particular y seguramente esto va a revivir algunas cosas. Y está bueno también como revisionar esos años, porque me parece que puede ser interesante para muchas personas también venir a ver la muestra.

Excelente. Hacemos la invitación entonces, a partir del miércoles, en la Fotogalería del Teatro San Martín, Avenida Corrientes 1530, en el Fotogalería, el primer piso del Hall Alfredo Balcón, hasta el 20 de agosto, de 14 a 20, es Nature E, la muestra de Alejandro Chasquilber, que habló con nosotros muy amablemente.