El curador del Museo Moderno, Raúl Flores, detalla las propuestas de las exhibiciones «Dibujar es crear mundos» y «Alberto Pasolini soñar a borbotones», destacando la intersección entre el arte y la educación en estas muestras disponibles hasta fin de año.
-Raúl, contanos un poquito de qué se tratan estas dos muestras y cómo interactúan entre ellas, ¿Cómo se intersectan?
Este año el moderno piensa que el arte es educación y bajo ese paraguas están estas dos muestras. La primera que nombraste es la de Alberto Pasolini, un artista con una extensa trayectoria. Es la primera vez que Alberto Pasolini muestra en el moderno. En esta oportunidad, hizo una gran intervención en el hall que se desplaza por las escaleras y entra a la sala de «Dibujar es crear mundos».
Claro, claro. Sobre esa idea de educación con Pasolini trabajamos sobre algunos métodos para dibujar, métodos muy académicos y muy sencillos que sobre todo los artistas de mi edad, que tenemos más de 50, nos hicimos en la escuela de arte, que era a partir de una gota de tinta china empezar a improvisar un dibujo.
Estos son los borbotones que…
Estos son los borbotones.
Claro, claro. Estos son los borbotones que invaden todo el museo.
Sí, es como una especie de puerta de entrada, si se quiere, a la otra muestra.
Sí, sí, sí. Es una obra que da la bienvenida al museo.
¿Y cómo se relaciona con la otra muestra que es «Dibujar es crear mundos» donde también hay mucho que tiene que ver con lo primitivo de algún modo, no? Con la manera de cuando se comienza a pintar, a dibujar, de los principios,
Sí, todos aprendimos primero a dibujar que a escribir.
Es verdad, es verdad.
Es como un punto de partida, como esta primera herramienta que todos tenemos, que es un lápiz y un papel, que es una herramienta sencilla y barata, cosa que también me interesó en este momento del país. Y esa pequeña herramienta te permite imaginar por primera vez. Todos imaginamos un paisaje a nuestra familia y eso fue la base de que aprendiéramos a escribir. Entonces esta muestra tiene ocho artistas de una generación entre treinta y cincuenta largos, ocho artistas muy activos en la escena, de los cuales siete muestran por primera vez en el moderno. Y para la exhibición pensamos con Victoria Norton el dibujo como su sustancia, como una herramienta proyectual en realidad, como el dibujo, como las posibilidades de construir un mundo, tu propio mundo. Y el dibujo como la herramienta que los artistas utilizan para proyectar su obra. Y en las salas ves todos esos usos de los dibujos. Son obras de gran tamaño y van desde algunos trabajos hechos en pandemia, como el dibujo también como la única posibilidad de sobrevivir al encierro. Hay una gran instalación hecha por Nicanor Arao con todos sus bocetos del 2005 hasta este año. Es una pieza muy interesante para ver porque Nicanor es conocido tal vez por sus esculturas sobre todo y es la primera vez que vamos a ver como la cocina de Nicanor.
Beatriz te saluda. ¿Cómo estás? Lo que me pareció fascinante de esta muestra es que no solo el dibujo de Pasolini recorre la sala, sino que el dibujo está presente en las paredes, en todos lados. Y lo que vos decís, la obra de Nicanor, y esta cosa como primigenia, como lo primero que el artista hace es el dibujo, y eso es lo que me parece como fundamental, el tema del inicio. A veces cuando uno piensa en el dibujo, piensa simplemente en el dibujo en blanco y negro, no sé por qué, pero ¿cuándo es que penetra el color, en este caso, en estos dibujos?
Bueno, en la sala, el color casi está a cargo de Julia Padina, que es una artista más joven, es una artista de 31 años, creo. Bueno, no es elegante decir la edad. Y Julia, es la pieza esta que comentaba recién, esta pieza hecha en pandemia, y Julia en el confinamiento recupera una caja de lápices de colores, una caja de carandás, que casi es una caja fetiche, que todos alguna vez tuvimos y no nos animamos a usarla. Y Julia construye, durante el confinamiento, una serie de dibujos muy importantes. En la sala hay una pieza de unos 50 por 9 metros, que está hecha en su pequeño apartamento, y ella fue enrollando y desarrollando ese gigantesco papel, y trabajando en lápiz color, y creo que es la primera vez que ese gran dibujo está colgado en una pared, se puede ver con la distancia que necesita.
Muy bien. Hacemos la invitación, ¿hasta cuándo están las muestras?
Hasta fin de año.
Ah, bien, así que hay tiempo para acercarse, verlas y disfrutarlas, ambas, en San Juan 350. ¿Recomendás algún modo específico de recorrerlas?
-Es fácil, te está marcando el camino ya como está hecha, Te vas a encontrar con Pasolini, que te va a abrir la puerta para ir a «Dibujar es crear mundo».
El Museo Moderno además tiene una producción importante en redes, así que la muestra en redes está reforzada con entrevistas a los artistas, visitas guiadas, y un montón de programas de educación.
-Excelente trabajo, Raúl. Gracias por la charla y felicitaciones por tu labor. Era Raúl Flores que cura estas muestras. Las muestras están en el Museo de Arte Moderno hasta el fin de año.
