Un viaje sensorial por los Buenos Vinos Argentinos: Entrevista exclusiva con Elisabeth Checa

Un viaje sensorial por los Buenos Vinos Argentinos: Entrevista exclusiva con Elisabeth Checa

La ciudad se muestra tímida en una mañana fría, pero la calidez de las palabras de Elisabeth Checa, conocida en la esfera vinícola simplemente como ‘La Checa’, nos captura al instante. La veterana periodista, una de las voces más respetadas en vinos y gastronomía de Argentina, se prepara para presentar la última edición de su guía anual, «Los Buenos Vinos Argentinos 2022». Esta guía, que durante años ha sido una brújula para los amantes del vino, refleja la evolución de la industria vinícola argentina, recogiendo lo mejor de cada cosecha.

«Frío, día frío, pero yo a esta hora no tomo vino. Está fresco, está fresco», señala Checa, risueña, al comienzo de nuestra charla. Sin embargo, aclara la distinción fundamental entre degustar y beber: «El catar no es lo mismo que beber. Es más divertido beber», dice con picardía.

La edición de este año, en colaboración con Fabricio Portelli, reconoce a 500 etiquetas entre más de 600 degustaciones, un proceso minucioso y a menudo exigente que, debido a las restricciones de la pandemia, enfrentó numerosos desafíos logísticos. «Catamos más de 600. Ahora han entrado 500 y pico», detalla Checa sobre el arduo proceso. Junto a ella y Portelli, su hijo Federico también participó en las catas, poniendo en juego la experiencia y sensibilidad familiar hacia la esencia de cada etiqueta.

A lo largo de la conversación, Checa no oculta su preferencia por vinos más delicados, que reflejen la pureza del terruño sin la invasión de sabores a madera nueva. «Yo no soy nada amante del sabor que se parece a la madera en un vino», confiesa. Para ella, la tendencia de los noventa de integrar sabores a madera avasalladora parece haber cedido terreno a una apreciación más genuina de la identidad del suelo y su influencia en la vid: «Por suerte, desde hace unos años, se le está dando muchísima importancia al suelo».

El impacto del terroir en la producción vitivinícola es un tema recurrente para Checa, quien celebra la diversidad de suelos en Argentina como una riqueza incalculable para la industria. En particular, expresa fascinación por los vinos de la región del Pedernal en San Juan. «Me encantan… y además escribí unos poemas sobre eso. Los Vinos del Pedernal», añade, resaltando cómo el vino inspira no solo paladares, sino también corazón y mente.

Para Checa, hablar de vinos es un arte en sí mismo, alejado de un lenguaje técnico y críptico que pueda alienar a los aficionados. En su lugar, propone un enfoque más accesible. «No podés describir los vinos herméticamente como si fuera un teorema, porque la gente se asusta», advierte, apostando por descripciones que resalten la conexión emocional con el vino: «Siempre te escucho decir y que va más allá de cualquier descripción, que es, me emociona».

La guía de Checa no se limita a listados de vinos; es un contexto donde el lector puede encontrar inspiración para disfrutar de una copa en situaciones cotidianas y especiales. Ella misma se encarga de sugerir maridajes de platos y momentos para cada vino seleccionado: «Esa es mi tarea también, en qué circunstancias tomar ese vino».

Tampoco pone puntaje a los vinos, una decisión deliberada que, según explica, responde a la idea de que «el vino es el vino y sus circunstancias». Alimentada por esta filosofía, su guía se convierte en un manifiesto de experiencias gustativas y personales que invitan a descubrir los matices de los vinos argentinos con cada sorbo, en contextos únicos que trascienden números y valoraciones estrictas.

Elisabeth Checa, con su sabiduría y pasión, nos deja con una sensación de expectativa renovada por explorar, una vez más, el vibrante mundo de los vinos argentinos. Su guía 2022 promete ser una celebración del terruño, de las emociones y los momentos que se entrelazan en cada botella desde el corazón de la tierra hasta los paladares curiosos de quienes, como ella, saben encontrar en el vino una poesía líquida.