RED, Familias por Adopción, es una muestra fotográfica que presenta el trabajo de Nora Lezano, con producción de Patricia Carrascal y Rocío Irala Hernández, que fue inaugurada el 23 de noviembre en la Sala 7 del Centro Cultural Recoleta. A través de 22 imágenes en blanco y negro, Lezano busca sensibilizar sobre la adopción y la diversidad en la creación de vínculos familiares, mostrando a 16 familias en momentos de alegría y complicidad.
Sí, claro, claro. Concientización, pero también se busca que haya sonrisa, que haya complicidad,
No, claro. Vos sabés que, bueno, fotografié 16 familias, y mi objetivo desde el primer momento, desde que Rocío y Patricia me convocaron, fue mostrar alegría. Son historias atravesadas por el dolor, pero con final feliz. Dije, bueno, a empoderar a esa gente, a mostrarlas fuertes. Así que quise sacarlas de contexto, hacer las fotos en sus casas, todas iguales, en un estudio, en blanco y negro. Me encanta trabajar en blanco y negro porque me parece que hay una cosa de atemporalidad. El color afirma un poco más, y blanco y negro es más atemporal. Llevamos a las familias a un estudio, y las fuimos fotografiando ahí cual rockstar.
Nora, a la hora de trabajar esto, ¿te interiorizaste de cada historia antes de sacar la foto, como para poder entender lo que retratabas?
Sí, hicimos como un casting de familias porque queríamos mostrar diversidad: familias con dos papás varones, una mamá travesti, una familia que adoptó a una chica con un hijito. Patricia, que es productora audiovisual, había hecho documentales y series sobre la adopción, así que conocía a muchas familias y estaba conectada con organizaciones pro-adopción. Fuimos buscando familias y obviamente leí sus historias antes de fotografiarlas, para tener una comprensión básica, como cuando fotografío una banda y escucho su música.
¿Y cómo fue tu trabajo para que todos se vean cómodos en las fotos? Parece que habrás trabajado mucho esa parte.
Sí, bueno, me encanta retratar gente. Disfruto de esto desde hace años. Quería mostrar a estas personas como rockstars, aunque nunca se habían puesto frente a una cámara. Trabajé con sus incomodidades, con su timidez, su resistencia, y es un desafío que me encanta. Dejar mucho de uno mismo ahí, trabajar también con el alma al descubierto; si uno pretende que el otro se abra, uno tiene que abrirse. Para mí, esta muestra fue un antes y un después.
Entre los retratados están Inés Estévez y sus hijas, Alma y Vida, Cielo y Vida, perdón, ella escribió incluso un texto introductorio. Lograste algo bien difícil porque Inés es muy celosa de su vida privada, ¿cómo fue ese trámite?
La conocía de haberla fotografiado antes y sugerí que Inés participara. Ella aceptó y también escribió el texto introductorio. Fue muy importante porque no tenía fotos con sus hijas. Hicimos las fotos en su casa para evitar incomodidades a las nenas. Inés siempre me agradece, dice que hice magia porque las nenas quedaron chochas, salieron bien, fue una experiencia hermosa.
Estamos en charla con la fotógrafa Nora Lezano, a propósito de esta muestra que se llama Red Familias por Adopción en el Centro Cultural Recoleta. Son 22 fotos, supongo que todas son de un tamaño similar, ¿y te sobró material? ¿Hay un lado B de todo esto?
Sí, son 22 fotos, pero de 16 familias porque hay historias con más de una foto. Hay un lado B; siempre en todas las muestras se descartan cosas, es bueno hacer un poco de más para poder seleccionar.
¿Pero tenés pensado hacer algo con ese material?
No, más que usarlo, nos gustaría ampliar, seguir por las provincias fotografiando más historias y dándole visibilidad a esta causa. Llevar la muestra a otros lados sería genial, especialmente al interior del país, porque los sistemas de adopción varían en cada lugar.
La familia del retrato es un género fundacional de la fotografía, Hace 100 años se llevaba a la familia al estudio para una foto.
Totalmente. El objetivo es mostrar que hay familias de todo tipo. La idea es desromantizar la imagen clásica de la familia tradicional, ahora el concepto familiar ha cambiado.
Y la idea de, hay una foto muy simbólica de dos brazos, ¿fue intencionada?
Sí, queríamos una foto de portada que no tuviera ninguna cara, y encontramos esta de una mamá e hija con tatuajes, fue perfecta. Muestra un corazón, dos brazos enredados, dijimos, esta es la foto de la muestra.
Es lindo que en cada foto se vean los detalles de las manos, abrazando, tocando.
Sí, pedí a las familias que llevaran elementos significativos de sus historias para que no sea una foto vacía. Algunos llevaron banderas, pelotas, camisetas de fútbol, algo de Charly García, disfraces, bicicletas. Ayudó a crear algo muy auténtico y hermoso.
Qué manera de cerrar el año, Nora. ¿Cómo fue este año para vos?
Estuve muy enfocada en este proyecto y en otros personales. Colecciono dibujos de perros de diferentes personas a las que he fotografiado a lo largo de mi carrera. Estoy trabajando en eso también, me encantaría hacer un libro de autor con esa colección.
Era Nora Lezano, la gran Nora Lezano.