Puertas a Mundos: Una Experiencia Inmersiva en La Rural que Despierta la Imaginación

Puertas a Mundos: Una Experiencia Inmersiva en La Rural que Despierta la Imaginación

El verano en Buenos Aires inaugura con «Puertas a Mundos», una exhibición única que se instalará en La Rural a partir del 10 de enero. Este evento promete ser un refugio para el juego, la fantasía y la creatividad en un mundo dominado por los entornos digitales. La organizadora, Luciana Grossman, productora y licenciada en artes con una destacada carrera, es la mente creativa detrás de este proyecto que busca romper con la rutina tecnológica. «Es una muestra inmersiva, en el sentido más analógico del término», explica Grossman.

La exposición invita a los visitantes a explorar diez mundos diferentes, cada uno con una propuesta escenográfica única, diseñados para estimular y expandir la imaginación. Estos espacios son ideales para la fotografía y el entretenimiento, como afirma Luciana: «Es cierto que es para sacarse fotos, como decís, un montón, todos los espacios están pensados para eso, pero también para abrir la imaginación».

Entre los mundos que se pueden descubrir está uno lleno de objetos gigantes como boletines y donas, un mundo urbano rebosante de grafitis, un espacio botánico con esculturas de flores suspendidas y una playa con una piscina inflable para saltar. Incluso hay un bar invertido, donde los muebles desafían la gravedad desde el techo. Luciana revela con entusiasmo: «Hay un poco así como de todo, además como ánimos diferentes… cada mundo tiene su ánimo propio y que cada uno se quede el tiempo que quiera en el recorrido».

La concepción de «Puertas a Mundos» surgió a partir de varias propuestas que Grossman ideó y compartió con las escenógrafas Sila Rojo y Agustina Filippini. Juntas, dieron vida a un espacio que no solo es visualmente atractivo, sino que también es un testimonio de la creatividad local. «Todas las ideas son nuestras, son propias… está todo creado 100% acá, y construido 100% también en Argentina,» asegura Grossman.

Una de las cosas más fascinantes de este evento es la manera en que apela a todas las edades. Aunque inicialmente se pensó que atraerían principalmente a familias, la preventa mostró que los adultos han comprado muchas de las entradas. «Creo que hay mucha necesidad de soñar, de disfrutar y de abrir la creatividad», reflexiona Grossman.

La elección de La Rural como sede no es mera coincidencia. Además de ser un punto de encuentro cómodo para las familias, el lugar ofrece una plataforma para otras actividades. «La Rural es como un punto para todos los que somos padres», señala Grossman, antes de añadir que también es un paso hacia llevar la muestra más allá de Buenos Aires.

Una característica distintiva de «Puertas a Mundos» es su apuesta por lo táctil y el contacto real, en lugar de depender de pantallas y proyecciones. Grossman detalla: «Es un mundo táctil… cuando pienso en un cielo, lo tengo ahí y lo veo». Este enfoque, que destaca lo escenográfico y la materialidad, está diseñado para ofrecer una experiencia más auténtica y emocional.

Para aquellos interesados en seguir los desarrollos de la muestra, el evento tiene presencia en Instagram como @puertas.a.mundo, aunque hasta ahora las imágenes han sido estratégicamente escasas, manteniendo el misterio hasta las vísperas del estreno oficial y los eventos de avant-premiere.

«Puertas a Mundos» estará disponible todos los días desde el 10 de enero hasta el 13 de marzo, con turnos escalonados cada diez minutos para asegurar que los visitantes puedan disfrutar de cada espacio sin aglomeraciones. El recorrido dura aproximadamente una hora, aunque Luciana aclara: «Si querés quedarte media hora ahí y después tres minutos de cada espacio, bueno, es tu decisión y es como vas sintiendo el recorrido».

Este es un evento que no solo promete entretenimiento, sino que también ofrece un escape creativo, una oportunidad para tocar y experimentar lo que el mundo digital no puede ofrecer. «Puertas a Mundos» es, sin duda, una invitación a entrar en un universo de posibilidades, donde lo analógico se reencuentra con la imaginación en su forma más pura.