El teatro independiente se enriquece con el regreso de una obra que desafía las convenciones y aporta una perspectiva fresca sobre la feminidad y la crisis contemporánea. «Petit Hôtel Chernobyl», escrita por Andrés Binetti y dirigida por Nicolás Manasseri, ha vuelto a la cartelera con su tercera temporada en el Patio de Actores, escenario ubicado en Lerma 568. La propuesta teatral, que combina humor, tragedia y un trasfondo poético, se presenta todos los viernes a las 22:30.
Nicolás Manasseri, director de la obra, compartió en una reciente entrevista sus impresiones sobre el montaje y las particularidades que hacen de esta producción un evento único. «Estamos muy contentos con esta obra, que volvimos esta tercera temporada. Así que con muchas expectativas y también con un buen recibimiento de estas primeras dos funciones», expresó Manasseri, resaltando la calidez con la que el público ha recibido la propuesta.
La obra se centra en cuatro mujeres compartiendo el reducido espacio de una habitación en una pensión, transcurriendo entre momentos tragicómicos y reflexiones profundas. «Más allá de ser muy divertida, es muy interesante. No es una obra que tiene una dramaturgia simple, que nos cuenta una historia, sino que es sacar a estas cuatro mujeres del mundo y ponerlas en una habitación y ver qué pasa entre ellas», comentó Manasseri. La situación inicial, aparentemente sencilla, se transforma en una exploración de la feminidad y la crisis existencial, con un fuerte reflejo de las crisis sociales y económicas que han marcado distintas generaciones.
La historia detrás de la creación de la obra es tan singular como el resultado en sí. Según relata Manasseri, «la obra cuando la escribió Binetti surgió así, con cuatro actrices que él estaba laburando y que tenían ganas de hacer una obra». Esta premisa dio pie a un desarrollo libre, donde el texto original se convierte en un punto de partida para un proceso de creación e improvisación colectivo.
El elenco actualmente a cargo de dar vida a «Petit Hôtel Chernobyl» está compuesto por Silvia Villasur, Martina Zapico, Alejandra Oteiza y Joey Strick. Cada actriz aporta una impronta única, permitiendo una química escénica que enriquece la experiencia teatral. El director confiesa que el proceso de elección del elenco fue sumamente cuidadoso: «Buscábamos actrices que sean grandes actrices, que aparte tengan un bagaje actoral ya desde su corporalidad y que nos pueda llevar a transmitir esto tan difícil que es, que no son mujeres tan convencionales, sino que nos muestran otro lado», subrayó Manasseri.
Uno de los aspectos distintivos de la obra es su escenografía, elaborada por La Costurera Teatro, que sumerge al espectador en un ambiente ambiguo, capaz de ser interpretado como una pensión o incluso una cárcel. «Nos parecía muy interesante poder descontextualizarla de algo bien cotidiano y llevarla a algo un poquito más metafórico», explicó Manasseri. La monocromía y el simbolismo visual refuerzan ese sentido de aislamiento y soledad que predomina en la atmósfera narrativa.
El público es invitado no solo a disfrutar de una actuación poderosa, sino a adentrarse en una experiencia sensorial y emocional. «Lo que ocurre a cada personaje va apareciendo a medida que pasa la obra. Como que se va mostrando un poco el perfil de cada uno», detalló el director, destacando la importancia de lo no dicho en el desarrollo de la trama.
Con la participación activa del público y una propuesta que se renueva con cada temporada, «Petit Hôtel Chernobyl» espera continuar su ciclo de funciones durante noviembre, siempre dependiendo del apoyo del auditorio. «El apoyo del público viene siendo muy bueno, muy efectivo, y queremos que sigan viniendo», afirmó Manasseri, quien junto al elenco, invita a todos a ser partícipes de esta singular experiencia teatral.
Para aquellos entusiastas del teatro que deseen explorar la narrativa rica y compleja de «Petit Hôtel Chernobyl», las entradas están disponibles a través del sitio web de Patio de Actores o en la boletería del teatro. La obra representa una oportunidad imperdible de sumergirse en una reflexión viva y desafiante sobre las complejidades del mundo moderno y las múltiples facetas de la feminidad.