Un Verano con Historia: La Evolución del Museo del Traje Argentino y sus Nuevas Propuestas

Un Verano con Historia: La Evolución del Museo del Traje Argentino y sus Nuevas Propuestas

El emblemático Museo del Traje ha dado paso a una nueva etapa de su historia. Bajo un cambio administrativo reciente, esta preciada colección forma ahora parte del Museo Histórico Nacional. Mayra De Castelli, coordinadora de la colección del traje argentino, nos ofrece un vistazo a cómo se planea mantener viva la esencia de este espacio cultural amparado en 9,000 piezas que incluyen desde vestidos, pantalones y calzado hasta fotografías y objetos de uso cotidiano.

«La colección está abierta. Lo que sí, obviamente, no se pueden ver las nueve mil piezas que tenemos», explica De Castelli. La limitación de espacio convierte lo que fuera una casa chorizo en un íntimo recinto de exhibición, permitiendo mostrar por partes el amplio acervo en exposiciones temporales que cuentan fragmentos de la historia nacional y regional.

Una de las muestras actuales es la exposición sobre Sastrería, que resalta el arte ancestral del Maestro Sastre mediante visitas guiadas que tienen lugar todos los sábados a partir de las 14 horas. Desde lo tradicional hacia lo contemporáneo, también se presenta una instalación denominada efímera en el patio del museo, con la obra de la artista visual Analia Gabin, quien fusiona técnicas textiles para traer a la vida el paisaje y la naturaleza. «Eso se puede ver hasta el 9 de febrero», señala Mayra.

El verano se presenta como una oportunidad ideal para participar en una serie de actividades diversificadas. Este próximo sábado se llevará a cabo el taller Vestigaventuras, destinado principalmente a niños, aunque, según De Castelli, los adultos terminan participando con entusiasmo. «La idea es mezclar un poco de literatura y crear un personaje y vestirlo», comenta. Al día siguiente, habrá una sesión dedicada al arte del Shibori, una técnica textil japonesa que utiliza tintas naturales para crear patrones únicos en tela. «Es como un poco mágico también», describe entusiastamente.

No solo los niños tienen un espacio reservado, los adultos pueden disfrutar el cine club previsto para el 24 de febrero, donde se mostrará cómo el cine dialoga con la moda a través de fashion films cortos. «La idea es analizar algunos fashion films, y ver cómo tanto la moda y el cine hablan y dialogan permanentemente», detalla la coordinadora.

Para aquellos con inclinaciones artísticas, el evento de ilustración y collage de moda del 25 de febrero, dirigido por la diseñadora y artista Rosario Oliva, promete una inmersión creativa en las revistas de moda donde se recortan y recrean figuras. «Va a haber revistas de moda, que se pueden obviamente recortar, y puedes armar también, a través de la técnica del collage, un personaje,» explica Mayra.

Dentro de las diversas propuestas, destaca la ronda de tejido que busca unir a la comunidad bajo el lema de intercambio cultural y aprendizaje. «La idea es que vos traigas tu tejido para compartir,» menciona, enfatizando la importancia de la interacción social que acompaña el acto de tejer.

El espíritu inclusivo de la colección no termina aquí, ya que en febrero continuarán las actividades con talleres de origami y exposiciones literarias, buscando siempre brindar un espacio participativo para todas las edades. «Intentamos que haya una variedad, sobre todo en verano, que pueda cubrir para toda la familia,» confirma De Castelli.

La nueva dirección bajo el Museo Histórico Nacional no ha mermado el ímpetu de la colección por continuar siendo un núcleo cultural activo. Como asegura Mayra, «Por suerte seguimos, como vos decís, activos. Y bueno, pensando cosas, proyectando cosas para los meses que siguen.»

El Museo de la colección del traje argentino está ubicado en la conocida Casa chorizo de la calle Chile y permanece abierto a quienes quieran ser testigos de esta rica exhibición que no solo muestra piezas de indumentaria sino también narra historias a través del tiempo. Este verano se perfila como la oportunidad perfecta para descubrir cómo la historia del traje dialoga con nuestra propia historia.